Este viernes pasará a la historia de esta legislatura como el primer día en el que ministros de Podemos criticaron abiertamente a Felipe VI por falta de neutralidad política. El titular de Consumo y líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, llegó a arremeter contra el monarca por "maniobrar" en contra del Gobierno de coalición. Una acusación nunca vista en democracia por parte de un miembro del Ejecutivo.
Fue una jornada llena de reproches y golpes bajos en la que La Zarzuela tuvo que salir al paso con un desmentido al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, para intentar rebajar una indisimulada tensión con el actual Ejecutivo de coalición. Una evidencia de que las circunstancias estaban tomando un cariz preocupante.
La polémica decisión del Gobierno de cancelar la visita del Rey a Barcelona para la entrega de los despachos a la nueva hornada de jueces españoles, de la que aún no se sabe la verdadera causa, ha abierto una crisis institucional de incierto desenlace entre varios poderes del Estado. Por un lado, el Poder Judicial cerró filas con el monarca en el acto de la Escuela Judicial. Primero el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, decidió no ir a Barcelona por problemas de agenda que más de uno interpretó como un claro gesto de desaprobación con Moncloa.
Luego, todos los los ojos se posaron en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona y, en concreto, en las palabras que Lesmes había anunciado en la previa sobre el malestar de la carrera por la ausencia del Rey.
El presidente del Tribunal Supremo -en funciones desde hace casi dos años por la falta de acuerdo entre PP y PSOE- pronunció un discurso de hondo calado crítico. Además de mostrar su “enorme pesar” por la ausencia del jefe del Estado atribuida al Gobierno, destacó la “sensación de soledad” a la que se enfrentan los jueces como “únicos baluartes” del Estado de Derecho.
Tan solo 24 horas antes se había reunido en Madrid la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) donde se pactó esta declaración institucional. Una parte del órgano de gobierno de los jueces, en concreto seis vocales nombrados a propuesta del PP, adelantaron ese malestar con un comunicado. Nadie de la carrera, ni siquiera Lesmes tras varias comunicaciones con la Casa Real, ha arrojado luz sobre las razones que motivaron la ausencia repentina del monarca, comunicada el martes a primera tras haber confirmado su presencia días antes.
"Sean cuales sean las circunstancias que lo han motivado, expresamos nuestro firme deseo de que Su Majestad el Rey pueda seguir alentando con su presencia en Barcelona a los nuevos jueces", concluyó el discurso de Lesmes. De los 62 nuevos jueces convocados para recibir sus nuevos despachos, hubo 14 bajas. Nueve de ellas ya habían sido comunicadas con anterioridad al incidente en torno al rey, pero los cinco restantes no habían avisado y en el CGPJ se cree que ha podido ser a modo de protesta.
Antes de dar por finalizado el acto, el vocal del Consejo a propuesta del PP José Antonio Ballestero se levantó y pidió al salón de actos que gritase un “¡Viva el rey!”. Fue contestado mayoritariamente por los presentes y con ello se dio por concluido el evento.
Uno de los micrófonos de la mesa presidencial captó cómo el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, replicó el gesto con una crítica: “Se han pasado tres montañas”. Horas después, su departamento de comunicación negó a medias la autoría del comentario asegurando que no se reconocía en esas palabras sin llegar a negarlo.
La llamada del Rey a Lesmes
No quedaron ahí las pullas. Al concluir el acto y según fuentes del CGPJ, Felipe VI telefoneó al presidente del Tribunal Supremo para agradecerle sus palabras y transmitirle que le habría gustado asistir al acto en Barcelona. Esa noticia provocó un duro ataque de Podemos contra el monarca.
La formación morada venía con la escopeta cargada tras unas duras declaraciones por la mañana del portavoz de los comunes en el Congreso, Jaume Asens, contra el Rey, de quien dijo que sería "fantástico" que no volviera "nunca más" a Cataluña porque, en su opinión, cada vez que viaja a esta comunidad autónoma "abre una herida que no está cerrada".
Tras la información sobre la llamada telefónica del Rey a Lesmes, fue Garzón el que 'disparó' contra Felipe VI acusándole de "maniobrar" contra el Ejecutivo y de saltarse la neutralidad política a la que está obligado por la Carta Magna.
La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible.
— Alberto Garzón? (@agarzon) September 25, 2020
A estas palabras se sumó el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien recordó al monarca a través de su perfil de Twitter que "respecto institucional significa neutralidad política". Además, echó mano del artículo de la Constitución en la que se afirma que todos los poderes del Estado emanan de la soberanía popular. Un aviso para navegantes.
Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2CE: La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado pic.twitter.com/WnWR0valz6
— Pablo Iglesias ?{R} (@PabloIglesias) September 25, 2020
A raíz de todo ello, y con Pedro Sánchez y el resto de ministros socialistas en completo silencio, La Zarzuela decidió desmentir a través de un comunicado que la conversación entre Felipe VI y Carlos Lesmes se hubiera producido en esos términos, en un claro intento por intentar rebajar la tensión con el Ejecutivo de coalición.
"Ha sido una llamada de cortesía al presidente del CGPJ con el objeto de trasladar su felicitación personal a la nueva promoción de la carrera judicial, sin consideraciones institucionales respecto del acto ya celebrado", advirtieron fuentes de la Casa del Rey. Entre los barones del PSOE, sólo el aragonés Javier Lambán salió en defensa de Felipe VI.