Se avecinan días clave para el futuro económico y social de las Comunidades Autónomas en España. Consciente de ello, pues es una lucha que lleva abanderando muchos meses, Isabel Díaz Ayuso ha agitado el tablero político desde distintos ángulos contra el Gobierno de la nación, presidido por Pedro Sánchez.
Todo cambió el pasado verano, cuando PSOE y ERC pactaron a espaldas del país un acuerdo para la independencia fiscal de Cataluña, algo inaudito para el sistema de financiación autonómico, poniendo en serios apuros el futuro de la caja común de todos los españoles.
El concierto catalán, peaje por sentar a Salvador Illa al frente de la Generalitat, ha prendido el último trozo de mecha que quedaba incandescente contra las acciones del Ejecutivo central. Desde la Comunidad de Madrid han seguido una hoja de ruta contundente en temas troncales como la amnistía, el caso abierto contra Begoña Gómez por su cátedra o este acuerdo fiscal.
El presidente del Gobierno ha iniciado la ronda de contactos con presidentes autonómicos. Este viernes, Pedro Sánchez se verá con Imanol Pradales, lehendakari vasco, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.
Dos de ellos barones autonómicos del PP, los mismos que hace diez días, en el Palacio de los Duques de Pastrana cerraron filas en torno a Alberto Núñez Feijóo y la apuesta de Génova por negociar la financiación autonómica de forma multilateral.
"Lo que es de todos se negocia entre todos". Así de contundente se mostraba el PP tras unas horas previas con ciertas tensiones por las palabras de la propia Ayuso, las cuales animaban a los barones a no acudir a Moncloa si el presidente les citaba para hablar de temas pecuniarios.
Lo que Ayuso desea por activa y por pasiva es la convocatoria de la Conferencia de Presidentes, asunto que Sánchez lleva obviando más de dos años, y por la cual la presidenta presentó ante el Tribunal Supremo un recurso que fue admitido a trámite el pasado 30 de julio. Ahí, junto al resto de mandatarios autonómicos, el PP y la CAM sí se sentarán a hablar de financiación.
¿Acudirá Ayuso a Moncloa?
La gran pregunta que ronda estos días es saber si Isabel Díaz Ayuso acudirá o no a Moncloa para verse con Pedro Sánchez. Pero para responderla, antes había que saber si éste ha llamado a la presidenta madrileña. Cuestión a la propia Ayuso respondió ayer en el plató de 'La Mirada Crítica', confirmando que, de momento, "no me han llamado para ir a Moncloa".
De producirse ese contacto, el cual es de esperar en los próximos días, cuando Sánchez vaya despachando a las diferentes autonomías, que acudirán por orden de aprobación de sus estatutos, la pelota está en el tejado de la CAM.
Para Ayuso, hay tres condiciones que deben darse para que acuda a dicha cita en el palacio presidencial. La primera, que el orden del día esté pactado de antemano. Una agenda predeterminada con los asuntos que se van a tratar entre ella y Sánchez. No quiere, como ya ha reiterado varias veces, "ir a Moncloa a tomar un café y que me despachen".
La segunda, íntimamente relacionada con la primera, es que el asunto de la financiación de la Comunidad de Madrid no estará encima de la mesa. El posicionamiento del Ejecutivo autonómico es claro aquí, no hablarán de dinero hasta la Conferencia de Presidentes. Punto capital.
Por último, se abordarán materias que afecten directamente a la vida de los madrileños. El principal, el abandono que sufre Cercanías en la región, donde las incidencias del verano se cuentan por centenares, obligando a sus usuarios a jornadas de retrasos y cambios a diario.
Además, la conciliación laboral es algo a lo que el Ejecutivo de Ayuso da mucha importancia, tal y como mostró con su medida de jornada partida en los colegios madrileños. En materia fiscal, Madrid pedirá respeto y libertad para seguir aplicando sus políticas con tranquilidad.