La alarma se había extendido en los últimos tiempos entre los representantes de joyería de Madrid. Una banda había puesto el foco en sus actividades y varios de estos trabajadores habían sufrido robos. Después de meses de investigación, la Policía Nacional ha conseguido desarticular a este grupo criminal que estaba liderado por un hombre que estaba ingresado en el hospital y se escapaba por las noches para cometer estos atracos con sus 'compinches'
Los miembros de este grupo criminal tenían totalmente controlados a los representes de joyería. Los seguimientos comenzaban en las entidades bancarias donde seleccionaban a sus víctimas. El inició de la investigación se remonta al pasado mes de diciembre.
Ese mes, un representante de joyería denunció que había sido víctima de un robo con fuerza en el interior de su vehículo, el cual se encontraba estacionado en un parking de la localidad de Alcalá de Henares. Los autores se apoderaron de multitud de joyas por un valor aproximado de 30.000 euros, además de un ordenador portátil y una tablet.
Balizaban los coches de los representantes de joyería
La denuncia de este trabajador permitió a los agentes descubrir la existencia de este grupo criminal que de forma habitual se desplazaba a entidades bancarias. En estas oficinas para seleccionaban a víctimas que acababan de extraer gran cantidad de efectivo.
Los integrantes se encontraban perfectamente coordinados. Uno de ellos se introducía en el interior de la sucursal para marcar la salida del cliente que era de interés. En una ocasión se detectó cómo colocaban en los bajos del vehículo de un empresario un dispositivo de geolocalización, para seguirlo fácilmente sin ser descubiertos y así escoger el mejor momento para robarle.
Robo en casa de un empresario
Los investigadores averiguaron que el grupo delictivo también estaría implicado en robos con fuerza en domicilios de Madrid. En uno de lo casos, se logró determinar su participación en el asalto en casa de un empresario mientras se encontraba de viaje, donde según el denunciante se apoderaron de 30.000 euros en efectivo, bolsos, ropa, calzado, joyas y relojes de lujo.
En esos momentos uno de los líderes del grupo se encontraba ingresado en un hospital. Sin embargo, se escapaba durante la noche para cometer la sustracción, utilizando a dos menores de edad, uno de ellos inimputable, para colaborar en los hechos.
Ocupaban casas y las alquilaban
Los miembros de esta organización criminal también se dedicaban a la apertura y ocupación de viviendas para posteriormente destinarlas al alquiler a través de contratos falsos. Esto les generaba grandes sumas de dinero que se repartían entre los participantes.
Tras siete meses de indagaciones, el operativo culminó el pasado mes de julio con la detención de diez personas, una de ellas menor de edad, consiguiéndose la desarticulación del grupo criminal.