En España cada vez hay más hombres que, bien por necesidad o bien por vocación, son amos de casa. En concreto, el país cuenta ya con 359.400 hombres inactivos por labores del hogar, según recoge la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2019.
La cifra supone un incremento del 55% si se compara con los 232.400 que se contabilizaron en el primer trimestre de 2007, en el preámbulo de la crisis económica. En 2002, hace 17 años, solo había 100.100. Sin embargo, el dato aún está a años luz de alcanzar al de las mujeres que se dedican a las tareas del hogar. Aunque estas son cada vez menos si se comparan con años anteriores.
En el primer trimestre de 2019 se han anotado 3.298.800 amas de casa, es decir, casi tres millones más que hombres
De acuerdo a la EPA, en el primer trimestre de 2019 se han anotado 3.298.800 amas de casa, es decir, casi tres millones más que hombres. Eso sí, en el año 2007 había 4.402.300 y en 2002, hasta 5.006.900, por lo que la cifra de mujeres inactivas por dedicarse a labores del hogar habría descendido más de un 34% en 17 años.
Andalucía, Cataluña, Madrid...
Por comunidades autónomas, Andalucía es la que más amos de casa tiene, con un total de 71.702 en el primer trimestre de 2019. Le siguen Cataluña, con 45.110 y Madrid, con 42.014. A continuación se sitúan los 35.011 valencianos y los 31.813 gallegos.
En el caso de las mujeres se perciben algunas diferencias. Las andaluzas se sitúan en primera posición con 679.402, pero Madrid sube al segundo puesto con 422.900. Las 407.710 catalanas estarían en tercera posición. Después aparece la Comunitad Valenciana con 348.511 amas de casa y Galicia con 170.613.
Los datos del aumento de amos de casa concuerdan con la tendencia general a participar cada vez más en el reparto de tareas del hogar por parte de los hombres. Aunque según diversos estudios todavía falta mucho para alcanzar un equilibrio entre hombres y mujeres en labores domésticas.
La participación de los hombres en las tareas del cuidado y del hogar ha aumentado, pero en las tareas que llamamos 'de ejecución', no en las 'mentales'
"Como comportamiento general, vemos que sí ha aumentado la participación de los hombres en las tareas del cuidado y del hogar. Sin embargo, estas tareas son las que llamamos 'de ejecución' que tienen un claro inicio y fin y que se puede contabilizar en el tiempo mientras las realizas. Por ejemplo, el haber estado una hora haciendo la compra", explican desde Club de las Malasmadres, una asociación virtual de la que forman parte más de 500.000 mujeres de todo el país.
Sin embargo, dicen, las tareas "mentales" son las de planificación y organización. "Estas siguen recayendo sobre la mujer y el hombre está ausente. Solamente participa de la tarea mental de 'llevar las cuentas del hogar', pero es una tarea asociada al rol tradicional de género en el que el hombre tiene control de la economía familiar", consideran.
Apuestan por tareas visibles
Según fuentes de la asociación, los hombres suelen apostar por las tareas visibles, "las que se ven y se miden en el tiempo", mientras que ellas "siguen siendo las responsables de las tareas invisibles, aquellas que por realizarse de forma paralela a otras actividades permanecen ocultas a los ojos de la sociedad, incluso a los ojos de quiénes las realizan".
De acuerdo al estudio sociológico 'Somos Equipo' elaborado por este club -donde los hombres suponen solo el 3% de miembros-, el 58% de las mujeres aparca o ralentiza su carrera profesional tras tener hijos y permite así que sus parejas continúen con su trayectoria laboral.
De hecho, los padres solo renuncian a seguir progresando en el trabajo en el 6,2% de los casos cuando se enfrentan a la misma situación. El informe fue realizado a partir de 24.000 entrevistas sobre la corresponsabilidad en las familias españolas y destaca la importancia de trabajar, precisamente, "como un equipo" en el hogar.
Otro informe reciente, titulado Coste de oportunidad de la brecha de género y elaborado por ClosinGap, refleja que las mujeres en España dedican al hogar y a la familia casi dos horas más al día que los hombres y que esta dificultad tiene un potencial económico superior a los 100.000 millones de euros, un 8,9% del PIB de 2017.