Era el tema del día. Todos los periodistas congregados ayer en la Asamblea de Madrid para cubrir el Pleno buscaban a la misma protagonista, pero esta nunca apareció. Loreto Arenillas, ex jefa de gabinete del defenestrado Íñigo Errejón, ha sido la gran protagonista de los últimos días en la actualidad política de Más Madrid.
Hace dos semanas, cuando el 'caso Errejón' estalló llevándose por delante al otrora portavoz de Sumar bajo acusaciones de supuestos agresiones sexuales, las miradas apuntaron hacia Más Madrid, formación fundada por Errejón y que debía dar las explicaciones pertinentes.
Tras días de incertidumbre, silencios y señalamientos en redes sociales, las tres portavoces del partido, Mónica García, Rita Maestre y Manuela Bergerot, dieron el lunes de la semana pasada una rueda de prensa donde no anunciaron ninguna dimisión, tan solo pusieron bajo el radar a Loreto Arenillas, diputada en la Asamblea de Madrid.
Su papel en el encubrimiento de un hilo de Twitter que acusó, en verano de 2023, a Errejón de una supuesta agresión en un festival de música de Castellón, ha servido a la cúpula de Más Madrid para convertirla en un chivo expiatorio y quitar toda responsabilidad a la dirección.
Para repasar brevemente los hechos, Arenillas comunicó a García y Bergerot, tras tener conocimiento de los hechos, que había hablado con la víctima y había solucionado el asunto. Las líderes, saltándose a la torera los códigos internos, decidieron creer a Errejón, enterrando el asunto.
Uno que salió a la luz, de nuevo, por la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá, a la que se sumaron más declaraciones anónimas de otras mujeres señalando comportamientos idénticos. Más Madrid atajó la crisis pidiendo a Errejón que dimitiese de todos sus cargos, algo que hizo sin titubear y con carácter inmediato.
A Arenillas le pidieron el acta de diputada, algo que, en un principio, anunció que haría, pero el asunto se ha ido enquistando por las constantes presiones de la formación a la diputada. En un comunicado publicado hace unos días, la diputada se revolvió, alegando que pondría su caso en manos de la comisión de garantías, además de asegurar que no iría al grupo mixto, amenazando el liderazgo de Más Madrid en la Asamblea con 27 diputados.
Por todo ello, el Pleno de ayer serviría de termómetro para conocer de primera mano cómo está la situación interna. Arenillas no se presentó, dejando vacío su asiento en la cámara regional. Cuestionada por esta ausencia, Manuela Bergerot echó balones fuera ante los medios, alegando que "era lo normal en este tipo de procesos" que la diputada no se presentase.
Además, hemos conocido que tampoco ha solicitado el voto telemático, por lo que no hay ningún motivo médico o personal detrás, solo la rebeldía y el enfrentamiento con Más Madrid. Un absentismo que vuelve a poner en jaque, una vez más, la brecha abierta entre la cúpula y algunos miembros de la formación, que siguen estupefactos por la actuación de las gerifaltes.
Aunque desde Más Madrid insisten en que "confían" en la palabra dada por Arenillas, el comunicado posterior hace pensar que el asunto está lejos de solucionarse. Las enormes presiones internas harán su parte, pero la decisión de entregar su acta es puramente suya. Las semanas pasan y el 'caso Errejón' pasa más factura al partido feminista de la Asamblea.
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