Siempre se llevaron bien y ahora se reencuentran. Alfonso Alonso acudirá como compromisario al cónclave del PP que designará como presidente a Alberto Núñez Feijóo. Así, el exministro y exalcalde de Vitoria reaparecerá en la política tras dos años sin hacerlo después de su abrupta salida. Es un regreso quizás parcial, porque diversas fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que no volverá al PP vasco pero ya hay quienes lo ubican en el núcleo duro del nuevo líder popular.
Más en concreto, este miércoles se conoció que Alonso intentará ser compromisario por Álava en el congreso nacional del PP. Necesita los votos de sus correligionarios y no parece difícil que los logre, teniendo en cuenta su predicamento en las bases populares de Euskadi, en general, y de la provincia citada, en particular.
En todo caso, la reaparición del expresidente del PP vasco es simbólica. Porque constituye una prueba clara de que corren nuevos tiempos en este partido. Alonso fue uno de los apoyos de Soraya Sáenz de Santamaría en la carrera por suceder a Mariano Rajoy al frente de la formación de centroderecha. Tras la derrota en el congreso, se mantuvo al frente de los populares vascos. Pero lo cierto es que vivió fuertes discrepancias con la dirección nacional que encabezaban los ahora dimisionarios Pablo Casado y Teodoro García Egea.
Segundo plano...hasta ahora
Esa lucha contra Génova acabó de la peor forma posible. A raíz de las diferencias por ahormar una alianza electoral en Euskadi con Ciudadanos, Casado y Egea decidieron decapitarlo políticamente y sustituirlo por Carlos Iturgaiz como candidato a lehendakari a las puertas de las elecciones autonómicas vascas de 2020. Desde entonces, Alonso se ha mantenido alejado de los focos y ha trabajado en la consultora que dirige el ex del PSOE Pepe Blanco.
Así las cosas, el simbolismo de la vuelta de Alonso es evidente. Cuestión distinta es qué hará en el partido el exministro después del cónclave. Algunas fuentes afirman a que no volverá a la política pero otras aseguran que sí volverá a la primera línea. Así, por ejemplo, El Correo ya apuntaba a que formará parte del grupo más cercano a Núñez Feijóo. Unos y otros sí coinciden en que no volverá al PP vasco.
Buena relación
La relación entre ambos políticos siempre ha sido buena. A Feijóo no le gustó nada cómo salió Alonso del partido por decisión de Génova, a pocas semanas de las elecciones autonómicas vascas y gallegas. Nunca escondió su malestar por aquello y siempre reclamó que su compañero de filas volviera.
Sin ir más lejos, allá en febrero de 2020, poco después de que Alonso fuera fulminado por la dirección nacional y poco antes del inicio de la pandemia, Feijóo ya reclamaba el regreso del caído a la primera línea política. Afirmaba, en concreto, que siempre tendría "las puertas abiertas" en el partido porque "lo necesitamos". "Me gustaría que volviera. Cada vez que tengo ocasión de pedirlo, lo intentaré".
Reveladoras palabras que cobran aún más sentido cuando Feijóo se dispone a coger los mandos del PP.
