Política

Junts desinfla la cuestión de confianza y admite que su presión a Sánchez carece de valor jurídico

Desde el principio Sánchez tenía en su mano poder someterse o no a la cuestión de confianza

  • Míriam Nogueras. -

Junts ha reformulado su petición en torno a la cuestión de confianza que pide al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ahora, el partido independentista ha pasado de exigir duramente a Sánchez que se sometiese a la misma a "considerar la oportunidad de plantear" la cuestión.

La formación catalana, liderada por Carles Puigdemont, ha 'legalizado' así su texto, que en un principio planteaba cuestiones legales por su formulación. Los letrados del Congreso ya avisaron al partido de que esta petición no contenía en ningún caso efectos jurídicos.

En el documento que modifica el texto, al que ha tenido acceso Vozpópuli, Junts comienza diciendo que "el Congreso de los Diputados insta al Presidente del Gobierno a considerar la oportunidad de plantear una cuestión de confianza", haciendo hincapié en el "carácter político, sin vinculación jurídica" de la iniciativa, la cual nunca la tuvo.

Por lo tanto, la formación deja claro que esta petición no es más que una herramienta de presión sin efectos reales, más allá del conflicto político

Un cambio en la redacción

La argumentación de la iniciativa expone que "a fecha de hoy, habiendo pasado más de un año desde la investidura del presidente del Gobierno español, constatamos la falta de voluntad política por parte de éste de hacer efectivos, de forma completa y ágil, los acuerdos adquiridos". "Esta dinámica", puntualiza, "no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es del todo necesaria para encauzar el resto de la legislatura".

Es en este momento en el que se añade que la Cámara Baja "insta al Presidente del Gobierno a considerar la oportunidad de plantear una cuestión de confianza, conforme a la prerogativa que le confiere la Constitución". Es en esa frase donde se encuentra el cambio, incidiendo en "considerar la oportunidad".

Esta modificación es puramente jurídico, ya que desde el principio Sánchez tenía en su mano poder someterse o no a la cuestión de confianza, pues ahí radica la diferencia de este instrumento con respecto a la moción de censura, ya que esta última es de obligado cumplimiento para el presidente, siempre y cuando las formaciones que la presentan cuenten con los número suficientes.

El proceso parlamentario

Según precisan fuentes de Junts, esta nueva redacción no implica empezar de nuevo el procedimiento parlamentario, con lo que la Mesa del Congreso, en su reunión de la próxima semana, ya podrá admitir a trámite el texto con el fin de que los independentistas puedan llevarla al Pleno en la primera ocasión que tengan cupo, lo que se calcula para finales de febrero.

La proposición no de ley original había quedado congelada en la Mesa del Congreso pese a que los letrados no veían inconveniente para debatirla, pues ya habían informado de que una iniciativa de este tipo no tiene efectos jurídicos. El PSOE la venía frenando alegando incluso que podría ser inconstitucional.

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