La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, frena las hostilidades con Podemos y se alinea con sus propuestas económicas. La guerra en Ucrania llevó la tensión entre ambos a cotas insospechadas. El alineamiento de la titular de Trabajo con Pedro Sánchez por el envío de armas a Kiev supuso un divorcio serio entre la lideresa del espacio en el Gobierno y su principal partido.
Y, como adelantó Vozpópuli, los ataques a Yolanda Díaz llegaron motivados por la reticencia de la vicepresidenta a ceder el control de su proyecto a los morados pese a los esfuerzos de Podemos de vender la discrepancia como una 'perfomance' comunicativa. No obstante, este jueves Díaz cogió el guante de la principal bandera de Podemos para paliar los efectos económicos de la guerra: las eléctricas, el centro de su "escudo social".
Yolanda Díaz exige que dentro del plan de respuesta que el Gobierno está negociando con los socios parlamentarios sin postura común entre PSOE y Podemos ponga el foco en los beneficios de las eléctricas para que sufraguen el coste de la crisis. "Es súper importante que Yolanda [Díaz] se acople con nosotros después de tantos vaivenes", concede una fuente gubernamental morada.
En verdad, explican en Podemos, Yolanda Díaz no tiene diferencias ideológicas de calado con los morados. El problema es su comunicación y su perfil. Ella no es Pablo Iglesias. Es más, ella no es Podemos. Y mientras el exlíder morado se podía permitir una actitud mucho más beligerante con el PSOE en el Consejo de Ministros, ella lo apuesta todo a la lealtad. Por eso, pese a rechazar el aumento del gasto en defensa, sostiene que negociará con los socialistas sin vetos.
El sentir en Podemos es que a Díaz, en parte, no le quedaba más remedio que subir el tono con el PSOE ante el acercamiento del lado socialista del Gobierno al PP para cerrar un gran pacto de Estado que mantenga la economía en marcha ante la gravedad de lo que viene por la invasión del mandatario ruso, Vladímir Putin, a Ucrania. Y es que pese a los esfuerzos de Díaz por apartarse de la desgastada marca morada, en el fondo, el cuartel electoral de Díaz sabe que el grueso de sus apoyos en caso de que decida concurrir como candidata a la presidencia vendrán de los simpatizantes de los partidos a la izquierda del PSOE.
Fuentes gubernamentales moradas explican que a la vicepresidenta segunda no le interesa un pacto con el PP
Y esa es una de las claves, porque pese a la decadencia morada, Podemos sigue siendo la principal fuerza de ese espacio "pequeño y marginal". No obstante, la subida de tono de la vicepresidenta segunda se celebró este jueves en el cuartel general de los morados. En verdad, los de Ione Belarra marcaron este martes a Yolanda Díaz precisamente con las medidas económicas que el espacio morado debe defender ante el PSOE.
Los de Ione Belarra andan muy inquietos con la posibilidad de que el Ejecutivo del que forman parte firme una entente con los populares en cuestiones económicas que son muy sensibles para los morados, como una bajada de impuestos que no se compense, por ejemplo, con una subida a los que más tienen. Y, en especial, con que las eléctricas asuman el coste del encarecimiento energético. Un camino de difícil andadura para los populares.
Por eso, el mensaje de este jueves de Yolanda Díaz respecto a las eléctricas es también un marcaje a Sánchez: mejor sin el PP. Fuentes gubernamentales moradas explican que a la vicepresidenta segunda no le interesa un pacto con el PP por mucho que su talante no le cierre la puerta, como sí haría Iglesias.
El marcaje por las medidas
Aunque la titular de Trabajo rebaje la tensión con Podemos, los recelos sobre sus planes de Yolanda Díaz siguen pesando en el partido morado y, por eso, la secretaria general morada y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, se adelantó a Yolanda Díaz y remitió al Gobierno las medidas específicas de su departamento para que Sánchez las incluya en el paquete. Ese gesto no gustó en el equipo de Díaz, quien sentó al lado morado del Gobierno para remitir al PSOE un documento conjunto con medidas.
Lo llamativo es que el equipo de la titular de Trabajo no difundió el contenido del documento conjunto y, sobre el de Belarra, que sí trascendió, se limitó a decir que cada partido de Unidas Podemos propone su receta. Eso sí, según Trabajo, el que se ha enviado al PSOE es "un documento de todos los espacios" que tiene "también muchas de las medidas de Podemos", así como "otras que proponen el resto de espacios que forman parte del Gobierno".
La clave del asunto es el papel de Yolanda Díaz en las negociaciones del Gobierno con los grupos. La vicepresidenta segunda es leal a Sánchez. Su perfil presidencial la conduce, inexorablemente, a no abrir nuevos frentes de confrontación con el PSOE en una crisis sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero en esta ocasión se ha dado cuenta de que no puede llevar sus discrepancias con Podemos tan lejos.