Los últimos ascensos del 28 de enero a general togado dentro del Cuerpo Militar Jurídico han provocado un enorme revuelo dentro del Ministerio de Defensa, ya que Margarita Robles ha obviado las recomendaciones del consejo de evaluación para elegir a dos candidatos -los generales auditores Juan Pozo y Antonio Afonso- a pesar de que quedaron en cuarta y sexta posición en antigüedad, méritos y hojas de servicio.
Fuentes militares han detallado a Vozpópuli que los damnificados por esta decisión "sin precedentes" de Robles son los generales auditores Jerónimo Domínguez (quien logró el primer puesto en el examen evaluador), Carlos Valdés (segundo), Ángel Serrano (tercero) y Francisco Cabrales (quinto). Este periódico preguntó al departamento de comunicación del Ministerio de Defensa por los motivos que llevaron a la ministra a elegir a Pozo y Afonso, pero no recibió respuesta.
Las citadas fuentes señalan al subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, como el principal interesado en ascender a Pozo y Afonso, ya que son "sus más conocidos y leales colaboradores". Los otros cuatro candidatos a las vacantes de general togado tenían, según el escalafón, más tiempo de servicio, más méritos y mejores hojas de servicio que sus compañeros ascendidos al puesto más alto dentro del Cuerpo Militar Jurídico.
Si bien el escalafón constituye una ordenación orientativa y no es completamente vinculante a la hora de un ascenso, también sucede que las excepciones son pocas y "deben estar motivadas y justificadas", a juicio de las fuentes. Además, en este caso concreto sorprende que los primeros tres candidatos a general togado se hayan quedado sin premio.
Ceses de médicos militares
Otro colectivo "damnificado y descontento" es el de los médicos militares que forman parte de los Cuerpos Comunes. En los últimos meses se han producido varios ceses polémicos de coroneles, concretamente los de José María Abad, Vicente Velamazán, Antonio Fe, Guillermo Lanzas, Milagros Hijosa y Jesús Baquedano. En algunos de estos casos, "las liquidaciones las visten de cambio de destino".
Es el caso, en opinión las fuentes militares, de la coronel Ana Betegón, pionera entre las mujeres militares al ser la primera oficial en dirigir un hospital castrense, el de Zaragoza, al que llegó hace un año en sustitución del citado José María Abad y en el que previamente había trabajado durante ocho años.
En declaraciones a El Periódico de Aragón, Betegón confesó el pasado miércoles que su regreso a Madrid para formar parte del equipo de la Inspección General de Sanidad de la Defensa (Igesan), concretamente en subinspección, es "un salto en su carrera", pero las citadas fuentes señalan que la citada coronel recibió "con tristeza y sorpresa su cese fulminante", que se hizo mediante una llamada telefónica.