España

Los querellantes de Gimeno aportarán audios que probarían espionaje en El Corte Inglés

Los denunciantes ratifican ante la juez el contenido de su querella por revelación de secretos y avanzan que aportarán una prueba de calado que demostraría que fueron espiados por Dimas Gimeno

  • El expresidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, en una foto de archivo.

Los querellantes de Dimas Gimeno por espionaje en el seno de El Corte Inglés avanzan pruebas de calado en el procedimiento. Los denunciantes han comparecido este lunes en el juzgado para ratificar punto por punto todo lo contenido en la querella interpuesta por revelación de secretos si bien, además, una de ellos ha anunciado que aportará unas grabaciones inéditas que probarían que fueron espiados en plena pugna familiar por el control de los grandes almacenes.

Ángel Barutell -el que fuera mano derecha de Isidoro Álvarez- su esposa Gloria Allende y el periodista Eulogio López han confirmado ante la magistrada todo lo contenido en la querella que presentaron en los juzgados en diciembre y que fue desvelada en exclusiva por Vozpópuli. De esta forma han ratificado que Dimas Gimeno les clonó los teléfonos, que colocaron micrófonos en el domicilio de los Barutell-Allende y que, además, hubo espionaje en El Corte Inglés con el programa Pegasus.

Fuentes presentes en el interrogatorio confirman a este medio que Allende, además, ha anunciado que presentará unas grabaciones ante el juzgado que probarían que los tres querellados (Dimas Gimeno, su hermano Miguel Ángel y su madre María Antonia Álvarez) espiaron. La comparecencia de los tres denunciantes estaba prevista para finales de junio pero la titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, Inmaculada Lova, la retrasó para este 18 de julio.

Ratifican la querella contra Gimeno

Se trata de una de las primeras diligencias acordadas por la juez tras admitir a trámite la querella contra los Gimeno. La instructora, tras recabar criterio favorable del Ministerio Fiscal, dio luz verde a investigar estos hechos por delito de revelación de secretos. Los denunciantes, por su parte, les atribuían, además, delito de extorsión y presunta organización criminal, al sostener que actuaron de manera conjunta siendo la hermana del fallecido Isidoro Álvarez la "cabecilla del grupo".

Con todo, en este primer cara a cara judicial, la defensa de los Gimeno también ha anunciado que aportarán evidencias a las diligencias. Fuentes de su entorno consultadas por este medio niegan "categóricamente" los hechos recogidos en la querella y sostienen que nunca contrataron a la empresa israelí que comercializa Pegasus para espiar a los denunciantes ni tampoco a consejeros de El Corte Inglés.

Los querellantes, por su parte, sostienen que fueron víctimas de un espionaje continuado durante 2018 cuando los Gimeno estaban en plena guerra con las hijas herederas de Isidoro Álvarez por la herencia del empresario. Barutell, antiguo director de Comunicación y Relaciones Externas, su mujer y Eulogio López explicaron que todo comenzó en enero de ese año cuando la hermana de Isidoro Álvarez acudió a ellos pidiéndole ayuda por la pugna contra sus sobrinas.

"Un auténtico calvario"

El antiguo alto cargo de El Corte Inglés explicó que, por fidelidad al empresario fallecido en 2014, accedió a ayudarles con la batería de demandas y acciones judiciales que querían emprender contra las herederas Marta y Cristina Álvarez. A partir de ese momento, relatan, comenzaron a vivir un calvario ya que fueron víctimas de espionaje de sus comunicaciones e incluso también de aparatos de escucha que se colocaron en el domicilio donde se solían reunir.

Apenas semanas después de acordar que les ayudarían se produjo una reunión en la que les pidieron los teléfonos móviles para comprobar, según les dijeron, que no les estaba espiando el exjefe de Seguridad de El Corte Inglés, Juan Carlos Fernández-Cernuda. Al respecto Miguel Ángel Gimeno les contó que su hermano había contratado una agencia de "espionaje internacional" especializada en delitos informáticos y necesitaban comprobar que no estaban intervenidos los teléfonos.

Sin embargo, lo que hicieron realmente fue clonarles sus dispositivos; hecho del que tuvieron conocimiento meses después. Al hilo relatan que, tras formalizar el acta de manifestación notarial que necesitaban en su pugna contra las hermanas Álvarez, comenzaron a notar que sus teléfonos hacían "cosas extrañas", si bien los Gimeno les dijeron que estaba todo en orden y que habían comprobado que "estaban limpios".

Durante ese tiempo se habrían colocado también aparatos de escucha en la casa de los Barutell-Allende. La querella recoge que encontraron en el vestidor un "artificio con apariencia de micrófono" y que un amigo experto en seguridad les confirmó que efectivamente era un artilugio de escucha. Éste halló otro más en la biblioteca, lugar de la casa donde solían celebrar las reuniones con los Gimeno.

Asalto al garaje de la casa

A partir de ese momento los querellantes comenzaron a vivir "con cierto temor y arrepentidos" de colaborar con el expresidente de El Corte Inglés y su familia. Sin embargo, durante esos meses todavía se produjeron dos episodios que, según relatan, guardarían relación con todo este asunto: uno fue la irrupción en su garaje de un individuo en plena noche y otro el que se produjo ya en septiembre de ese año.

A la vuelta de sus vacaciones el matrimonio vio un coche aparcado en la puerta de su domicilio. El vehículo en cuestión estuvo en ese mismo sitio durante más de un año, lo que provocó sus sospechas de que podrían estar siendo vigilados. Pese a denunciar en varias ocasiones los hechos ante la Policía, los agentes siempre respondían que no podían hacer nada porque "tener un coche aparcado en la vía pública no es delito". Llegaron a ver que dentro del coche había cables que sobresalían por debajo de una manta pero nunca tuvieron más detalles sobre este episodio.

Por todo ello acabaron interponiendo una querella en los tribunales el pasado mes de septiembre. Los tres denunciantes pedían que se abriera causa por delitos de revelación de secretos, extorsión y presunta organización criminal. Medio año después, la magistrada admitió a trámite la querella por revelación de secretos y les citó para que se ratificaran en sede judicial. En dicha diligencia, celebrada este lunes, los querellantes se han comprometido a aportar nuevas pruebas.

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