El expresidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido en la Audiencia Nacional la operación de venta de la Torre Cepsa en 2016. No obstante, el banquero, a quien se le citó como testigo junto con otros dos exaltos cargos de Bankia para explicar los detalles de la operativa, ha admitido que en Bankia vivieron con preocupación las noticias que salieron entonces publicadas en prensa en relación a la investigación internacional por blanqueo de capitales sobre Khadem Al Quabisi, el jeque que adquirió el rascacielos.
Fuentes presentes en el interrogatorio confirman a Vozpópuli que el actual presidente de CaixaBank ha respondido acerca de todos los detalles sobre la venta por 400 millones de euros de la Torre al expresidente de Cepsa. Al respecto, ha defendido el papel del banco asegurando que esta materia se llevó al Consejo de Administración después de haber recibido luz verde por parte de los departamentos responsables de supervisar la venta del activo. La misma se ejecutó en 2016 aunque el asunto provenía de 2013.
En ese año, Bankia (que previamente había adquirido la Torre por más de 800 millones de euros) firmó un contrato de alquiler del edificio con la sociedad Muscari (vinculada a Al Qubaisi). El acuerdo implicó el traslado de la petrolera a la torre que diseñó el arquitecto Norman Foster, si bien también contemplaba una futura acción de compra, tal y como ha recordado hoy en sede judicial José Ignacio Goirigolzarri.
Investigaciones por blanqueo
La misma se ejecutó en septiembre de 2016 tras el crédito que otorgó Bankinter al jeque emiraití por importe de 400 millones de euros. A este punto ha hecho alusión el expresidente de Bankia para dejar claro que la entidad no tuvo sospecha de ninguna irregularidad ya que se conocía de donde provenían los fondos. Ahora bien, ha admitido que, para cuando se formalizó la venta del segundo rascacielos más alto de España, se seguía con preocupación en Bankia las noticias sobre Al Qubaisi.
Se refiere a las informaciones que ya en agosto de ese año se publicaron en los medios internacionales en relación a su implicación en el saqueo del fondo malasio 1MDB. Se trató de uno de los mayores escándalos financieros del mundo en el que habría jugado un papel clave el expresidente de Cepsa. The Wall Street Journal informó entonces que las autoridades de Emiratos Árabes le detuvieron por su rol en este escándalo y que incluso congelaron sus activos en el país. Las pesquisas se ampliaron a otros países como Luxemburgo, Malasia o Estados Unidos.
Venta de los activos de Bankia
Sin embargo, las fuentes consultadas explican que Goirigolzarri ha defendido la actuación de la entidad en todo este proceso al igual que lo han hecho los otros testigos también citados para este jueves: el exCEO del banco extinto José Sevilla y el que fuera secretario de Consejo de Administración, Miguel Crespo. Ambos tuvieron un papel destacado en este trámite; el primero porque dirigió la operación en el Consejo y el segundo porque se encargó de trasladar esta información al resto de consejeros. Además, también ha prestado declaración, en calidad de testigo, el Javier Merino Enseñat; este último por su parentesco con otros empresarios que participaron en la compra venta de la Torre.
La Fiscalía Anticorrupción solicitó su comparecencia para esclarecer el papel de Bankia en todo esto, teniendo en cuenta que compró la torre por 800 millones de euros en 2007 y la vendió nueve años después por la mitad. Al respecto, los tres exaltos cargos de Bankia han recordado que ejecutaron la opción de compra de Al Qubaisi porque tenían que deshacerse de sus activos inmobiliarios a tenor del acuerdo alcanzado tras la nacionalización del banco.
Tres empresarios imputados
La causa arrancó en 2018 para esclarecer si el expresidente de Cepsa blanqueó en esta operación parte de los fondos obtenidos en el desfalco al fondo de Malasia. Con todo, también se indaga un posible delito fiscal con la segunda parte del negocio, que consistió en la venta del activo a Amancio Ortega. De hecho, Al Qubaisi apenas tuvo esta propiedad en su poder ya que, tras adquirirla con el préstamo de 400 millones, se la vendió al dueño de Inditex por 490 millones. De esta forma obtuvo una plusvalía cercana a los 100 millones que levantó las sospechas del Ministerio Público.
Por estos hechos se imputó en la causa al presidente y fundador del fondo Corpfin, Felipe de Oriol, y a los empresarios Rafael García Tapia y Ramón Merino, tal y como avanzó Vozpópuli. Todos ellos están implicados en la causa por su papel de administradores de fondos creados para este negocio. Declararon en sede judicial entre julio y octubre de este año. Al respecto, también se le ha preguntado este jueves a Javier Merino por este asunto. Según las fuentes consultadas, el testigo ha confirmado que conoció a Al Qubaisi pero que hace tiempo que no mantiene relación con él.
Precisamente, el expresidente de IPIC (Compañía Internacional de Inversiones en Petróleo) se ha convertido en el protagonista de este procedimiento, si bien la Justicia española no puede dar con su paradero. De hecho, la Audiencia Nacional ha librado comisiones rogatorias a Malasia, Estados Unidos y Emiratos Árabes en busca de información sobre el origen de su fortuna y movimiento de fondos. Hasta la fecha solo ha respondido Washington, pese a que el Juzgado Central de Instrucción número 4 -que es el que dirige la investigación- lanzó los requerimientos hace más de dos años.