Este viernes era día del estreno para el nuevo Gobierno y su portavoz, la ministra de Educación, Isabel Celaá, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Todo iba razonablemente bien hasta que, aproximadamente, a mitad del turno de preguntas, y cuando los periodistas la estaban atornillando con el desafío catalán, Celaá afirma en modo anuncio que Hacienda ha dado instrucciones a los bancos para que la Generalitat pueda pagar sin necesidad de autorización del Ministerio.
"¿Significa eso que se levanta el control establecido en septiembre solo a la Generalitat o también que la supervisión mensual derivada de los controles a las autonomías -no solo Cataluña- que reciben dinero del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) porque no se pueden financiar en los mercados?", se lanzan a preguntar acto seguido los informadores.
Pero, lejos de aclarar matiz tan importante, ahora que se habla de una inminente reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Quim Torra, la ministra no lo hace; e insiste en que se ha hecho como gesto y en la confianza de que "funcionará bien" porque "nosotros venimos a normalizar".
Hacienda aclara que lo único que ha hecho es "culminar" el levantamiento "automático" del 155 en Cataluña por lo que respecta al aspecto económico
La forma en que Isabel Celaá comunica ese levantamiento de la supervisión bancaria hace que hasta el nuevo secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, piense lo mismo que los periodistas: que estamos ante una primera decisión política de gran magnitud.
Tendrían que pasar varias horas hasta que el Ministerio de Hacienda aclarara el entuerto a través de un comunicado. Lo que ha hecho es "culminar" el levantamiento de los controles económicos derivados de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que decayó la pasada semana con la toma de posesión de todos los consejeros de la Generalitat.
Este mecanismo era uno de los resortes que era preciso desactivar tras el levantamiento "automático" de la intervención. "No obstante", prosigue la nota, "la Generalitat de Cataluña continúa sujeta a los mecanismo de control sobre el gasto" al que están sometidas todas las comunidades que reciben dinero del FLA.
Para cuando llegó la aclaración, el incendio político ya se había destado. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, habla de "pago" a los separatistas, y el PP se lanza a la yugular de Pedro Sánchez que, en ese momento, estaba hablando con Torra para entrevistarse durante los próximos días.
Sánchez en su primera decisión paga una de las hipotecas de su pacto con los separatistas y levanta el control de las cuentas en Cataluña. Será suya la responsabilidad de lo que Torra destine a reactivar el proceso contra nuestra democracia. Grave error. https://t.co/cKl3D2qzsf
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) June 8, 2018
Los populares quieren El PP ha registrado en el Congreso la solicitud de comparecencia urgente en pleno del presidente del Gobierno, para que informe de sus supuestos pactos con partidos "radicales, independentistas y proetarras" que, según el PP, le permitieron ganar la moción de censura y llegar al Ejecutivo.
En su solicitud, el Grupo Popular reclama la celebración de un pleno extraordinario en el que los diferentes partidos puedan presentar además propuestas de resolución, como ocurre en los debates del estado de la nación.
Así lo anunció en rueda de prensa el secretario general del grupo parlamentario popular, José Antonio Bermúdez de Castro, este mismo viernes por la tarde. Bermúdez criticó duramente la decisión hoy del Gobierno de levantar el control previo de los pagos bancarios de la Generalitat de Cataluña.
"Hoy hemos empezado a conocer el precio por apoyar la moción de censura", denunció Bermúdez de Castro, que ha alertado de que el control sobre esos pagos se levanta "sin ninguna garantía" e incumpliendo el acuerdo al que había llegado Pedro Sánchez con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
