Mientras la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se bate el cobre en el Congreso de los Diputados tratando de aclarar cuál fue su responsabilidad política en la gestión de la DANA que arrasó la Huerta Sur de Valencia el 29-O, su candidatura como vicepresidenta y comisaria europea ya carbura en Bruselas. Todo parece desatascarse nueve días después de que comenzara el firme bloqueo del Partido Popular Europeo (PPE) a instancias de su capítulo español... Y del empecinamiento personal de Alberto Núñez Feijóo, que atisbó en el órdago una jugada política crucial a varios niveles.

No obstante, a esta hora de la tarde, nada está rubricado todavía entre la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D) y el PPE. En un comunicado remitido a los medios de comunicación este miércoles, el PPE se ha hecho eco de la petición lanzada desde la tribuna por Ester Muñoz a la todavía ministra en su interpelación parlamentaria. Una reivindicación capital para Feijóo: que Ribera "se comprometa a dimitir de su posible cargo en la Comisión Europea en caso de resultar imputada por su gestión en las inundaciones que han asolado dos regiones españolas". 

El gabinete de comunicación de Manfred Weber, presidente del PPE, además, pone el acento en que Ribera "no ha respondido, como tampoco lo hizo durante su audiencia ante el Parlamento Europeo". Por ello, los populares europeos quieren dejar constancia de que debe dimitir si es imputada por sus responsabilidades derivadas del ejercicio de sus competencias como vicepresidenta del Gobierno de España". 

Antes de darle al play al segundo Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen esta tarde, como todo apunta, el PPE evaluará "en las próximas horas" la comparecencia de la candidata a vicepresidenta verde y comisaria de Competencia. Además, el PPE "tendrá en cuenta cuando los grupos políticos en el Parlamento Europeo decidan sobre todos los candidatos pendientes de evaluación en todo el arco parlamentario". En este punto, subrayan la posibilidad de un acuerdo "entre diferentes partidos tanto a izquierda como derecha en el Parlamento Europeo". O lo que es lo mismo: entre socialistas y Conservadores y Patriotas, considerados hasta ayer sendos grupos como de extrema derecha para el S&D.

Fuentes de Génova aseguraban esta mañana, antes de que comenzara la intervención de Ribera en el Congreso, que la posibilidad de que sus 22 eurodiputados fueran los únicos del PPE en votar en contra de Ribera siempre fue una posibilidad. "Contemplarnos quedarnos solos", aseguran sobre un movimiento que, a nivel político, saldan positivamente.

Acuerdo con Orbán y Meloni

A ojos de la sala de máquinas de los populares, dos son los principales objetivos cumplidos: uno, buscado; y otro, sobrevenido. "Cuando nuestro objetivo era internacionalizar el problema que tenía Pedro Sánchez con Teresa Ribera, nunca pensamos que llegaríamos a ver al presidente del Gobierno negociando con eso que llaman extrema derecha", sintetizan en el equipo de Feijóo. Para un eurodiputado del PP con galones en la Eurocámara, el movimiento de Sánchez ha evidenciado en Europa que "vendería su alma al diablo" con tal de conseguir sus objetivos. Una queja que, exportada recurrentemente por los populares a la política comunitaria, ahora cuenta con una prueba manifiesta. Para los populares en Bruselas, el swing político del implacable secretario general del PSOE "nunca ha estado tan débil" en la capital europea.

En el PP encuentran un botín discursivo descomunal, sin parangón, en que Sánchez haya decidido negociar "personalmente" con Giorgia Meloni y Víktor Orbán. Dos líderes políticos que, siempre tildados por Sánchez como de "ultraderecha", a menudo puestos como ejemplo de hacia donde no debe cabalgar la Unión Europea, han resultado ser ahora interlocutores válidos. Dos dirigentes con los que llegar a acuerdos legítimos en Europa como se alcanzan en el Congreso con Junts y Bildu. 

Pero, ¿no cambia nada que el PP se quede sólo en la Eurocámara en su cruzada para Ribera? Llegados a este punto, la importancia radica en el acuerdo que alcancen socialistas, populares y liberales con los Patriotas –presididos por Santiago Abascal desde el pasado domingo– y los Conservadores de Meloni. Según fuentes comunitarias consultadas por este periódico, el acuerdo de los socialistas con estos dos grupos estaría bastante avanzado. En ese escenario, el S&D apoyaría a Raffaele Fitto y Oliver Várhely y estos dos grupos, a su vez, a Ribera como vicepresidenta. "Con eso tenemos argumento discursivo para años", adelantan en Génova.

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