España

Omella cambia de bando: de mediador de Junqueras en el procés a relator de Puigdemont para la amnistía

El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, se ofreció como mediador en el procés del 2017. El papa Francisco le frenó en seco tras la intervención de Rajoy

  • El presidente de la CCE, cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, durante la misa de la Mercè en Barcelona. -

El cardenal Juan José Omella (Cretas, Teruel, 1946) es el elegido por Carles Puigdemont como relator entre el Gobierno y el separatismo para avalar la amnistía a los líderes independentistas catalanes y negociar la convocatoria de un referéndum de independencia en Cataluña, tal y como ha publicado Vozpópuli en exclusiva. Omella es arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Goza, por lo tanto, de la plena confianza del papa Francisco.

A Omella, que ya estaba al frente de la archidiócesis de Barcelona durante el golpe a la democracia del 2017, se le considera un intransigente con la cultura woke, defensor de la familia tradicional y firme opositor a la ideología de género. Pero en el plano político ha sabido entenderse con el Gobierno de coalición y ha sido comprensivo con el separatismo. La Conferencia Episcopal dio el visto bueno a los indultos de Pedro Sánchez a pesar de las discrepancias en el seno del organismo.

No es la primera vez que Omella busca un papel de mediación en Cataluña. Siendo arzobispo de Barcelona se ofreció a arbitrar entre la Generalitat y La Moncloa en los momentos más críticos del procés. La protesta airada del Gobierno de Mariano Rajoy ante el Vaticano le costó una desautorización del Sumo Pontífice.

Omella y Oriol Junqueras

Omella actuó en aquel momento de la mano de Oriol Junqueras. El líder de ERC es un católico devoto y practicante. Hoy sabemos que el 20 de septiembre de 2017, día de las protestas lideradas por los Jordis -Cuixart y Sánchez- ante el Departamento de Economía que fueron determinantes en la condena por sedición a los dirigentes independentistas, Junqueras llegó a la Consejería después de una reunión con Omella.

"Hice lo que pude para mediar entre Puigdemont y Rajoy. Me escucharon", dijo Omella tiempo después en Catalunya Radio.

El Ejecutivo se movió rápido en Roma. Y Rajoy citó a Omella en La Moncloa. El ofrecimiento mediador de Omella fue considerado una traición del Vaticano por parte de la diplomacia española. Según creía Exteriores, el arzobispo jamás hubiera hecho esa oferta sin el consentimiento del Papa. Y eso no gustó a Rajoy que batallaba por evitar un incendio internacional.

El tiempo ha colocado a Omella al frente de los obispos españoles después de pasar por diócesis relevantes como Zaragoza y su actual destino Barcelona. Puigdemont le quiere ahora como mediador con el Gobierno. Y ya no está tan claro si está en el bando de Junqueras o en el del ex president, porque ni en el 2017 ni mucho menos ahora Junqueras y Puigdemont son lo mismo.

Candidato ideal para Puigdemont

Omella reúne varios requisitos que le hacen el candidato ideal para Puigdemont. Es el máximo responsable de los obispos en España y tiene relación directa con Francisco, lo que permite conservar el proceso dentro de las fronteras españolas pero con una pata internacional. El cardenal cultiva además una magnífica relación con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que gestiona la relación del Ejecutivo con la Iglesia católica.

Sobre la mesa: amnistía y autodeterminación. Omella conoce bien el sentir nacionalista de la jerarquía eclesial catalana. La Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), que es el órgano que reúne a los obispos de la comunidad catalana, fue el que instó a la mediación de Omella en 2017. El CET también avaló los indultos a los condenados del procés hace dos años sin que Omella les corrigiese en Madrid. La Conferencia Española reconoció, eso sí, que había disparidad de opiniones entre los prelados sobre esta medida de gracia.

La Iglesia vuelve a entrar en los terrenos movedizos de la política si Omella juega finalmente este papel. El cardenal ha dejado dicho que la Iglesia "no tiene intereses económicos, geoestratégicos ni ideológicos particulares". Pero no ha dudado en oponerse de forma contundente en su pastoral a algunos de los preceptos de los que ha hecho bandera la izquierda gobernante.

La pastoral de Omella contra el Gobierno

Todo lo laxo que ha sido Omella con el nacionalismo, lo ha sido de inflexible en temas fundamentales de la moral cristiana como el aborto, el matrimonio homosexual y el papel de la mujer en la Iglesia. El cardenal dijo que las "ideologías pujantes, que se autodefinen como progresistas" han atacado cuatro puntos: "La visión católica del ser humano, la moral sexual, la identidad, la misión de la mujer en la sociedad y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer".

"Estos son aspectos por los que estamos enormemente cuestionados por algunas ideologías, que no toleran la visión de la Iglesia y la menosprecian", dijo Omella en un discurso pronunciado en la apertura de la 119ª Asamblea Plenaria de los obispos españoles celebrada en abril del 2022.

Una visión que está en las antípodas de la que defienden Sánchez y su socia Yolanda Díaz. Pero que podría no impedirle cumplir el encargo de Puigdemont. También Sánchez estaba en contra de la amnistía.

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