Hacía tiempo que no se veía a los ministros del PSOE tan enfadados en los pasillos del Congreso. El golpe de efecto de Alberto Núñez Feijóo con la inmigración les ha sentado mal. El líder del PP ha sentado al presidente canario, Fernando Clavijo, su socio de Coalición Canaria, para sellar un pacto sobre inmigración con el que robarle a Moncloa la iniciativa en el asunto de marras. Fuentes con asiento en el Consejo de Ministros admiten el gol de los populares, que han puesto toda la presión en el Ejecutivo: "Ese pacto busca que nosotros digamos que no para enmarcarnos", reconocen.

Cabe recordar que este mismo verano, los nacionalistas canarios, que gobiernan con el sustento del PP, acordaron con el PSOE y con Sumar en el Congreso una proposición para reformar la ley de extranjería con el fin de establecer el reparto obligatorio de los menores entre el resto de comunidades cuando un territorio supere el 150% de su capacidad de acogida. La polvareda fue enorme. Días antes, Vox rompió sus acuerdos de gobierno con el PP precisamente por la inmigración, tras aceptar algunas de las comunidades que gobiernan a 347 menores migrantes. Pero, Génova y Santiago Abascal terminaron tumbando ese trato.

Ahora, el pacto del PP y Clavijo, suscrito esta semana, da una vuelta de tuerca y compromete al Gobierno a hacerse cargo de la financiación de la atención de los menores cuando se supere el 100% de la capacidad de una comunidad. También de la gestión, además de la financiación, cuando se supere el 150% de capacidad. De manera que la oposición busca responsabilizar al Ejecutivo central de la situación. Moncloa reconoce que no puede aceptarlo. Y explica que "no se trata de fondos". El PSOE cree que el PP ha firmado un pacto lleno de "trampas" que solo busca su 'no' para incriminarles.

A todo esto hay que sumar el viaje que el líder del PP emprende este viernes a Grecia, donde se verá con el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, para abordar este mismo asunto -Grecia es uno de los países más afectados por la inmigración irregular en el Mediterráneo-. El movimiento ha pillado descolocado a Moncloa. Clavijo, que ha lanzado una llamada de emergencia por la situación que vive su comunidad, cree que este acuerdo acerca un posible pacto de Estado sobre inmigración entre el PP y el PSOE. Pero en estos momentos no deja de ser una entelquia. Ninguno de los dos partidos tiene incentivos en estos momentos para ejecutarlo.

Y el PP, por su parte, quiere capitalizar el mosqueo del presidente canario con el Sánchez después de que no fructificaran las primeras negociaciones entre el ministro de Política Territorial, el canario Ángel Víctor Torres, y el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. El líder de la oposición cree que Sánchez no ha querido un acuerdo con el PP para reformar Extranjería "porque no tiene en el Congreso grupos parlamentarios que la apoyen". Y no deja de ser cierto que un acuerdo con los populares podría romper aún más su ya de por sí maltrecha mayoría parlamentaria. Solo hay que ver el volumen de decibelios que alcanzó entre la mayoría progresista el pacto para renovar el CGPJ.

Ese es, en verdad, otro de los grandes motivos de enfado en Moncloa. Clavijo, líder de Coalición Canaria, votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez y le ha sostenido en las votaciones importantes del Congreso, excepto en la ley de amnistía. Ahora, ha amenazado al PSOE con retirarle su apoyo parlamentario, harto de esperar. El Gobierno no quiere que le flaqueen los apoyos. El derrumbe de Junts se da por descontado. La inestabilidad de Podemos, también, la vendetta de José Luis Ábalos, lo mismo. Pero que fallen los canarios es un problema añadido impulsado por el líder del PP que el Gobierno no esperaba. Feijóo ha visto el hueco en la defensa, ha chutado y ha metido gol.

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