Galicia

El PSdeG acentúa su ‘galleguismo’ y marca distancias con el sanchismo

González Formoso deja la dirección del partido en Galicia y Gómez Besteiro se perfila como el gran líder socialista pese al batacazo electoral del 18-F

  • Pedro Sánchez y José Manuel Gómez Besteiro

Este sábado, pasadas ya dos semanas desde la jornada de reflexión electoral que precedió al histórico naufragio sufrido por el PsdeG en los comicios autonómicos, será un día importante para los socialistas gallegos. El Comité Nacional Gallego del partido, que es el máximo órgano de dirección política entre congresos, ha sido citado en Santiago de Compostela para reflexionar a fondo, esta vez ya con los resultados electorales en la mano, sobre la debacle del 18-F, que llevó a los socialistas a perder cinco diputados y a quedarse solo con nueve en el Parlamento autonómico, la peor cifra jamás registrada y que supone haberse dejado en el camino la friolera de 16 escaños en las últimas dos décadas.

Pero además de para lamerse las heridas, que son muchas y muy profundas, el ‘cónclave’ se ha fijado como objetivo fundamental diseñar la hoja de ruta que permita a la formación salir del estado comatoso que padece en la actualidad, con una sangría de votos que parece no tener fin, y volver a convertirse en la fuerza relevante que un día fue. El camino hacia esa anhelada recuperación ya ha sido marcado con nitidez por el secretario general del partido en Galicia, Valentín García Formoso, tras anunciar este lunes su decisión de abandonar el timón de la nave, y ahora lo que toca es agilizar el proceso que permita hacer efectivo el relevo lo antes posible.

Fin a la 'bicefalia'

Todas las miradas están puestas actualmente en el que fue candidato a la presidencia de la Xunta en las pasadas elecciones, José Ramón Gómez Besteiro, en el que el propio Formoso ha depositado su confianza para que se convierta tanto en el nuevo líder del partido como en la figura que vuelva a batirse en los comicios de dentro de cuatro años. El todavía secretario general dejó muy claro este extremo al anunciar su intención de dimitir y de poner fin a la chirriante ‘bicefalia’ de poder que soporta la formación. El plan consiste, por lo tanto, en convertir a Besteiro en el líder único y en consolidarlo como el gran referente de un partido que en los últimos años ha experimentado un continuo vaivén de secretarios generales y de candidatos, con el consiguiente desconcierto para un electorado que busca ‘generales’ sólidos y asentados.

El mandato de Formoso estaba garantizado, en teoría, hasta diciembre de 2025, que es cuando debería celebrarse un congreso centrado en renovar la dirección del partido en Galicia, pero ahora esos planes se han trastocado y toca analizar cómo hacer efectivo el relevo lo antes posible.

Gómez Besteiro, pese a haberse convertido en el candidato que peores resultados electorales ha cosechado para el PsdeG, cuenta con la confianza de la cúpula del partido al considerar que él no fue el responsable del pésimo resultado del 18-F. Formoso ha señalado en varias ocasiones que el veterano político lucense no tuvo tiempo material para darse a conocer entre los electores y para ‘vender’ su programa de una forma pausada, problema que se vio acrecentado al tener que medirse con dos candidatos tan asentados como Alfonso Rueda, por el PP, y la nacionalista Ana Pontón.

Su liderazgo, en suma, no se pone en cuestión, aunque el secretario general, que se mantendrá en sus cargos como presidente de la Diputación de La Coruña y como alcalde de As Pontes, sí ha dejado deslizar en los últimos días un mensaje claro sobre cómo tendría que actuar el partido a partir de ahora, que en su opinión debe centrarse “en todos aquellos asuntos que son importantes para la ciudadanía gallega”. No pocos analistas han interpretado esta reflexión como una velada crítica a cómo fue enfocada, por parte de los socialistas, la campaña electoral, que en vez de desarrollarse en ‘clave gallega’ se centró en dar protagonismo a cuestiones de ámbito nacional.

La implicación de Sánchez, contraproducente

En ese sentido, ha vuelto a reavivarse el debate sobre la fuerte implicación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la campaña, y sobre si fue una buena o mala estrategia de cara a los intereses del PsdeG. Los defensores de la segunda respuesta creen, al respecto, que la supuesta ayuda no fue tal debido al rechazo que la figura del presidente provoca en un sensible porcentaje de los socialistas gallegos disconformes con la ley de amnistía, con los pactos con las fuerzas independentistas y con otras muchas decisiones polémicas adoptadas por Sánchez desde las elecciones generales. Y que resulta necesario, por lo tanto, ‘desvincularse’ mucho más de Madrid y hacer una política propia centrada en los problemas de Galicia.

González Formoso ostenta la dirección del PsdeG desde diciembre de 2021 tras imponerse con claridad, en las primarias celebradas en octubre de ese año, a Gonzalo Caballero, que llevaba al frente del partido desde 2017. En octubre de 2023, Gómez Besteiro fue proclamado candidato a la presidencia de la Xunta sin necesidad de someterse a primarias, ya que fue el único que consiguió los avales necesarios para competir. González Formoso había renunciado presentarse a las mismas y Gonzalo Caballero, tras anunciar su candidatura, tiró la toalla al comprobar que la cúpula del partido apoyaba a Besteiro. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli