El famoso teniente Segura batalla en los tribunales contra el cineasta que retrató su historia. Hace unos días un juez ordenó el secuestro temporal del documental El informe Segura, donde se narran los problemas de este militar en las Fuerzas Armadas. Fue el propio Luis Gonzalo Segura quien reclamó esta medida cautelar en una demanda contra el director de la película, Carlos Hernando. En un auto fechado el pasado 16 de marzo, se dictaminó la "suspensión de la actividad de reproducción, distribución y comunicación pública" de esta pieza audiovisual.
Más en concreto, en esta resolución judicial, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el titular del juzgado de instrucción número 38 de Madrid, Jaime Miralles Sangro, decide estimar parcialmente las medidas cautelares que había solicitado el célebre teniente. En concreto, dictamina la "suspensión de la actividad de reproducción, distribución y comunicación pública" de esta pieza audiovisual y el cese de "cualquier otra actividad comercial que sea potencialmente lesiva de los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen del demandante".
Así, se da la paradoja de que un hombre que se queja de la falta de libertad de expresión en las Fuerzas Armadas ha conseguido ahora que una obra haya sido paralizada
Asimismo, el juez decide que "se paralice la participación de dicho documental en cualquier evento que promocione directa o indirectamente la obra cuya difusión perjudica y vulnera los derechos del demandante". En otras palabras, el secuestro de El informe Segura. Asimismo, el titular del juzgado decidió en ese auto no aceptar otras muchas medidas cautelares que había reclamado el militar. Así las cosas, este documental no puede emitirse en estos momentos en España. Y, por ello, se da la paradoja de que un hombre que se queja de la falta de libertad de expresión en las Fuerzas Armadas ha conseguido ahora que una obra haya sido paralizada.
entrevista con el director, carlos hernando
-¿Qué le ha parecido la decisión del juez?
-Desde el debido respeto que se debe mostrar siempre a las resoluciones judiciales, no estoy de acuerdo con la decisión del magistrado y estamos estudiando recurrirla ya que supone un perjuicio importante para una película que no daña ni el honor ni la imagen de uno de sus 18 participantes. Creo que el derecho a la información de los ciudadanos y la libertad de expresión de un creador audiovisual deben primar sobre la actitud caprichosa del oficial de complemento del Ejército de Tierra que ha tomado acciones judiciales contra la película. Y más, teniendo en cuenta, que el documental divulga hechos ya recogidos por numerosos medios de comunicación. También se da la circunstancia que el juez no ha podido ver la película ya que la parte demandante no presentó el filme como prueba en la demanda.
-¿Le parece normal que en un país como España haya secuestros de películas?
-No me parece bien. El imprescindible documental "Rocío" del inolvidable cineasta andaluz Fernando Ruiz se convirtió en 1982 en la primera película secuestrada en España por orden de la autoridad judicial desde la aprobación de la Constitución. Espero que mi película no corra la misma suerte. A día de hoy, "Rocío" sigue censurada y no se puede exhibir como su autor la concluyó. Una pena.
-¿No es un tanto paradójico que alguien que se queja de que impiden su libertad acabe por pedir el secuestro de una película (un acto de recorte de libertad)?
-Paradójico, contradictorio y disparatado pero, a la vez, sintomático teniendo en cuenta el carácter acosador y vengativo de este personaje que lloriquea cuando los medios de comunicación no se hacen eco continuado de sus temerarias y alocadas acciones como la de contratar abogados castrenses que amenazan a un cineasta con aplicarle un artículo del Código Penal militar que puede acarrear varios años de cárcel por realizar una entrevista totalmente consentida dentro de un centro disciplinario del Ejército. Además, este conflicto se debe a que me negué a aceptar tres cosas: sus abusivas demandas económicas -realizadas varias semanas antes del estreno cuando la película estaba ya terminada- su descabellada petición de terminar el documental crucificado en una cruz y, por último, su infructuoso intento de eliminar del montaje final varias declaraciones de algunos participantes del documental que no le gustaban demasiado. Creo que para resolver este diferendo, más que un profesional de la magistratura, hubiera sido más efectivo un profesional de la psiquiatría que explique a este Eróstrato posmoderno qué es la libertad de expresión.
La demanda de Segura
Esta batalla judicial dura ya varios meses. Como ya informó este diario, a principios del pasado diciembre los abogados del teniente Segura presentaron una demanda en los juzgados contra Hernando porvulnerar sus derechos al honor, la intimidad y la propia imagen. En ese documento de 23 folios, el militar reclamaba que se condene al cineasta por la vulneración de dichos derechos y exigía, entre otras cosas, que no pueda comunicar imágenes suyas "a través de ningún medio y ninguna forma". También pedía que "se condene a Carlos Hernando a la retirada inmediata del documental El informe Segura de todos aquellos eventos en el que pudiese haber sido partícipe el documental referido, en particular la edición de los Premios Goya de 2015".
Los letrados del militar reclamaban que el director del documental pagase una cantidad de 5.440 euros al demandante. Y, entre las medidas cautelares que solicitaban al juez, estaba que se ordenase a Carlos Hernando "proceder al depósito temporal a este Juzgado de todas las copias del documental El informe Segura, así como todos los negativos e imágenes de archivo, grabaciones audiovisuales, grabaciones sonoras, o cualquier otro elemento identificativo recopilado para la producción del documental referido (...) así como el material documental y fonográfico aportado por D. Luis Gonzalo Segura, para su posterior destrucción".
Así es el documental
En El informe Segura se cuentan todos los detalles de la historia del teniente Luis Gonzalo Segura. Alguien que ha estado preso en un calabozo por denunciar la presunta corrupción en el mundo militar mediante la publicación de la novela Un paso al frente (Tropo Editores). Estos hechos, según afirma el director de la obra en la sinopsis de su largometraje, "han provocado un histórico debate mediático y social sobre el funcionamiento del Ejército español y ha descubierto el manto de silencio que desde la Transición protege a la cúpula militar de nuestras Fuerzas Armadas gracias a las leyes draconianas que aplican a los miembros de nuestra milicia".
En la película aparecen las opiniones sobre las Fuerzas Armadas de Juan Carlos Monedero, El Gran Wyoming, Gaspar Llamazares, Irene Lozano,Lorenzo Silva o Rosa Montero
Cuando la película se presentó al público, el propio Hernando decía a este diario que "el documental revela el triple blindaje de la corrupción y los abusos del sistema militar". En el largometraje aparecen las opiniones sobre las Fuerzas Armadas de conocidos personajes de la vida pública como Juan Carlos Monedero, El Gran Wyoming, Gaspar Llamazares, Irene Lozano,Lorenzo Silva o Rosa Montero, entre otros. ¿Por qué la relación entre el director y el protagonista se fue al traste? Cada uno aporta su versión, pero el asunto se decidirá en los tribunales.