El PSOE arranca este viernes la campaña electoral europea, municipal y autonómica con el ánimo por las nubes tras la macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS); sobre todo porque ese sondeo pronostica que los socialistas tienen posibilidades de arrebatar al PP, por vez primera en un cuarto de siglo, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que pasaría a estar presidido por Ángel Gabilondo. Hasta Navarra podría caer en manos del PSOE en virtud de pactos con Geroa Bai y EH-Bildu, según el trabajo del instituto oficial dirigido por José Félix Tezanos.
Claro, que las 18.000 entrevistas fueron previas a las elecciones generales del 28 de abril y, por tanto, en ambientes políticos, también socialistas, hay dudas de que pueda estar contaminado por la dinámica de esos comicios, que demostraron un aumento sustancial del voto a la izquierda y a los nacionalistas en Cataluña y País Vasco, para frenar a Vox.
Por ejemplo, en Madrid capital la suma de votos de PP, C's y Vox en las elecciones generales llegó casi al 54%, pero este macrosondeo del CIS sostiene que la alcaldesa, Manuela Carmena (33%) seguirá en el cargo sumando una supuesta mayoría absoluta con el PSOE (18%); enfrente PP (23,8), C's (14) y Vox (6), se quedarían en un 43,8% frente a ese 54% de voto real tan solo dos semanas antes.
4. La cercanía de las elecciones permiten comprobar el sesgo del método Tezanos del voto crudo y que abandonó en la pre del 28A, como expliqué en su momento. pic.twitter.com/z9XOfKesad
— Narciso Michavila (@nmichavila) May 9, 2019
En la sede de Ferraz preferían este jueves obviar esa contradicción y centrarse en que Emiliano García-Page, Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán conservarían, según ese sondeo, los gobiernos de Castilla-la Mancha, Extremadura y Aragón, que junto con la Comunidad Valenciana, recién revalidada por Ximo Puig, son la 'joya de la corona' autonómica de los socialistas. Todo un bálsamo después del batacazo en Andalucía donde el diciembre pasado Susana Díaz perdió la Junta por primera vez en 36 años.
Incluso en Asturias, donde es más complejo el mapa multipartidista, el socialista Adrián Barbón podría relevar a Javier Fernández, que deja la política; y hasta en la Rioja podría gobernar Concha Andreu mediante un pacto con Unidas-Podemos.
Cuentan también los socialistas con que sus principales alcaldables, Óscar Puente en Valladolid; Abel Caballero, Vigo; y Juan Espadas, Sevilla, revaliden al frente de sus consistorios. Y en Valencia, según el CIS, se podría reeditar con cierta facilidad el acuerdo con Joan Ribó para que siga la izquierda al frente de la Alcaldía.
El PSOE va a luchar contra la abstención porque teme una participación mucho menor que el 28 de abril (75,7%) y que eso se combine con un reflujo de voto de Vox hacia el PP
Dos son los grandes temores en Ferraz: que baje mucho la participación en estas elecciones locales del 26 de mayo respecto a la altísima (75,7%) registrada las generales del 28 de abril, y que haya reflujo del voto a Vox a favor del PP. Ambos fenómenos cruzados serían letales para las aspiraciones socialistas porque existe la convicción de que el aumento de la abstención perjudicaría en esta ocasión a la izquierda.
Hay que tener en cuenta que en las elecciones municipales celebradas en España nunca se ha llegado al 70% de participación. Tradicionalmente, la mayor participación se registra en la elecciones generales, mientras que las europeas son las que menos movilizan a los españoles; en esta ocasión serán más ciudadanos los que introduzcan su papeleta porque no se celebran en solitario, como ocurrió en 2014.
La máxima abstención en unas elecciones locales se alcanzó en su primera celebración en 1979, que fue del 37,49%. Posteriormente se han alcanzado cifras similares en una tres ocasiones, durante las municipales de 1991 (37,22), 1999 (36,01), 2007 (36,03) y 2015 (64,93%).