Problemas de concentración, de espacio, de recursos tecnológicos. El estrés de la oficina encerrado entre cuatro paredes y con los niños de por medio. Miles de padres y madres llevan tres meses surfeando las dificultades de desarrollar su trabajo desde casa mientras tienen que cuidar de sus hijos, ayudarles en las tareas que los más pequeños también deben realizar desde casa.
Mientras el Gobierno aprueba la reapertura de piscinas o discotecas, los centros educativos permanecen cerrados. Todos los ojos están puestos en el mes de septiembre. Aunque no está claro cómo serán las nuevas dinámicas, todos ven como un alivio que los niños puedan recuperar la normalidad.
Para los padres y madres ha sido una carrera de obstáculos y adaptación. Todo cambia en función de las edades o el número de hijos o la responsabilidad de cada uno.
