El bloqueo al que se encamina la formación del próximo Gobierno de la UE, que presidirá por segunda vez Ursula von der Leyen, genera estupefacción entre los 27. Principalmente por el rifirrafe entre el PSOE y el PP causante, una vez más, del enrarecimiento de las relaciones entre los grupos con representación en la Eurocámara. Las críticas proceden de cancillerías de, como mínimo, cuatro países distintos. En Francia, en Italia, en Alemania y en Holanda critican que "España es el único país que trae sus propios problemas a Bruselas".
El nombre de Teresa Ribera, la persona elegida por parte de Pedro Sánchez para representar a España en el Gobierno comunitario, fue bien recibido en la mayoría de países y por parte de la presidenta y candidata a la reelección. El equilibrio de fuerzas entre las grandes familias políticas, y el hecho de que Ursula von der Leyen sea alemana, facilitó el ascenso de Ribera hasta la vicepresidencia ejecutiva primera de la UE. Pero el PP de Alberto Núñez Feijóo, que desde un inicio manifestó su rechazo a su candidatura, ha decidido bloquear su llegada a Bruselas. Con todo lo que ello puede suponer. Y su inacción con la DANA, que ha generado ya una tormenta política también en España, les ha dado argumentos para aunar apoyos a ese 'no'.
Pero ese cruce de acusaciones entre los dos partidos más importantes de España, que ya han usado el Parlamento Europeo en otras ocasiones para dirimir sus diferencias en cuestiones como la amnistía, amenaza esta vez con bloquear la formación del próximo Ejecutivo comunitario que debería empezar a funcionar el próximo 1 de diciembre, casi medio año después de las elecciones del pasado mes de junio. Eso es lo que genera hartazgo entre los 27. Prácticamente ningún otro país, explican, trasladan los problemas internos al corazón del poder de la UE. Algo que puede llegar a desestabilizar la región, más aún en un momento como el actual, con tantos cambios geopolíticos a nivel mundial, con el retorno de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, y conflictos bélicos activos a las puertas de Europa.
Sánchez mantendrá a Ribera, aunque ya hay dudas en Moncloa
Pedro Sánchez no tiene intención de ceder a las exigencias de Núñez Feijóo de relevar a Ribera por otro candidato como Luis Planas. La voluntad del presidente del Gobierno es mantener el pulso que le ha lanzado el líder del PP hasta el final, con el apoyo de la propia Ursula von der Leyen, enemistada con el líder de los populares europeos, Manfred Weber. Esa enemistad es, precisamente, la baza que permite ahora al PP español contar con los apoyos suficientes para rechazar la candidatura de Ribera.
Aún esa voluntad de no ceder, lo que supondría una "bajada de pantalones" ante el PP dicen, en el Gobierno reconocen ya que no está garantizado el nombramiento de la aún vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva y comisaria de la Unión Europea. Tildan la situación actual provocada por Génova de "caos" y señalan que desconocen como terminará el bloqueo propiciado por los populares.
Así lo indican fuentes gubernamentales, que admiten preocupación por cómo se va a resolver el nombramiento del nuevo colegio de comisarios, incluida Ribera, una vez que el PP ha logrado que todo el Partido Popular Europeo ha dejado en el aire su visto bueno a los nuevos vicepresidentes de la Comisión, al menos hasta la semana que viene.
En este sentido, las fuentes consultadas señalan que una vez se ha desatado "el caos", es difícil volver a componer el acuerdo previo alcanzado entre las tres principales familias políticas de la Unión Europea, conservadores, socialistas y demócratas y liberales, que habían pactado una serie de nombres para conformar la nueva comisión bajo la presidencia de Ursula Von der Leyen.
En el Ejecutivo temen que ese pacto salte por los aires ahora, con el PP señalando a Ribera por su actuación en la DANA que asoló buena parte de la provincia de Valencia y ha dejado 216 víctimas contabilizadas por el momento. Si cae la propuesta de Sánchez, avisan en el PSOE, caerán los seis vicepresidentes de la Comisión. Ferraz está dispuesto a dinamitarlo todo a modo de presión. Cabe recordar que solo habrá una votación que dé luz verde o tumbe a todos ellos.
España ahonda en la enemistad entre Von der Leyen y Weber
La mala relación entre la presidenta de la Comisión Europea y candidata a la reelección y el líder del PP en la Eurocámara viene de lejos. Concretamente desde 2019 cuando, la exministra alemana, fue designada candidata a presidir el gobierno comunitario. Manfred Weber, líder del PPE, contaba con ser él quien ocupara ese puesto. La situación con Teresa Ribera, ahora, no hace más que agrabar esa enemistad.
Ursula von der Leyen defiende la candidatura de Ribera. Y Weber sabe que apoyando a Feijóo en el rechazo a la candidata de España, además de ir contra su otro enemigo, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, con el que tuvo un encontronazo en un pleno en Estrasburgo, perjudica también a su compañera de partido. Con un congreso del PPE a la vuelta de la esquina, Manfred Weber quiere asegurarse el apoyo del PP español en su cruzada contra la presidenta de la UE.