La 'guerra' de los madrileños con Madrid 360 amenaza con perpetuarse durante mucho tiempo. Desde que esta iniciativa fue inaugurada en 2018, entonces bajo el nombre de Madrid Central, millones de ciudadanos, también de otras partes de España, están sufriendo sus consecuencias.
Lo que empezó siendo únicamente la denominada 'almendra central', que restringía el acceso de vehículos al centro de la capital, se amplió, bajo la bandera de Madrid 360 y el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida, a decenas de ubicaciones de Madrid, las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Estas, gracias a un recurso de Vox, se encuentran 'tumbadas' por el TSJM, aunque, hasta que no caduque el plazo concedido al Ayuntamiento para recurrir o arreglar la actual ordenanza de movilidad, seguirán en vigor e imponiendo multas a los infractores.
Todo hace indicar que el Consistorio reculará, modificando los epígrafes que le solicita la justicia madrileña para poder seguir manteniendo Madrid 360, un proyecto que desde el Ayuntamiento consideran clave para alcanzar la excelencia medioambiental.
Sin embargo, miles de coches están siendo discriminados por no tener la etiqueta de distintivo ambiental correspondiente. De hecho, a partir de enero de 2025, aquellas que no posean etiqueta B, C, Eco o 0, no podrán circular por Madrid, ni tan siquiera por la M30 y M40. Del mismo modo, todos los trabajadores que tengan que repartir por Madrid 360 o posean su negocio en alguna de sus zonas, también se verán perjudicados.
La Comunidad de Madrid repartirá 8,4 millones en ayudas
Según informó ayer el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la Comunidad de Madrid ofrecerá ayudas de hasta 2.000 euros para el achatarramiento de vehículos sin distintivo ambiental, en el caso de que, además, se adquiera uno nuevo con etiqueta ECO o Cero emisiones.
Esta nueva línea de subvenciones se encuentra recogida en el Plan Mueve Madrid, cuyas normas reguladoras y el procedimiento de su concesión directa fueron aprobadas, como decíamos, por el Consejo de Gobierno. En total, están valoradas en 8,4 millones de euros.
Serán beneficiarios las personas físicas, mayores de edad, residentes en municipios madrileños, así como los profesionales autónomos y pequeñas y medianas empresas que desarrollen su actividad económica en zonas de bajas emisiones. Con este enfoque, se busca aliviar el impacto de las limitaciones de circulación, facilitando a estos grupos el acceso a vehículos más eficientes y sostenibles. Para ellos irán destinadas el 30% de estas subvenciones.
Entre los incentivos incluidos con el Plan Mueve Madrid está la concesión de bonos ambientales de movilidad cero emisiones por valor de 1.250 euros, para el uso de servicios de transporte compartido durante un periodo de dos años. También, el abono transporte de la zona tarifaria C2 durante un periodo de 3 años o una ayuda de 1.000 euros.
El Plan Mueve Madrid contempla también la autorización directa de ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos. Así, para las bicicletas de dos ruedas con pedaleo asistido y una potencia inferior o igual a 250 W, el Gobierno regional dará un máximo de 600 euros; para los ciclos de tres ruedas, 1.500 euros; las bicicletas de mano asistidas, 1.000 euros; y los ciclomotores de dos ruedas tipo scooter, 700 euros.
20.000 euros para vehículos de hidrógeno en Taxi y VTC
Asimismo, la Comunidad de Madrid ofrecerá hasta 20.000 euros para la compra de coches eléctricos de células de combustible que se destinen al uso de taxi o de servicios de vehículo de transporte con conductor (VTC), de categoría M1 (menos de ocho asientos, sin contar el del conductor). Se podrán beneficiar autónomos y pymes.
En la actualidad, hay menos de 10 vehículos de este tipo circulando por Madrid. Por ello, se busca la introducción a través de este sector, que servirá de ejemplo demostrativo de esta nueva tecnología, de manera similar a lo que sucedió con los coches híbridos en sus inicios.
El objetivo de la CAM es fomentar un nuevo modelo de movilidad sostenible en la región mediante el impulso de vehículos para el transporte urbano personal y compartido que, a su vez, contribuyan a dinamizar la economía madrileña y a favorecer la transición hacia la economía circular.