Muere el sociólogo, crítico y Premio Nacional de Gastronomía, Lorenzo Díaz. Pareja de la exministra de Trabajo del Ejecutivo de Pedro Sánchez, Magdalena Valerio, Lorenzo Díaz también se atrevió con la radio como colaborador en el programa de Carlos Herrera donde trabajó durante años hablando de gastronomía, actualidad y sociedad. Hay que recordar que Lorenzo Díaz estuvo casado con la también periodista Concha García Campoy con la que además se convirtió en padre de dos hijos, Berta y Lorenzo. Siguiendo los pasos de su madre en el mundo de la información y ejerciendo como periodista, Lorenzo García-Campoy también ha sido uno de los rostros conocidos de Telecinco donde ha recibido un gran cariño por parte de sus compañeros gracias al gran legado que dejó su madre en la profesión.
Reconocido crítico de gastronomía y aficionado a los fogones siempre que tenía oportunidad de ejercer de anfitrión, la propia Concha llegaba a reconocer que era Lorenzo el que se encargaba de las grandes reuniones en casa: "En la cocina quien entra es Lorenzo, que lo hace mucho mejor que yo y además le gusta". Al igual que su exmujer, también su actual pareja Magdalena había alabado públicamente la faceta de cocinillas de Lorenzo: "Llego a casa y tengo la mesa puesta. Siempre con un plato apetecible".
Como no podía ser de otra manera, su hijo Lorenzo recurría a las redes sociales para compartir con sus seguidores un mensaje de despedida de lo más emotivo y especial hacia su padre con el que tenía una unión muy especial, sobre todo tras su reciente paternidad: "Me parte en dos pensar en que nuestra escapada furtiva a Vallecas ayer fue el último trayecto juntos. Pero, quizás conscientes de lo que vendría más pronto que tarde, nunca ocultamos los te quiero, los abrazos y los besos. Me quedo tranquilo con eso y con cómo te has ido, sin hacer un maldito ruido, como siempre", ha escrito Lorenzo en su cuenta de Instagram y ha recogido Europa Press. Junto a estas bonitas palabras, también algunas fotografías de su álbum personal en las que se puede ver una maravillosa complicidad entre padre e hijo con el paso de los años.