Los vientos que llegan a La Moncloa desde el Palacio de Ajuria Enea, en pleno desafío soberanista en Cataluña, no son tan hostiles como en otras épocas para los intereses del Gobierno. El lehendakari, Íñigo Urkullu, mantiene su apuesta por conseguir mayores cuotas de autogobierno para Euskadi pero siempre a partir del marco legal vigente, a diferencia de los independentistas catalanes, y dentro de un escenario de estabilidad. Prueba de ello es la comunicación que ha remitido al Parlamento vasco para el Debate de Política General del próximo jueves. En el escrito, consultado por Vozpópuli, Urkullu pone en valor los acuerdos sellados con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, especialmente el plan quinquenal del Cupo vasco pactado para el periodo 2017-2021.
El cumplimiento de este plan quinquenal, en cada uno de sus ejercicios, requiere estabilidad en el Gobierno de la Nación, por lo que un adelanto electoral, en caso de que Rajoy no contara con el apoyo del PNV para los Presupuestos General del Estado (PGE) de 2018, daría al traste con dicho acuerdo sobre el Concierto Económico.
El pacto que permitió a Rajoy sacar adelante los PGE de 2017 dice que la Administración central compensará a Euskadi con 1.400 millones (el Gobierno vasco reclamaba 1.600) por discrepancias desde 2007 en concepto de Cupo. El texto suscrito fija que desde este año y durante el próximo lustro habrá un reembolso al País Vasco en el momento de pagar el Cupo al Estado (la cifra de 2017 es de 956 millones de euros y se irá actualizando). Esa devolución porcentual será progresiva hasta 2021 para alcanzar los 1.400 millones: en 2017 el reintegro es del 10% (140 millones), en 2018 del 15%, en 2019 del 20%, en 2020 del 25% y finalmente del 30% en 2021 (420 millones de euros).
En este contexto, la posición de Urkullu es la de no poner palos en la rueda de la implementación de este calendario, con el que el Gobierno vasco se siente satisfecho. Por ello, las advertencias del sector más duro del PNV, condicionando el apoyo para los Presupuestos de 2018 a la proporcionalidad del Ejecutivo ante el referéndum del 1-O, no dejan de ser mera dialéctica política, con escasos visos de que tales amenazas puedan materializarse.
En la comunicación que Urkullu ha remitido al Parlamento vasco para el Debate de Política General de este jueves, el lehendakari destaca dicho pacto sobre el Cupo vasco dentro del epígrafe Hechos más relevantes de un Gobierno basado en el acuerdo. "Una primera realización destacable son los acuerdos alcanzados con el Gobierno Español. Por una parte, el acuerdo que cierra las liquidaciones de Cupo pendientes durante 10 años y pacta la ley quinquenal para el período 2017-2021. Este acuerdo se ha trasladado a la actualización de la Ley de Concierto, aumentando la capacidad tributaria y mejorando la coordinación entre las Administraciones", recoge el texto del presidente nacionalista. Se prevé que dicha ley del plan quinquenal sea tramitada en el Congreso durante este otoño, coincidiendo con los PGE del próximo año.
Las advertencias del sector más duro del PNV, condicionando el apoyo para los PGE de 2018 a la proporcionalidad del Ejecutivo ante el 1-O, no dejan de ser mera dialéctica política
Además, Urkullu hace alusión al "acuerdo en el ámbito de la Junta de Seguridad, que fija la plantilla de la Ertzaintza en 8.000 agentes y permite su renovación generacional. Este acuerdo facilita la integración de la Ertzaintza en el Centro de Inteligencia del Crimen Organizado y el acceso a las bases de datos europeas".
La importancia política e institucional de estos acuerdos con el Gobierno central es "relevante, consolidan la singularidad del Autogobierno y suponen la ratificación de la bilateralidad. La vía de relación bilateral representa la clave de bóveda del autogobierno vasco", remarca el lehendakari.
Más transferencias
De cara al futuro y dentro del objetivo de "más y mejor autogobierno", el Gobierno vasco incluye "todas las transferencias estatutarias pendientes", entre las que se incluyen las de prisiones o la Seguridad Social. Desde los populares vascos ya se ha avanzado que tales transferencias reclamadas no serán un "obstáculo" para la colaboración PNV-PP.
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