Santiago, el padre que violó a su bebé, pasa totalmente desapercibido en la Cárcel Madrid III de Valdemoro. No quiere llamar la atención. Es educado con los funcionarios y pasa solo dos horas al día fuera de su celda. Los funcionarios están desarrollando un efectivo y férreo control de seguridad para evitar que este joven se autolesione o sea agredido por otros internos ante la gravedad de los delitos que se le imputan.
Este padre, que ya es conocido como el 'monstruo de Lucero', lleva más de un mes en prisión provisional desde que la Policía Nacional le arrestara por grabar agresiones sexuales a su bebé cuando apenas tenía seis meses. Desde ese momento se encuentra en la prisión de Valdemoro donde apenas tiene comunicaciones con el exterior.
La aparición de la noticia de su detención provocó que su rostro ya fuera publicado a los pocos días en los medios de comunicación. Desde ese momento, los delitos cometidos por este padre ya eran públicos para el resto de reclusos.
Una cárcel cómoda para el transporte al juzgado
Santiago acabó en la cárcel de Valdemoro para facilitar el trabajo del juzgado encargado del caso, ya que este es el recinto que facilita más su traslado cuando sea llamado. Cabe recordar que su investigación sigue abierta, se siguen practicando diligencias, y es común que sea solicitado por el magistrado.
El padre que agredió a su bebé se encuentra en el denominado como Módulo de Respeto. Su vida discurre como cualquier interno y solo sale de su celda dos horas al día para estar en el patio, según informan a Vozpópuli fuentes penitenciarias.
Santiago es educado con los funcionarios de prisiones y un fantasma para sus compañeros de módulo. No quiere llamar la atención ni ha protagonizado incidentes con nadie. Tampoco ha mencionado los delitos que cometió y sigue parco en palabras. No ha tenido encontronazos.
Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, el perfil de este padre es totalmente compatible con la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real). En esta prisión se reúnen los peores criminales de España y es un complejo de máxima seguridad. No se descarta que cuando avance su proceso judicial este sea su nuevo hogar.
La seguridad del padre preso
Para preservar su seguridad hasta que llegue ese momento, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha incluido a este joven en el protocolo antirrepresalias carcelarias. Esta situación busca preservar su seguridad los meses que se encuentre en Valdemoro.
En todo momento, el padre está acompañado de un funcionario y cuando el trabajador no se encuentra tiene como su 'sombra' un preso de confianza. Las fuentes consultadas aseguran que todo este despliegue ha impedido que se hayan vivido altercados. Otro de sus objetivos es evitar que Santiago tenga deseos de autolesionarse.
Mientras este hombre sigue en prisión, sus dispositivos móviles siguen siendo analizados por la Sección de Informática Forense de la Policía Nacional. Estos especialistas buscarán confirmar, o no, la principal sospecha que tienen los investigadores, a raíz de las primeras pesquisas realizadas, de que el joven comercializaba los vídeos de contenido pedófilo a través de redes sociales con otras personas, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
El análisis de los forenses
Así, las pesquisas de la operación han pasado a manos de esta sección que está adscrita a la Comisaría General de Policía Científica y se encargan de analizar el contenido de soportes digitales. Su objetivo es desencriptar y recuperar archivos eliminados en busca de evidencias electrónicas probatorias de los delitos investigados. Sólo en el último año los agentes han analizado más de 4.000 dispositivos informáticos y electrónicos para aportar pruebas judiciales en sus informes periciales.
En su poder tienen varias pruebas fundamentales recabadas por los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuenca en la casa de la pareja en Pinto. Disponen de un ordenador portátil y dos teléfonos móviles. El dispositivo de la madre de la bebé, en el que también se encontraron vídeos pedófilos, y el del padre que localizaron roto porque, según su testimonio, el detenido tenía "ira" y "furia" del material que consumía y por eso lo lanzó contra el suelo.
En una primera inspección visual, los investigadores hallaron más de un centenar de archivos explícitos. Dos de ellos corresponderían con la agresión sexual del padre a su bebé. Sin embargo, el resto son aún peores, incluso con más violencia, según explican fuentes cercanas al caso a Vozpópuli.
Gala
Buenos días, Borjita. Lindo, dedicate a escribir spots publicitarios, en ese sector vale todo y ni se notara tu falta de sensibilidad. Parece mentira que seas periodista. Muestras una frialdad al escribir sobre este terrible tema como no he visto yo antes. Me hace pensar cómo actuarías tú si la ajada criatura fuera tu hija. De momento, podrías haber comenzado la columna con una simple frase: -" Una lástima que en España no exista la pena de muerte"- En fin...