Política

El Gobierno se encamina hacia su cuarta gran derrota parlamentaria con la Ley de Extranjería

El PP confirmó su 'no' este lunes, tras una reunión telemática 'in extremis' a la que Sira Rego no se conectó. Sánchez está en manos de Junts para aprobar la toma en consideración del texto

Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez. EUROPA PRESS / Eduardo Parra.

El Gobierno se encamina este martes hacia su cuarta gran derrota parlamentaria con la Ley de Extranjería. Los socialistas rechazan retirar el texto, que se debe someter a consideración, pese a no tener los votos necesarios amarrados. El último Pleno del curso examina hasta siete iniciativas, vota los vocales del CGPJ pactados entre PSOE y PP y también la senda de déficit. Pero no todo serán golpes.

No es ningún secreto a voces que Pedro Sánchez adolece de una una gran debilidad parlamentaria. Cuando las votaciones se suceden y las derrotas se suman, se hace aún más patente. El presidente del Gobierno sufrió en mayo dos desastres legislativos en apenas 48 horas que le hicieron bastante daño. Moncloa vio caer su ley contra el proxenetismo y se vio obligada a retirar su Ley del Suelo por falta de apoyos en la Cámara.

En el caso del proxenetismo, el PSOE se quedó tan solo que hasta su socio de coalición, Sumar, así como el resto de aliados de investidura y el PP, votaron en contra. Por ello, la propuesta no se tramitó. Además, ningún grupo parlamentario mostró su adhesión al texto durante el debate en el pleno. Más bien lo contrario: las críticas fueron unánimes. La mayoría fueron reproches por utilizar el Código Penal para abordar la prostitución sin incluir planes de acompañamiento, soluciones habitacionales, o la derogación de la Ley de Extranjería. 

A colación de esta última norma, que ha cobrado un gran relieve informativo debido a la gran crisis migratoria que vive Canarias, el PP confirmó este lunes que votará 'no' tras mantener una reunión telemática con el Ministerio de Infancia. A la llamada se conectó la responsable de Igualdad y Conciliación del PP, Ana Alós, pero no Sira Rego. "La ministra ha considerado que con mandar a un secretario de Estado y un jefe de gabinete para convencer al PP era suficiente", lamentaban fuentes de Génova a última hora de la tarde de lo que consideran un agravio.

Cabe recordar que eran seis las exigencias del PP. Que se declare la "emergencia migratoria para todo el territorio nacional", más financiación para las CCAA, que se garantice por la Fiscalía que "efectivamente son menores" los migrantes tratados como tales, que se redoble la colaboración con la UE y "las inversiones necesarias en los países de origen" para frenar a las mafias, que el Gobierno palie a las CCAA cuando estas colapsen por exceso de menores en centros de acogida y que en la Proposición de Ley quede negro sobre blanco que todas las CCAA participarán, sin excepción, en el reparto. Y también la convocatoria "urgente" de una Conferencia de Presidentes.

Sólo dos leyes aprobadas

A ojos del principal partido de la oposición, uno más, después de que el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, tardara "ocho días en responder de manera concreta a las peticiones que le formuló Miguel Tellado, y lo hizo para confirmar que no las aceptaba". ¿Resultado? Una negociación paralela del PP con ambos ministerios el Gobierno incapaz de alcanzar un acuerdo. "Suerte con sus socios de Junts", emplazan en Génova.

Como ya contó este diario, pese a haber entrado en el Congreso decenas de leyes –entre proyectos y proposiciones–, en lo que va de año se han aprobado únicamente dos, la de Amnistía y la de Enseñanzas Artísticas, ambas en mayo. En general, el volumen de leyes orgánicas y ordinarias aprobadas en el Congreso durante el Gobierno de Sánchez ha sido un 30% inferior al del anterior Ejecutivo, con Mariano Rajoy al frente.

Un ritmo que, además, no tiene visos de mejorar. "No quieren arreglar el problema", se lamentó, según fuentes presenciales, el vicepresidente de Canarias y líder popular en la región, Manuel Domínguez, durante la Junta Directiva Nacional del PP celebrada este lunes en un hotel de Madrid. "Estaba afectado", consideran dos miembros de la directiva. Domínguez relató el problema con crudos ejemplos humanos vividos en primera persona. En este momento, unos 5.500 menores extranjeros no acompañados (menas) aguardan hacinados en los centros de acogida del archipiélago.

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, durante su alocución en abierto, no obstante, mantuvo el mensaje firme con el control migratorio inaugurado durante la campaña electoral catalana. "Solidaridad sí; pero seguridad también. Para los que llegan, porque se dejan la vida. Pero también por los que estamos, porque los españoles tenemos derecho a salir tranquilos a la calle", manifestó gráficamente Feijóo ante la plana mayor de su partido.

No obstante, el líder del PP remarcó que como muestra de la solidaridad de sus barones autonómicos, un botón: la reciente ruptura en las seis CCAA gobernadas al alimón con Vox tras asumir su partido de acoger a 357 menas en dichos territorios. "Son otros los que durante este año han dando tumbos a diestra y siniestra", dijo Feijóo en explícita alusión a la formación de Santiago Abascal. Y también a Junts, de cuyos siete diputados depende, de nuevo, el Gobierno de Sánchez.

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  • M
    Mari loli

    Parece que Feijoo se ha enterado al fin que los partidos enemigos de España que forman el aguerrido mariachi de la investidura quieren islamizar Espala, que apoyan todo lo que sea seguir humillando a los españoles y negarle cualquier ayuda e imponer una cultura obsoleta y dañina.

    Los Menas deben regresar con sus padres al igual qu los inmigrantes ilegales que violan fronteras. Deportación masiva, si. Si en España no puede no dar ni turno medico a la gente y las famosas paguitas del gobierno no llegan a los españoles jamás.
    La dura realidad de dejar a los ciudadanos del país sin sustento o en la ruina la inventó Fidel castro y la palabrita solidaridad también la implementó en el mundo Fidel Castro y al que se oponía a sus malvados designios le pasaba cualquier cosa, cárcel o desaparición o fuilamiento.
    Han pasado años y todavía no se sabe que ocurrió con Camilo Cienfuegos, católico que se pronunció contra el comunismo. Cada vez que salía la palabrita era síntoma de que algo quitarían a los infelices cubanos que pagaron hasta con sus vidas un montón de guerras en África por solidaridad.