La reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña ha vuelto a tensar a los líderes territoriales del PSOE. Los barones socialistas se han puesto en guardia ante las nuevas cesiones de Pedro Sánchez al independentismo catalán en el contexto de la negociación de Presupuestos, que el Ejecutivo debe iniciar en los próximos días. El jefe del Ejecutivo ha confirmado que presidirá el nuevo encuentro de la mesa, que se celebrará el miércoles en Barcelona.
El primero en poner voz a ese malestar ha sido Emiliano García Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha dejado claro que el Gobierno de España "nunca" puede estar en una situación "de igual a igual" con un gobierno autonómico. Page ha dicho que le parece "estupendo", "saludable" e incluso "un deber democrático" que "todos hablemos con todos" y mantener la discusión institucional entre los distintos gobiernos pero "sin confundir las cosas".
Incluso ha pedido a los miembros del consejo consultivo que se preparen para posibles "batallas constitucionales". Y que "ojalá" no les tenga que pedir un informe sobre los márgenes de actuación que tiene como presidente autonómico "si se trata de defender el orden constitucional y la igualdad de las comunidades autónomas en los servicios públicos y en el conjunto del funcionamiento del sistema jurídico español".
Inquietud en el PSOE
Fuentes socialistas confirman a Vozpópuli que la mesa de diálogo con la Generalitat es un elemento de tensión para los líderes territoriales del partido. La mayoría está tranquilo en plano político. Creen que Sánchez no cederá en cuestiones capitales como el referéndum o la autodeterminación. Sánchez ha afirmado que el plebiscito está fuera de la Constitución y, por lo tanto, de la negociación, según ha dicho en una entrevista con Carlos Franganillo en RTVE.
Pero las cesiones en materia económica y de competencias, con los Presupuestos a la vuelta de la esquina, preocupan en las regiones que gobierna el PSOE. Y Sánchez ha enumerado algunas de esas medidas, como el levantamiento de los peajes, la apuesta por la mejora de la red de Cercanías y el corredor Mediterráneo. "El Gobierno apuesta por las inversiones en Cataluña", ha dicho el presidente. "Si el diálogo se va a máximos, durará muy poco".
Uno de los contenciosos económicos es el de la ampliación del aeropuerto de Barcelona. El hecho de que algunos ministros, como Miquel Iceta, se empeñen en recuperar la inversión de 1.700 millones rechazada por la Generalitat es difícil de defender en comunidades como Aragón, Valencia o Baleares. "Es un despropósito haber aceptado ese proyecto", dicen estas fuentes.
El Prat y Barcelona 2030
El Gobierno ha anunciado que pondrá la futura inversión de El Prat en la mesa de diálogo, a pesar de que el independentismo dice que no es el foro para estas cuestiones. Las promesas en materia económica a la comunidad catalana son, aseguran estas fuentes, "espinosas en muchas comunidades", que llevan tiempo dando la batalla por mejorar su financiación y sus inversiones. Sánchez ha dicho que el Gobierno retira la inversión hasta que la Generalitat "madure" su decisión.
Hay otros temas concretos que preocupan en regiones como Aragón. El último encuentro entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, se saldó con un apoyó del Ejecutivo a la organización de los Juegos Olímpicos de invierno Pirineos-Barcelona 2030. El proyecto era supuestamente una iniciativa de Aragón, que rápidamente aseguró que no aceptaría una candidatura con el nombre de Barcelona.
El presidente de la Diputación General de Aragón, el socialista Javier Lambán, dijo Aragón solo se sumará a este proyecto olímpico si participa en pie de igualdad con Cataluña. "Seguro que podremos hacer un proyecto en el que todos nos sintamos cómodos", aseguró Lambán.