Ayer el PSM era un partido que rezumaba satisfacción. El fin de semana no había sido especialmente agradable, con la prensa destacando las dudas de Tomás Gómez sobre si hacer o no primarias abiertas o cerradas. El lunes esa cuestión quedó parcialmente olvidada gracias a la inestimable ayuda de Ignacio González, que informó que su Ejecutivo daba marcha atrás a sus planes de privatizar la gestión.
Un anuncio que revela la fiabilidad de las fuentes del de Parla, quien avisó el viernes en unas jornadas con militantes madrileños que estaba “seguro” de que la Comunidad de Madrid “está planteándose anunciar definitivamente que renuncia a sus planes privatizadores”. Tres días tardó Gómez en acertar. Y no es la primera vez.
Durante casi un año, el secretario general del PSM anticipó que el magnate Sheldon G. Adelson no levantaría su macro-complejo de ocio y juegos de azar. Incluso cuando Las Vegas Sands presentó su plan de viabilidad el 25 de julio, Gómez insistió en que el proyecto era “humo”, y puso a todos sus leales en la región a despotricar contra Eurovegas. En diciembre se produjo la renuncia. Antes, el socialista adivinó que Adelson escogería Madrid frente a Barcelona.
El PSM se lanzó a por todas nada más conocer la renuncia a la privatización y la caída de Lasquetty. “Este es un nuevo y enorme borrón negro en la gestión del Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid, del actual presidente y de la anterior presidenta”, explicó el partido en un comunicado. “Dada la magnitud del tema, esto no puede zanjarse con la “dimisión” de un consejero”, agregaron.
La Asamblea de Madrid se reúne la semana que viene por primera vez desde el clásico parón de enero. La bancada de la oposición recibirá nuevas fuerzas con el frenazo de los planes sanitarios. Los populares madrileños ni siquiera podrán tirar del Tranvía de Parla, porque el juez archivó la denuncia que pesaba contra Tomás Gómez la semana pasada. Casi seguramente Zapatero volverá a ser el tema recurrente de los diputados del PP, cada vez más acorralado.
