El rapero Morad ha ingresado voluntariamente en la cárcel Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) para cumplir una condena de seis meses de cárcel por conducción temeraria por unos hechos sucedidos en 2022.
Según han informado fuentes penitenciarias, el músico, que recientemente aceptó una condena de dos años de cárcel por instigar a un grupo de jóvenes de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) a atacar a la policía, permanece desde este lunes en el módulo de ingresos del centro penitenciario.
El rapero entró voluntariamente en prisión para cumplir una condena de seis meses de cárcel que se le impuso después de que la policía lo denunciara por poner en peligro la seguridad del tráfico cuando conducía su vehículo en el año 2022.
El pasado mes de febrero, Morad, uno de los mayores exponentes de la música urbana en España, aceptó dos años de cárcel por haber instigado a una multitud a lanzar piedras contra los policías que, ante las quejas de los vecinos, acudieron en 2021 a L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) mientras grababa un vídeo musical con un dron, sin permiso.
Aceptó indemnizar con 10.000 euros a un mosso por grabarle y colgar las imágenes en sus redes, donde aseguraba que era un "abusador de menores".
Esa condena, por incitación a los desórdenes públicos y atentado con uso de instrumento peligroso, le fue suspendida porque carece de antecedentes vinculados con ese tipo de delitos, con la condición de que no vuelva a delinquir en un período de dos años.
Una causa contra Morad por calumniar a un mosso
También en febrero aceptó indemnizar con 10.000 euros a un mosso d'Esquadra por otro de sus frentes judiciales, en este caso por grabar a un agente que le multaba y colgar las imágenes en sus redes sociales, donde le calumnió asegurando que era un "abusador de menores".
Cuenta además con otra causa abierta, en la que la Fiscalía le pide seis años de prisión por atacar e intimidar con una defensa Taser a varios agentes de los Mossos d'Esquadra tras saltarse el confinamiento nocturno en julio de 2021 en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en plena pandemia.