Publicado: 16/06/2024 04:45
Actualizado: 16/06/2024 04:53
Las protestas contra la masificación del turismo y el modelo de negocio no han caído bien en Reino Unido. Cada vez es más común leer en la prensa británica avisos sobre multas, tasas turísticas o la 'invasión' de polillas y cucarachas, propia de las altas temperaturas que suele ostentar el verano español. Las manifestaciones sumadas a estos artículos han originado que los británicos quieran boicotear a España como destino de vacaciones.
Según reflejan algunas de estas publicaciones, en la mayoría de los lugares más turísticos del mundo ha crecido "un sentimiento antiturista entre los lugareños" que está cambiando la expectativa sobre los viajeros. Al igual que España, son varios los países que están cambiando sus políticas en torno al turismo y los negocios que lo rodean. El objetivo es conseguir visitantes que "respeten la cultura y la naturaleza" y no el típico turista "fiestero y borracho".
No obstante, ante esta nueva inclinación, expertos en el sector consultados en un artículo de la BBC apuntan a que el problema no es que los turistas ahora se comporten peor, "simplemente hay más de ellos". Como solución proponen "una mejor gestión del dinero, no un mejor tipo de turista", ya que, según ellos, los locales no se beneficiarían de este cambio de modelo.
Los manifestantes de las protestas producidas principalmente en los archipiélagos luchan a favor de que los locales tengan unas mejores condiciones de vida. De hecho, uno de los principales focos es el encarecimiento de la vivienda y la limitada oferta de alquileres frente a pisos vacacionales, además de que las construcciones estropean el paisaje natural. Aunque "sí hay un sentimiento de hartazgo en la sociedad", según señaló el portavoz de una de las organizadoras de 'Canarias tiene un límite' a Vozpópuli, no existe una turismofobia como tal.
Las alertas de la prensa británica sobre España
La prensa británica cada vez se ha hecho más eco de las diferentes multas en las ciudades españolas más visitadas. Por ejemplo, en las Islas Baleares han aumentado las restricciones de alcohol. En 2022, en Mallorca e Ibiza limitaron a seis bebidas por día el consumo en los complejos turísticos con todo incluido. Además, prohibieron los tours por bares, las fiestas en barcos con barra libre y la venta de alcohol entre las 21:30 y las 8:00 de la mañana.
En Valencia han suspendido los permisos para pisos turísticos, así como han prohibido la entrada de megacruceros. Por otra parte, en Sevilla y Málaga, han denegado el uso de muñecas inflables con apéndices añadidos y disfraces reveladores. Además, la prensa británica ha avisado a sus lectores de las plagas de cucarachas y polillas, los problemas de sequía y los taxis ilegales y no registrados.
Asimismo, han notificado la táctica seguida por Barcelona para evitar que los visitantes invadan todos los espacios de los ciudadanos: eliminar una ruta del bus del Google Maps. También están avisando de estrategias planeadas por organizaciones que luchan contra la masificación del turismo.
"Las protestas antituristas podrían "paralizar" el concurrido aeropuerto durante las vacaciones de verano", titulaba The Independent el pasado 20 mayo. El periódico liberal anunciaba la resolución de la "asamblea ciudadana" organizada por Menys Turisme, Més Vida. "Mallorca se está preparando para una protesta el 27 de mayo, un momento en el que miles de viajeros, incluidos muchos de Reino Unido con niños, estarán de vacaciones en las islas", expresó el diario.
Según el medio británico, la plataforma balear se ha propuesto afrontar las grandes aglomeraciones ocasionadas por el turismo. Citando a The Sun, informan que la táctica a seguir podría ser causar atascos en las carreteras cercanas al aeropuerto de Palma de Mallorca.
El Daily Express comunicaba este 10 de junio "la furia de un pueblo costero español" donde "los lugareños encadenan las entradas para mantener alejados a los turistas británicos". En otros artículos relacionados con el turismo en España, el tabloide conservador populista también utiliza expresiones como "jugando con fuego".
En esta línea, el medio ha compartido algunos de los boicots planeados en redes sociales por los británicos. El Birmingham Mail, un periódico sensacionalista inglés, también ha hecho eco de los sabotajes expuestos en Internet. "Si dejamos de ir a España durante doce meses, nos rogarán que volvamos", comparte este medio, mencionando a un usuario.
Entre todas estas noticias también se ha dado algún caso de desinformación. The Mirror, otro periódico sensacionalista inglés, informaba de una 'nueva regla' que exige a los turistas en España tener encima 97 libras esterlinas -o 113 euros- siempre en efectivo. No obstante, de acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores, esta tasa corresponde a las estancias superiores a 90 días.
Además, la web del Ministerio tampoco dice que deban llevar esa cantidad en efectivo. "En 2024, la cantidad mínima exigida es de 113 euros por persona y día. En todo caso, y con independencia del número de días de estancia, se exigirá una cantidad mínima de 1020 euros o su equivalente en divisas", vela el texto.
Destaca especialmente la sección de comentarios de estos artículos. Aunque más de uno comprende la situación que están atravesando los locales, también se encuentran varios con expresiones como "es España, ¿a quién le importa?", y culpando a los españoles de la cultura del turismo de fiesta que hay en nuestro país.
A pesar de todo, se espera que este 2024 vuelva a producirse una cifra récord en el número de turistas llegados a España. Ya 2023 superó en un 19% los datos del año anterior, alcanzando los 85,1 millones de visitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, ya en 2022 nuestro país fue el segundo más visitado.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Se trata de arruirnarnos en lo poco que nos va quedando. Acabaron con la industria, están acabando con el sector primario y ahora a por el turismo.
¿Quién nos odia tanto?
Afortunadamente, los británicos no creen mucho a la prensa porque Benidorm está a tope de hijos de la Gran Bretaña. Pero lo de Canarias sí que es para partirse de la risa. Entre unos cuantos funcionarios, gente con posibles y prensa afín montan un movimiento antiturismo con un éxito espectacular que celebran con estrépito. Claro que nadie se ha puesto a pensar a qué se dedicarán cuando dejen de llegar guiris y godos. Tal vez enderezar plátanos con todo el aplatane posible. En Mallorca intentaron hacer lo mismo pero no les salió, afortunadamente para los mallorquines.
De todos modos, lo evidente es que los británicos ya no tienen libras para ir mucho más lejos que España y otros destinos no son muy recomendables. Así es.
Los mismos cerebros, esos votontos sanchistas, que protestan contra el turismo que inunda sus barrios que solo quieren para ellos, esos mismos listillos son los que no quieren lo mismo para ellos cuando van a hacer turismo
Aquí, en Nowhere, chinches y suciedad, chusma de extrema izquierda que grita contra los turistas y alcaldesa de extrema izquierda con obsesión por los pisos turísticos y los enlaces aéreos. La prensa británica está en lo cierto.
Nos cargamos la industria, el ladrillo, ahora lo único qe tenemos es el turismo, porque no somos capaces d nada más. Ya no somos capaces de pagar servicios adecuados de sanidad o educación, pero somos tan soberbios q pensamos q nos podemos permitir el lujo d dejar d trabajar, cuando prácticamente lo único qe hacemos dar pena pidiendo dinero a Bruselas. Desde la anterior crisis no levantamos cabeza, pero es q tenemos lo q nerecemos
Es que en España preferimos la invasión ilegal de los moros.