Alarma general en Génova. El intento de pacto de todos contra el PP apuntado en Murcia ha hecho saltar todas las alertas en el equipo de dirección del partido. Un 'pacto del Tinell' en cada comunidad podría dejar al Partido Popular fuera del gobierno en casi todas las comunidades salvo mínimas excepciones como Castilla la Mancha, Rioja y quizás Castilla y León. Es el peor de los escenarios posibles y no parece demasiado improbable.
Murcia ha sido el detonante. El acuerdo impulsado por todos los partidos para dejar fuera del gobierno regional al PP ha sumido en la preocupación a los estrategas de Génova. Ciudadanos se sumó en un principio a este pacto, pero una llamada de Rivera hizo dar marcha atrás a Miguel Sánchez, su candidato en esa comunidad. El cordón sanitario contra los 'populares' empieza a cobrar visos de realidad. Es la gran pesadilla del PP, que teme verse desalojado del poder territorial en prácticamente toda España. Dolores Cospedal lo ha advertido este fin de semana en una intervención contundente: "Están todos sin excepción en ese pacto anti PP. Lo han hecho en Castilla la Mancha, lo han intentado en Murcia y ahora no saben si lo hacen o lo dejan de hacer".
La excusa de los partidos de la oposición es muy básica y lineal: un pacto por la regeneración para expulsar del gobierno regional al PP. Una propuesta que en principio parecía tan sólo una idea vaga y genérica pero que empieza a concretarse. Ya se ha visto en Andalucía, donde Ciudadanos se abstuvo, junto a Podemos, en la elección de un personaje muy atrabiliario para presidir la Mesa del Parlamento. Y se ha concretado en un plantemiento muy singular en Castlla la Mancha. En Murcia se truncó en el último minuto, pero las puertas siguen abiertas.
Objetivo prioritario
Impedir que gobierne el Partido Popular parece ser el objetivo único de esta estrategia que impulsa el PSOE y que cuenta, desde luego, con el respaldo de Podemos, de IU y, según y donde, incluso con Ciudadanos. El partido de Rivera no quiere aparecer como la 'marca blanca' del PP, de ahí que se distencia todo lo posible del partido de Rajoy. No le importaría aparecer en según qué gobernos autonómicos junto al PSOE.
En la Comunidad Valenciana se da por hecho que Carolina Punset pueda llegar a algún tipo de pacto con otras fuerzas para cerrar el paso de Fabra a la presidencia. La situación en Madrid es mucho más abierta. Antonio Carmona, candidato socialista a la alcaldía, da por hecho que el PSOE prácticamente ha cerrado ya un pacto con Ciudadanos, extremo que éste partido desmiente con firmeza.
Dos postulados están absolutamente claros. Por un lado, resulta evidente que Ciudadanos puede decidir el color de gran parte de los gobiernos autonómicos y no está claro qué hará finalmente. Y por otro, que el PP necesitará el apoyo de algún partido para mantenerse en el poder en la mayoría de las regiones. Y que desconfía de cuál será finalmente la decisión que adopte el partido de Rivera.
Las dudas irán creciendo, sin duda, conforme se aproxime la fecha electoral. Nadie quiere significarse antes de que se concrete el voto en las urnas. Pero en el PP se teme, cada vez con mayor preocupación, que el 'cordón sanitario' se concrete y le deje fuera de los gobiernos de prácticamente toda España. Un escenaro pavoroso asoma por la puerta. El tiempo lo dirá.