A Mariano Rajoy se le nota que ha pasado a mejor vida, dicho sea sin retranca. El gesto crispado de otoño de 2017 cuando tuvo que tomar una decisión que nunca quiso tomar, la intervención de Cataluña vía artículo 155 de la Constitución, o la cara de no entender nada del 31 de mayo de 2018 a la salida del restaurante, sabiendo ya que su suerte en la moción de censura estaba echada, han dado paso al narrador desapasionado; como quien comenta una etapa del Tour de Francia -su verdadera pasión- o un partido del Real Madrid.
La excusa de su vuelta al escenario público, que no a los cenáculos privados, de los que nunca se ha ido, es la presentación a cargo de Carlos Herrera del libro de memorias Mariano Rajoy. Una España mejor (Plaza & Janés) en la que este miércoles se ha dado cita la plana mayor del PP con Pablo Casado, su sucesor, a la cabeza; no sus grandes adversarios internos en el PP, como José María Aznar o la actual portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo.
Pocos mensajes en clave interna y un mensaje a Pedro Sánchez: "De la inercia no se vive toda la vida" y España necesita unas reformas económicas que desde que ha vuelto el PSOE al Ejecutivo gracias a la moción de censura que le derribó hace año y medio, no se están produciendo por el bloqueo, que ahora está impidiendo la investidura del candidato socialista. Y si a Sánchez se le ocurre romper el necesario consenso PP/PSOE para reformas constitucionales o del Estatut de Cataluña, simplemente para pactar con ERC esa investidura, será "un irresponsable".
La cita tuvo algo de revival... y de morbo, por ver de nuevo juntas a las dos grandes rivales de aquel PP: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, y toda la recua de diputados y ministros marianistas, empezando por Cristóbal Montoro, siguiendo por José Manuel García Margallo, a aplaudir las reflexiones del jefe contra los "doctrinarios". En ese momento, a Aznar le debieron pitar los oídos.
Carlos Herrera, "a favor"
Ya se encargó Herrera de decir que notaba que el público estaba "a favor", incluyéndole a él porque "no es un ajuste de cuentas". "No es un libro gore, ni un libro administrativo ni un recuento de dimes y diretes"; Porque, como dijo el veterano periodista en medio de las risas del respetable... Rajoy "no es Mariano el camborio".
A pesar de que no era su candidato en el improvisado congreso nacional del PP en julio de 2018 -apostó por su número dos, Sáenz de Santamaría-, el tiempo ha hecho que vea a Casado ahora como "un joven valioso" que recuperará más pronto que tarde el poder para el PP.
¿Porque lo ha escito? "Ni me lo había planteado porque jamás escribí una sola linea (siendo presidente) nunca escribí un diario" y, por eso, ha tenido que consultar con los que fueron sus colaboradores para corroborar datos y recuerdos. Bueno, sí, ¿y por qué? Pues porque "Si yo no aportaba mi versión de lo ocurrido, otros podrían hacerlo, y de manera menos cariñosa para mi humilde persona".
Y un mensaje a Pedro Sánchez: "De la inercia no se vive toda la vida" y España necesita unas reformas que desde que ha vuelto el PSOE al Ejecutivo no se están produciendo por el bloqueo político.
"Es mi crónica personal de unos años difícilmente olvidables, años en los que España corrió serios riesgos y de cómo los viví desde la Presidencia del Gobierno"
Pues porque se lo aconsejaron varios amigos. "Es mi crónica personal de unos años difícilmente olvidables, años en los que España corrió serios riesgos y de cómo los viví desde la Presidencia del Gobierno. No he querido que, como me ha ocurrido en ocasiones durante mi vida política, otros hablen por mí o me atribuyan palabras que no he dicho”, afirma Rajoy en el prólogo... Y ha ratificado al gentío que le ha acompañado en el auditorio Rafael del Pino.
Aún así, pasa de puntillas sobre los episodios de enfrentamiento con quien fuera su mentor, José María Aznar, al que ningunea hasta el extremo de ocultar el detalle de que fue él quien le puso ahí: "Lo decidió la Junta Directiva Nacional, como lo había hecho en su día con mi antecesor", dice en la obra. Y Carlos Herrera se encargó de recalcar al público que "no habla (mal) de Aznar... o sí"; a su galaica manera.
Partiendo de esa base, Mariano Rajoy le reprocha en el libro que, en lugar de estarse quieto en los peores momentos de su gobierno, al quedarse en 123 diputados tras las elecciones generales de 2015, Aznar se dedicara a montar bronca interna.
"Al día siguiente de las elecciones se presentó ante el Comité Ejecutivo del partido, algo que había hecho en escasísimas ocasiones, para solicitar un Congreso abierto del PP" so pretexto de que la debacle había ocurrido porque el rajoyismo abrazó la tecnocracia tras 2011 y se fue dejando los "valores" populares por el camino.