Los intereses de Yolanda Díaz han salido ganando con el desembarco en Universidades del catedrático Joan Subirats. El nuevo ministro morado "será, sin duda, un aliado" de la vicepresidenta segunda en el Consejo de Ministros, como recalca a este diario una fuente de su entorno. Subirats tiene más peso político que su antecesor, Manuel Castells, y su ascenso es un guiño a la gestión de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona.
Y es que el propio Subirats ha dejado claro este viernes en Twitter quién ha confiado en él: Yolanda Díaz. Pese a que nombrar y quitar ministros es una prerrogativa presidencial, el nuevo ministro ha lanzado un mensaje importante. En plata, es ministro porque Díaz quiere. Y la vicepresidenta ya se frota las manos, ya que sabe que una vez tome posesión, tendrá a su disposición al único ministro morado 'nombrado' por ella para impulsar un ministerio desaprovechado mediática y políticamente.
La salida de Pablo Iglesias dejó a Díaz sin apoyos directos en Moncloa, porque el exvicepresidente era su gran valedor. La vicepresidenta segunda no tiene la misma relación con las ministras Ione Belarra e Irene Montero. Ambas son amigas y recelan de los planes de Díaz. No es que no la quieran apoyar. Lo hacen porque saben que es la única forma de que Podemos sobreviva. Pero andan inquietas porque no tienen claro qué lugar ocuparán en el proyecto amplio de Díaz, quien no hace más que repetir que lo suyo no va de partidos.
Ahora, los morados recuerdan que quien gana con Subirats no es Yolanda Díaz en particular, sino todo el espacio de Podemos en el Gobierno. Aunque, eso sí, por el mismo motivo: ganar visibilidad y relevancia en un ministerio que consideran "infrautilizado". Tal y como está el clima político, con el runrún electoral resonando cada día con más fuerza por los pasillos del Congreso, un actor más activo en el Consejo de Ministros es un plus.
No obstante, fuentes de los comunes quitan hierro al nombramiento de Subirats. Y no creen que conlleve un mensaje velado a Podemos: "No es una propuesta pensada en la interna del espacio", zanjan. Aunque, en realidad, en el ambiente flota el peso de Colau en la futura plataforma que está cocinando Yolanda Díaz. La alcaldesa de Barcelona quiere dar el salto a Madrid. Y la llegada de su hasta ahora 'número dos' puede servirle de puente para su ambición.
Por eso, en el cuartel electoral de Yolanda Díaz se cuida al detalle cada palabra y foto con Colau. Y, aunque el entorno de la también titular de Trabajo explica que ambas tienen una "excelente relación", hay sectores de morados que apuntan que la vicepresidenta no planea atarse a la alcaldesa, porque representa al primer Podemos y supone un lastre. Vamos, que Díaz la prefiere como alcaldesa. Tanto, que dijo que le apoyaría si decidía repetir en 2023.
Subirats, cerebro 'común' y referente
El nuevo titular de Universidades es uno de los cerebros de los 'comunes'. Subirats está vinculado al partido de Colau desde sus inicios, en 2014, justo cuando la presión independentista se hizo tan fuerte que fracturó a la sociedad catalana en dos. Su perfil de intelectual es similar al de Castells. No obstante, ambos son académicos de prestigio en sus respectivos campos. Es "élite universitaria", según le describe una fuente del partido de Ada Colau.
Eso sí, el coqueteo de Subirats con la política ha sido más intenso que el de Castells. Y no es de extrañar, ya que su campo de especialización es la gobernanza de las instituciones y las políticas públicas. Su primera línea de batalla fue la portavocía de Guanyem, el origen de la herramienta política de Colau. Ya en 2017, cuando la alcaldesa se hizo con las riendas de la ciudad se hico con el comisionado de Cultura.
El campo de especialización de Subirats, además, será una fuente de inspiración para Díaz, centrada en captar talento para la gestión con el que inflar su plataforma. Es más, es que la propia vicepresidenta está construyendo su perfil de líder como referente de gestión. Por eso está obsesionada en pactar la reforma laboral lo antes posible con sindicatos y patronal. Ese logro será el pistoletazo de salida de su futura herramienta política.
Y es que la negociación de la reforma laboral está a punto de llegar a su fin. Las fuentes consultadas apuntan a los últimos días del año para el nacimiento público de la nueva legislación laboral. Y lo cierto es que pese a los intentos de Sánchez de neutralizar con Nadia Calviño el protagonismo de su adversaria en la negociación, el referente del Gobierno en Trabajo sigue siendo ella: la poderosa Yolanda.