España

Irene Montero califica de "transfobia" la decisión del PSOE de eliminar las silgas "Q+" del colectivo LGTBI

Además, excluyen de esta forma a las mujeres trans del deporte femenino

La eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, ha generado una intensa controversia al criticar abiertamente las decisiones adoptadas por el PSOE en su 41º Congreso Federal. Entre las medidas más polémicas está la eliminación de las siglas «Q+» de las referencias al colectivo LGTBI y la propuesta de restringir la participación de mujeres trans en categorías deportivas femeninas.

En un mensaje publicado en la red social X (anteriormente Twitter), Montero calificó estas decisiones como "transfobia". “Una mujer trans es una mujer. Lo demás es transfobia, aunque lo diga el PSOE”, escribió la eurodiputada, marcando una línea de confrontación directa con los socialistas en un tema que ha dividido profundamente a la izquierda.

Montero fue más allá de su mensaje inicial y compartió un vídeo donde defendió su postura con contundencia. “Las mujeres trans son mujeres, tengan pene o tengan vagina. Los derechos de las personas trans son Derechos Humanos”, afirmó, subrayando que estas decisiones no representan ni feminismo clásico ni posiciones progresistas.

La exministra también alertó sobre las posibles consecuencias de restringir la participación de mujeres trans en deportes femeninos: “Esta transfobia en el deporte luego se usa como excusa para aplicarla en otros ámbitos de la vida, generando sufrimiento, dolor, discriminación y violencia a las personas trans”.

La defensa de los derechos trans por parte de Montero, quien fue una de las principales impulsoras de la Ley Trans durante su mandato en el Ministerio de Igualdad, contrasta con la postura adoptada por ciertos sectores del PSOE, que han abogado por una revisión de las políticas de género en busca de lo que llaman "protección del deporte femenino".

El feminismo clásico del PSOE marca distancia

El núcleo de esta polémica se centra en una enmienda aprobada durante el Congreso Federal del PSOE, impulsada por una corriente feminista dentro del partido. Esta propuesta eliminó las siglas "Q+Ç" del término LGTBIQ+, reduciéndolo a LGTBI. Según esta corriente, la categoría "Q+" (que incluye identidades queer y otras diversidades de género) diluye el foco en las luchas históricas del colectivo.

Además, el PSOE decidió apoyar una postura que busca restringir la participación de mujeres trans en competiciones deportivas femeninas. “El deporte femenino no puede verse comprometido por diferencias biológicas evidentes”, argumentan desde este sector, que sostiene que incluir a mujeres trans en estas categorías pone en desventaja a las mujeres cisgénero.

Esta postura representa un giro significativo dentro del feminismo socialista, históricamente alineado con movimientos progresistas. Sin embargo, en los últimos años, ciertos sectores han expresado preocupaciones sobre cómo las políticas de inclusión afectan a los derechos de las mujeres cisgénero, generando tensiones internas en el partido.

Reacciones enfrentadas: del respaldo a la condena

La reacción al posicionamiento de Montero y las decisiones del PSOE no se hizo esperar.

Por un lado, la Plataforma Trans, una de las principales federaciones en defensa de los derechos trans en España, expresó su "repulsa e indignación". Según Mar Cambrollé, presidenta de la entidad, estas decisiones representan un retroceso en la lucha por la igualdad: "El PSOE ha iniciado una campaña de criminalización, desinformación y estigmatización contra las personas trans, minando los avances logrados con la Ley Trans", afirmó.

En contraste, colectivos feministas críticos con las políticas trans inclusivas, como la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, respaldaron la decisión del PSOE y rechazaron las declaraciones de Montero. “Lo que está usted defendiendo es que un varón, con ventajas competitivas derivadas de su desarrollo con testosterona, ocupe los podios de las mujeres”, replicaron desde la Alianza en X, calificando la postura de Montero como un ataque a los derechos de las mujeres.

El contexto político: tensiones en la izquierda

Este enfrentamiento entre Irene Montero y el PSOE refleja una creciente división en la izquierda española sobre cómo abordar los derechos de las personas trans y su relación con el feminismo. Mientras que Podemos ha adoptado una postura firme en defensa de los derechos trans, el PSOE ha mostrado un giro hacia posiciones más conservadoras en algunos aspectos, buscando conciliar demandas de sectores feministas clásicos.

La Ley Trans, impulsada por Montero y aprobada en 2022, fue un punto de inflexión en este debate. Aunque celebrada por colectivos LGTBI, también generó críticas desde sectores feministas que consideran que elimina la categoría de sexo como elemento central de la lucha por la igualdad de las mujeres.

El 41º Congreso Federal del PSOE se convierte, por tanto, en un escenario clave para redefinir el enfoque del partido hacia estas cuestiones. La exclusión de las siglas "Q+" y la restricción en el deporte femenino parecen marcar un intento de responder a estas críticas, pero también han abierto un nuevo frente de batalla dentro de la izquierda.

El impacto en el deporte femenino

El debate sobre la participación de mujeres trans en competiciones deportivas femeninas es uno de los temas más polémicos en esta discusión. Los argumentos giran en torno a la supuesta ventaja biológica que podrían tener las mujeres trans debido a su desarrollo inicial con testosterona.

Los detractores, incluidos algunos sectores del PSOE, argumentan que permitir la inclusión de mujeres trans pone en riesgo la equidad en el deporte femenino, una conquista histórica del feminismo. Sin embargo, estudios científicos y expertos en la materia han señalado que las ventajas no son universales y que cada caso debe ser evaluado individualmente.

Por su parte, Montero y los colectivos trans sostienen que estas restricciones no solo carecen de fundamento científico suficiente, sino que perpetúan estigmas y discriminación hacia las personas trans.

¿Un retroceso o una revisión necesaria?

El giro del PSOE en estos temas plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas de igualdad en España. Mientras que los socialistas defienden su postura como una forma de proteger los derechos de las mujeres, sus críticos, liderados por figuras como Montero, ven en estas medidas un retroceso en la agenda progresista.

El debate no se limita al ámbito político, sino que también refleja una fractura social más amplia en torno a la inclusión de las identidades trans en diferentes esferas. La discusión sobre qué significa ser mujer y cómo se deben garantizar los derechos de todos los colectivos plantea desafíos complejos para los partidos y movimientos sociales.

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