El sector afín a Unidas Podemos en Cataluña está revuelto. Referentes del ámbito sindical y hasta excargos morados se han sumado a las asociaciones que orbitan alrededor del PSC para pedir el voto por Salvador Illa. El PSC ha intentado a lo largo de los últimos días intensificar sus esfuerzos para captar a los los decepcionados con la política filonacionalista del partido de Pablo Iglesias. Fuentes conocedoras de estos movimientos revelan a Vozpópuli que las declaraciones del líder morado sobre los exiliados republicanos, Carles Puigdemont y la democracia española ha exacerbado los ánimos en los Comunes.
Una de las asociaciones que más se está moviendo en el segmento de afines a los Comunes, el partido hermano de Podemos en Cataluña, es Entesa Federalista. Fuentes del segmento del partido de Ada Colau admiten que miembros de la formación han sido contactados o se han dirigido a las entidades afines al PSC para respaldar a Illa en los comicios del 14-F. Es un goteo de apoyos que revela el malestar en las filas de Podemos en Cataluña por la campaña electoral de Iglesias, que consideran excesivamente cercana a ERC.
Lluís Torrens, uno de los impulsores de la asociación Entesa Federalista, confirma a este diario la inclusión de nombre importantes en apoyo a Illa. Entre ellos figuran exdirigentes del PSUC y personas de peso del ámbito sindical como Josep Luis López Bulla, Isidor Boix, Quim Muntadas, Alfredo Clemente, Ramón Rodríguez o Rocío Pomeda. También se ha sumado el exsenador por Barcelona de Podemos, Óscar Guardingo, alejado por Iglesias tras rechazar la política de acercamiento a los nacionalistas.
En un manifiesto lanzado el 27 de enero por esa entidad, se puede leer que "Cataluña necesita un cambio" y que Illa es el candidato que puede devolver el "prestigio a las instituciones catalanas". "Necesitamos diálogo y tender puentes", insiste el documento, que señala la "necesidad" de "volver a hacer de Cataluña una referencia del progreso y sentido común".
"Hay mucha gente descontenta"
La clave de todos esos movimientos atañe a la campaña electoral impulsada por Iglesias. “Muchos se están alejando de los Comunes. Hay mucha gente descontenta por el rumbo de ese partido que se ha acercado [a Illa]”, explica Torrens. La asociación se define de izquierda, republicana y, sobre todo, federalista. “Estamos en la antítesis de la independencia”, señalan desde la organización. “Apoyamos a Illa como la única propuesta capaz de reconducir el tema en Cataluña”, sostienen.
Según las fuentes consultadas, algunos de los que se van sumando a Illa siguen incluso oficialmente inscritos en los Comunes. “Aportamos al PSC nuestros planteamientos y el PSC se compromete a extender la relación de cortesía”, explican desde ese sector. Según ha podido saber este diario, al menos cinco puestos de las listas electorales del PSC corresponden a ese segmento, que era afín a Izquierda Unida y Podemos en Cataluña, y ahora se decanta por el PSC.
Entre los socialistas se respira satisfacción por las previsiones electorales. Illa empezó su campaña dirigiéndose hacía los votantes de Ciudadanos, que ganó las elecciones autonómicas en 2017 y ahora ha perdido fuelle. En la última semana, sin embargo, tanto el PSC como el PSOE a través del presidente del Gobierno han buscado apoyos entre los partidarios de Ada Colau.
La gota que colmó el vaso fue la declaración de Iglesias sobre los exiliados republicanos y su comparación con Carles Puigdemont. Algunos califican de “terribles” esas palabras del vicepresidente segundo. A la vez, atacan la afirmación del líder de Podemos, quien sostuvo que la democracia española “no es plena”. El sector de Puigdemont ya se ha aprovechado de las palabras de Iglesias para pedir una mesa de negociación para un referéndum de autodeterminación.
Malestar en el equipo de Ada Colau
Iglesias centró su campaña electoral en atacar a Illa y respaldar en la sombra a ERC. El vicepresidente considera más útil para su futuro una victoria de los republicanos en Cataluña para que se hagan con el control de la Generalitat. Así se blindaría el esquema de las mayorías combinadas con el PSOE y Podemos, en el que trabaja desde 2017.
En opinión de varios sectores de los Comunes, no obstante, esa táctica es dañina para el partido en Cataluña. La candidata Jessica Albiach ha preferido centrarse en atacar a JuntsXCat para intentar retener a sus votantes. Pero Iglesias ha preferido tender puentes con Puigdemont y los suyos, lo que ha generado mucha tensión en el equipo de campaña de Albiach y Colau.
Ahora, a menos de cuatro días de las elecciones, fuentes de los Comunes admiten que si revalidan los ocho diputados de 2017, podrá considerarse un “éxito”. El peligro es que, ante el auge previsible de Vox, el partido hermano de Podemos se desplome al igual que ocurrió en las autonómicas de Galicia y el País Vasco. De confirmarse esa previsión, el entorno de Iglesias teme que Sánchez tenga la tentación de reequilibrar las fuerzas en el Consejo de Ministros. Y que caiga víctima él también de una política de la “venganza” que no sorprende a los que conocen al socialista.