El PP hace en privado leña del árbol caído con Íñigo Errejón. En Génova no pasan inadvertidas las acusaciones que pesan sobre el ya exportavoz de Sumar y comparan su caso con el de José Luis Ábalos. ¿El motivo? Su continuidad y su no elección para cargos de reponsabilidad institucional pese a la relevancia orgánica que ha ostentado tanto en Podemos como en la coalición de izquierdas liderada por Yolanda Díaz. En definitiva, la posibilidad de que ambas formaciones evitaran su elección para cargos de mayor relevancia pública por miedo a que el escándalo acabara dinamitando.
"Los promotores del autodenominado Gobierno más feminista de la historia tuvieron como 'números 2' a Ábalos y Errejón. Es coherente con un Gobierno que llegó diciendo que venía para combatir la corrupción y cuyo presidente es Pedro Sánchez", señalan desde el equipo de Alberto Núñez Feijóo, trasladando, por ósmosis política, la responsabilidad a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con quien Errejón separó abruptamente su camino tras ser arrasado en el Vistalegre II de la formación morada, en febrero de 2017.
"¿Qué sabía Podemos en su momento para no hacerle ministro? ¿Qué sabía Sumar para no darle una cartera? ¿Por qué la primera portavoz fue Marta Lois y no él? ¿Lo sabían?", es la retahíla de preguntas que lanzan con catapulta desde el ala noble de Génova. Cabe recordar que la dimisión de Errejón llega un día después de que la periodista Cristina Fallarás compartiera la declaración anónima de una mujer que acusaba de "un político que vive en Madrid". Por la descripción y los precedentes, rápidamente, todos los focos se pusieron en el fundador de Podemos. "Es un maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo", describe la denunciante. "Su forma de tener sexo te marca y no lo olvidas jamás. Es una forma de ejercer poder, no es sexto. Como si se estuviera masturbando con tu cuerpo. Te pide hacer prácticas humillantes y, cuando te niegas, te monta números", acusa.
"En la primera línea de la política se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con unos mismo", escribe Errejón en su carta de renuncia, plagada de eufemismos y hecha pública a través de la red social X.
"Urge una rueda de prensa de Yolanda Díaz. A nosotros nos la pedirían si pasara algo con un portavoz de nuestro partido en estos términos", siguen desde el equipo de Feijóo. "Yolanda lo sabía y lo tapó. Sumar ya tiene, salvando las distancias, a su Ábalos", zanjan.