El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha despachado en 15 minutos su giro en el Sáhara occidental, a pesar de que ha reconocido por primera vez la "importancia" de este cambio. Sánchez ha justificado el apoyo de España al plan de autonomía de Marruecos para la ex colonia porque, por un lado, hay una "ventana de oportunidad" para que las dos partes retomen las negociaciones. Y, por otro, al enquistamiento de un conflicto que dura ya 46 años sin que se haya avanzado en una solución.
El jefe del Ejecutivo ha dicho que su Gobierno está comprometido a una solución en el marco de las ONU y con el acuerdo de todas las partes, y que España se alineado con la UE y otros países como Estados Unidos, Francia y Alemania. "No estoy restando importancia a la decisión que he tomado", ha dicho Sánchez en el Congreso de los Diputados. "He tratado de dar un paso hacia delante. Naciones Unidas es el marco para solucionar el conflicto".
Sánchez ha comparecido en el Parlamento para dar cuenta del último consejo europeo y las medidas del Gobierno para amortiguar el impacto económico de la invasión rusa de Ucrania. Y, forzado por la oposición, ha tenido que dar explicaciones sobre su sorpresivo cambio de posición con respecto al Sáhara Occidental. El presidente ha dedicado más de una hora a sus medidas económicas. Y apenas 15 para el Marruecos y el Sáhara.
Sánchez, sobre el Sáhara
Según Sánchez, la carta que envió al rey Mohamed VI es un "paso más" en una postura a favor de la autonomía del Sáhara que empezó a recorrerse hace 14 años, con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno. El jefe del Ejecutivo ha señalado que la nueva etapa que se abre con Marruecos es "ambiciosa" y tendrá una "hoja ruta de clara" que incluirá Ceuta y Melilla.
En ese sentido, ha precisado que el Gobierno no va a "abandonar" al pueblo saharaui. España, ha dicho, es el país que más contribuye en ayuda al desarrollo para los campamentos. Y lo seguirá haciendo, según ha anunciado. Sin embargo, ha querido responder al "por qué ahora" de este giro. En su opinión, existe una oportunidad para la búsqueda de un acuerdo con el nombramiento del nuevo enviado especial de la ONU, Steffan de Mistura, aceptado por Marruecos. En cualquier caso, ha insistido en que la solución solo podrán alcanzarla las partes en el seno de Naciones Unidas. "España colaborará activamente", ha reconocido.
Sánchez ha dedicado la mayor parte de su discurso a las medidas económicas del decreto aprobado el martes en el Consejo de Ministros. Ha repasado las medidas una por una y se ha felicitado por el trabajo que ha desarrollado su Gobierno en Bruselas. Y en especial por el reconocimiento de la UE a la posibilidad de limitar los precios del gas.
Sánchez exige "unidad"
Sánchez ha pedido a los grupos políticos del Congreso una "rotunda unidad" en torno a su plan económico. "Solo unidos con esfuerzo colectivo responderemos a los retos y saldremos adelante", ha asegurado citando los desafíos a los que se ha enfrentado España en los últimos dos años: la pandemia, Filomena, el volcán de La Palma o la invasión rusa de Ucrania.
"¿Qué más tiene que suceder para que actuemos unidos, dejando de lado las rencillas y el sectarismo?", ha preguntado dirigiéndose a los grupos parlamentarios y en especial al PP. El presidente ha dicho que trabajará para lograr el mayor apoyo posible a sus medidas económicas, que incluyen la rebaja de 20 céntimos en el litro de gasolina o el límite a la subida de los precios del alquiler.
El presidente también se ha comprometido a aumentar progresivamente el gasto en Defensa hasta llegar al 2% del PIB. Una medida, a la que se opone frontalmente su socio de coalición Unidas Podemos.