El PSOE ha defendido este lunes la participación de la vicepresidenta Nadia Calviño y de otros ministros socialistas del área económica en el diálogo sobre la nueva reforma laboral. El portavoz nacional del partido, Felipe Sicilia, ha dicho que es normal que los Ministerios afectados participen de este diálogo. Y ha recordado que Podemos intervino activamente en la Ley de Vivienda, a pesar de que esa cartera pertenece al área socialista de la coalición.
Sicilia ha tratado de rebajar la tensión en el seno del Gobierno, que ha definido como "fuerte y estable", horas antes de que PSOE y Podemos se reúnan para intentar reconducir la situación después de la crisis abierta por la reforma laboral.
En ese sentido, el portavoz socialista ha evitado usar la palabra "derogación". Y ha subrayado que los trabajos que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz suponen una "actualización de las relaciones laborales" y "la recuperación de derechos" que, en su opinión, se perdieron con la normativa del PP en 2012. "Nuestro marco laboral tiene que ser acorde con las nuevas realidades que ya se están produciendo", ha dicho.
"Actualizar" frente a "derogar"
El portavoz socialista ha señalado que la terminología sobre "derogar" o no depende de cada partido. Y ha reiterado que ésta es una reforma clave para lo que resta de legislatura. En ese sentido, ha defendido que Calviño y Ministerios como Hacienda o Industria participen en ese diálogo.
"Una reforma como ésta requiere de la participación de los ministerios afectados: economía, turismo, educación, industria. El PSOE quiere saber y conocer cómo va la reforma laboral", ha asegurado. "El Gobierno lo que hace es hablar, contribuir, colaborar y ayudar en la medida de lo posible para que salga la mejor reforma laboral posible".
Además, la ejecutiva federal del PSOE ha cerrado filas en torno a Meritxell Batet tras la inhabilitación del diputado de Podemos Alberto Rodríguez. La formación morada ha pedido la dimisión de Batet. Una petición que el PSOE no entiende, ni comparte. Sicilia ha dicho que la actuación de la presidenta del Congreso de los Diputados ha sido plenamente escrupulosa con el cumplimiento de la ley.
"Lo que ha hecho es aplicar la ley, la normativa y ser respetuosa con una sentencia judicial, como no puede ser de otra manera", ha dicho Sicilia. "Resulta curioso que Podemos pida la dimisión de una presidenta que solo ha cumplido con la ley. Batet no le ha quitado el escaño porque sí, sino porque hay una sentencia".
Díaz: "Momento complicado"
Díaz, por su parte, ha admitido horas antes que el Gobierno de coalición se encuentra en un momento “complicado” a raíz de las discrepancias surgidas alrededor de la controvertida reforma laboral. En todo caso, en declaraciones a los medios de comunicación tras un acto en Santiago de Compostela, la vicepresidenta ha insistido en que las diferencias entre los socios de Gobierno a este respecto “no van de quién lidera” la negociación y sí “de qué vamos a hacer en la principal reforma de mercado de trabajo de nuestro país”.
“Nunca discuto los puestos, tanto es así que en esa pelea que hubo entre ser vicepresidenta segunda o tercera yo tardé cinco minutos en renunciar a esto”, ha esgrimido Díaz.
La reunión llega después de que la solicitara de forma urgente el pasado viernes la líder del partido morado y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, para pedir explicaciones por la intención del Ministerio de Economía, en manos de Nadia Calviño, de tutelar ahora la negociación con los agentes sociales para la derogación de la reforma laboral. Los 'morados' denunciaron el viernes que se trata de una 'injerencia' del ala socialista en este asunto, que lleva en manos de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, desde hace meses.
Además, a este hecho se suman los recelos de Unidas Podemos de que el PSOE y, en concreto, Calviño, no quiere acometer como tal la derogación de la reforma laboral que se forma parte del acuerdo de gobierno que los socios firmaron en 2018 para conformar el Ejecutivo. La decisión del Ministerio de Economía generó, por lo tanto, un gran malestar en Unidas Podemos, y abrió una de las peores crisis entre los socios de coalición, si no la peor.
