Al menos dos policías han echado mano a la cartuchera de su pistola en los últimos días en las manifestaciones que se ha venido produciendo en Madrid. La primera fue cuando el 22-M un grupo de diez a quince personas estaba destrozando una furgoneta de la policía municipal. El agente que conducía se preparó para sacar el arma y comenzó a desenfundar... La llegada de más policías en auxilio de este vehículo y su ocupante evitó que tuviera que hacer uso de ella.
Este miércoles, en la Ciudad Universitaria varios agentes se vieron rodeados con su vehículo entre dos barricadas de contenedores. De pronto aparecieron unas cincuenta personas en actitud agresiva y con palos. Uno de los agentes desenfundó su arma reglamentaria lo que hizo que los atacantes huyeran.
Por otra parte, la policía distribuyó una nota interna en la que se de decía que “se ha tenido conocimiento de que en el entorno antisistema se ha abierto una iniciativa denominada cazar a un policía”.
El mismo comunicado dice que se tiene constancia de un primer incidente de este tipo en el que se ha quemado un contenedor del madrileño barrio de Moncloa "para atraer efectivos policiales a los que han atacado unas cincuenta personas al llegar al lugar”.
“Este plan de acción -señala el comunicado interno- también podría consistir en realizar llamadas solicitando patrullas para resolver hechos ficticios, sorprendiéndoles y agrediendo a sus integrantes cuando acuden al lugar. Para ello aprovecharían la superioridad numérica planificada al efecto”.
Responsables de la Policía reconocieron a Vozpópuli que la situación que se ha generado tras las agresiones ha producido nervios en los cuerpos policiales y están seguros de que la profesionalidad de los agentes terminará por calmar la situación y evitar alguna "situación no deseada".