España

Sánchez recurre a la ironía contra el juez: “Si quiere comprobar que estamos casados, pues ningún problema”

El presidente del Gobierno ha eludido aclarar si hay una asesora dependiente de Moncloa trabajando para su mujer

El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, ha recurrido este martes a la ironía contra el juez Juan Carlos Peinado, que investiga a su mujer. El togado ha pedido a Begoña Gómez su certificado de matrimonio, así como un extracto del estado de sus cuentas bancarias. El líder socialista, de viaje en Brasil por la cumbre del G-20, ha advertido: “Si [Juan Carlos Peinado] quiere comprobar que estamos casados, pues ningún problema”. Además, el jefe del Ejecutivo ha eludido aclarar si hay o ha habido una asesora dependiente de Moncloa trabajando para su mujer.

Sánchez ha dicho que si Peinado, señalado por Moncloa como prevaricadorinvestiga las cuentas de su esposa, encontrará los números de una persona "pulcra, honesta y trabajadora". Lo cierto es que Peinado ha dado un paso más para esclarecer los negocios privados de Begoña Gómez. Hace poco más de un mes reclamó todos los pagos del Instituto de Empresa a la mujer del presidente del Gobierno en su condición de directora del Africa Center, así como las cuentas en las que los ingresó.

Gómez se encuentra con Sánchez en Brasil. Precisamente, el viaje fue el motivo que esgrimió para no responder a la citación de Peinado ante quien debió haber comparecido este lunes. Esa cita judicial iba a ser la tercera comparecencia de la mujer de Pedro Sánchez en este procedimiento, ya que en julio acudió dos veces al juzgado, aunque en ambos interrogatorios se acogió a su derecho a no declarar.

La esposa de Sánchez sí hizo acto de presencia la semana pasada en la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, donde por primera vez se pronunció públicamente sobre la investigacion a la que le está sometiendo la Justicia. Tanto Begoña Gómez como Pedro Sánchez se han querellado contra Juan Carlos Peinado por prevaricación. Pero las dos querellas fueron rechazadas. De manera que la estrategia que siguen ahora es intentar desprestigiar la causa con gestos nada conciliadores.

Además, encima de la mesa queda la arbitrariedad de los viajes del presidente y su uso para su beneficio personal, puesto que ha sido capaz de dejar solo al Rey en la Cumbre Iberoamericana, pero sí asistir a la cumbre del clima en Bakú o al G-20, donde se encuentra este martes. Es más, por ese viaje se ausentará de la sesión de control a Gobierno en el Congreso de este miércoles, tras la que comparecerá la vicepresidenta tecera del Gobierno, Teresa Ribera, para rendir cuentas por la gestión gubernamental de la DANA.

Lo cierto es que Sánchez vive su peor momento desde que llegó al Palacio de la Moncloa hace más de seis años. El presidente del Gobierno prosigue su huida pese a los obstáculos, cada vez mayores, que se le ponen en un camino de incierto final. Pero por difícil que lo tenga, por mucho que la ética de la asunción de responsabilidades le demande volver a reflexionar sobre su dimisión -como le pide la oposición e hizo durante cinco días de abril-, está obcecado y dispuesto a agotar los mil días de legislatura. Su equipo insiste una y otra vez en que "no hay caso" que afecte a Begoña Gómez y reitera que todo es producto de una persecución de la derecha judicial, política y mediática. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli