Arnaldo Otegi no dio el paso que muchos daban por hecho y no será el candidato de Bildu a Ajuria Enea. El anuncio sorprendió a propios y extraños el pasado lunes pero, según han avanzado los días, el movimiento se considera ahora el "más lógico". Entre otras cosas, porque la candidatura de un condenado por pertenencia a banda armada podría dificultar el gran objetivo del ex líder de Batasuna: un gobierno de la izquierda abertzale a través de un pacto con el PSOE y la lista que presente Podemos.
Ese tripartito de izquierdas lleva siendo la meta de Otegi desde que Bildu facilitó la investidura de Pedro Sánchez en enero de 2020 y permitió, de esta forma el primer gobierno de coalición en la historia de España. Desde entonces, su "obsesión" es repetir en Euskadi ese modelo, pero sabe que, con él como candidato a lehendakari, "se pondría en marcha toda la maquinaria para evitar que el PSOE aceptara cualquier tipo de pacto".
El acuerdo con los socialistas, en todo caso, sigue pareciendo lejano, ya que "Sánchez prioriza, a día de hoy, al PNV". Tal y como dijo Javier de Andrés en la entrevista concedida a Vozpópuli, "el PSOE no sabe lo que va a hacer el PNV si le sacara del Gobierno Vasco y le da más seguridad quedar mal con Bildu que quedar mal con el PNV".
La tesis del nuevo líder del PP vasco es compartida por compañeros de partido y también rivales, pero las fuentes consultadas destacan que Ortuzar es consciente del movimiento de Otegi y ha tenido que mover ficha en el PNV, sacrificando a Iñigo Urkullu e impulsando a Imanol Pradales como candidato: "Algo de riesgo ha debido ver Andoni para tomar esa decisión".
Un "candidato blanco"
El riesgo, a día de hoy, son unas encuestas demoscópicas nada favorables para los nacionalistas vascos. El último Eusko Panel, difundido ayer mismo por Electomanía, sitúa a Bildu como la primera fuerza política en el País Vasco de celebrarse hoy elecciones.
Los abertales lograrían, según este estudio demoscópico, los abertzales obtendrían un 32.9% de los votos, superando por escaso margen al PNV, que alcanzaría un 32.4%.
Con estos votos, Bildu alcanzaría la cifra de 26 escaños, uno más que en la pasada legislatura, y 'desempataría' con con el PNV, que se quedaría en 25. El Partido Socialista de Euskadi, que se mantendría como tercera fuerza política con el 14,4% de los votos y los 11 escaños actuales, sería la llave de gobierno, y tendría que elegir entre los nacionalistas y los abertzales. Ambos, claves con sus votos en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez, por tanto, tendría que elegir y Arnaldo Otegi, pese a asumir que el PSOE está a día de hoy mucho más próximo al PNV y el PNV busca aproximarse aún más al PSOE echando a Urkullu, quiere "quitar argumentos" a Ferraz para vetar un pacto con su partido.
El propio líder abertzale, de hecho, tiene claro cuál debe ser su papel y así lo expresó a los medios tras confirmar su renuncia: "Cada uno ha de estar donde le corresponde, y yo creo que mi sitio no está en el Parlamento de los tres territorios, sino construyendo puentes, negociando, mucho trabajo y poco ruido, habrá que hilar fino, ser ambiciosos. En ese espacio es donde yo podré aportar lo mejor de mí mismo".
Arnaldo va a buscar un candidato blanco, sin antecedentes de pertenencia a ETA
Por ese motivo, explican las fuentes consultadas por Vozpópuli, "Arnaldo va a buscar un candidato blanco, sin antecedentes de pertenencia a ETA, para que esa no sea la excusa para no pactar con Bildu". El aspirante a Ajuria Enea, en todo caso, "sí tendrá guiños claros" al mundo abertzale, "como un abogado de presos, o algo similar".
Otegi ha reconocido que la coalición abertzale ya está en la búsqueda de candidato, y que la decisión se tomará pronto. Sobre todo, teniendo en cuenta que, según los cálculos de la mayoría de partidos vascos, las elecciones se adelantarán al primer trimestre de 2024.
BEJOTA
Te Recuerdo ,otegi, Que Berer "potos"entre Amigos Y Frecuentar Los "txokos " Entre Hombres ,es El Matriarcado Vasco , Causa De FrustraciÓn, Violencia Y Borrachos.