• Fernando Grande-Marlaska, titular de Interior, a su llegada a Valencia -

La tragedia que ha sacudido Valencia tras la última DANA y que se ha cobrado la vida de más de 200 personas ha desatado también un enconado debate político sobre la respuesta ofrecida en términos policiales y militares. La pregunta se centra en qué órgano de la administración debió tomar la iniciativa para gestionar la magnitud de las riadas. En 2019, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, simuló tomar las riendas ante una catástrofe de estas características tras declararse la “emergencia de interés nacional”.

El episodio tuvo lugar el 4 de abril de 2019, en las inmediaciones de Jaca (Huesca). La Unidad Militar de Emergencias (UME) celebraba el ejercicio Aragón 19, un “ejercicio conjunto combinado” donde se ponían a prueba las capacidades de despliegue y la coordinación entre organismos locales, autonómicos y estatales para dar respuesta a una emergencia de interés nacional, tal y como apuntaron desde Moncloa a través de un comunicado.

El simulacro se basó en una catástrofe provocada por inundaciones en la provincia de Huesca, con especial incidencia en las comarcas de la Jacetania y Alto Gállego, próximas a Francia. Un ejercicio particularmente sensible, habida cuenta de que dos décadas atrás, precisamente en la comarca de Alto Gállego, tuvo lugar la riada del camping de Biescas, que se saldó con la muerte de 87 personas, provocando heridas de diversa consideración entre casi 200 víctimas.

En el ejercicio que lideró Fernando Grande-Marlaska se reprodujo un escenario de catástrofe, marcado por unas riadas que desencadenaban a su vez diversos riesgos medioambientales y tecnológicos, así como otros derivados del colapso de edificaciones e infraestructuras. La clave de estas maniobras que simularon una riada con graves consecuencias para la ciudadanía es que se asumió como una “emergencia de interés nacional”, lo que suponía que el titular del Interior tomase las riendas de la gestión.

Emergencia de interés nacional

“El ministro del Interior que, en una situación real asumiría la dirección de una ‘emergencia de interés nacional’, cuya declaración se simuló ayer, ha destacado la importancia de estos ejercicios para fortalecer el Sistema Nacional de Protección Civil, ya que ofrecen una oportunidad para ensayar una respuesta coordinada y eficaz entre los distintos niveles de la Administración”, apuntaban entonces desde Moncloa.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó en Jaca y durante las maniobras el Puesto de Mando Operativo Integrado desde donde se coordinaba todo el despliegue. El entonces general jefe de la Unidad Militar de Emergencias, el teniente general Miguel Alcañiz, actuaba como director operativo de la emergencia y explicó a las autoridades el desarrollo del simulacro. Después se trasladó a toda la comitiva a diferentes escenarios donde se desarrollaron los ejercicios.

Además del ministro del Interior, al acto asistieron la subsecretaria del ministerio del Interior, Isabel Goicoechea, y el director general de Protección Civil y Emergencias, Alberto Herrera, junto a altos cargos de la Comunidad Autónoma de Aragón y de otros departamentos ministeriales.

En concreto, desde la Subsecretaría del Interior (Dirección General de Protección Civil y Emergencias), se puso en marcha la estructura organizativa para dirigir y coordinar al conjunto de las Administraciones Públicas a través del Comité Estatal de Coordinación (CECO). También se activó el Plan Estatal de Protección Civil para el Riesgo de Inundaciones y, a propuesta del Consejo de Dirección del Plan, el ministro del Interior declaró en el simulacro la “emergencia de interés nacional”.

Apoyo francés

“Además, en el simulacro se han ensayado los procedimientos operativos de su Centro Nacional de Emergencias y se ha coordinado desde el CECO la movilización de recursos, tanto nacionales como internacionales (a través de la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil y del Convenio Bilateral con Francia)”, indicaban entonces desde Moncloa. O lo que es lo mismo, se incluía la participación de efectivos franceses en el operativo.

En el simulacro también se activó el CEISE (Centro Europeo de Investigación Psicosocial) para dar apoyo con psicólogos de la Dirección General y con Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, y la Red Nacional de Radio de Emergencia (REMER) como medio alternativo de comunicaciones.

Además de las capacidades militares, en el simulacro del que participó Fernando Grande-Marlaska se incorporaron capacidades del Cuerpo Nacional de Policía como de rescate urbano (unidades de subsuelo y guías caninos) y gestión policial forense (identificación, análisis y restantes actuaciones policiales en morgue), con el objetivo de promover la práctica de los procedimientos de actuación coordinada con otros organismos y fuerzas en situaciones de catástrofe.

En las actuaciones, coordinadas por la Jefatura Superior de Policía de Aragón, participaron 50 efectivos en áreas de intervención, prevención y reacción, subsuelo, policía científica, guías caninos, Tedax NRBQ o medios aéreos.

A ellos habría que sumar equipos de Rescate en Montaña (EREIM) de Jaca y Pamplona, Equipos de Rescate Subacuático (GEAS) y personal con capacidad de auxilio en ambiente NRBQ y de Policía Judicial procedentes de la Guardia Civil al ejercicio; un total de 50 efectivos.

Por último, la Dirección General de Tráfico, a través del Centro de Gestión del Tráfico Pirineos-Valle del Ebro y en coordinación con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, realizó el control y gestión del tráfico en las carreteras afectadas y facilitó información a los conductores que transitaban por la zona.

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