Les propongo hoy un viaje hasta una pequeña localidad, Santa Cruz de la Salceda, en plena Ribera de Duero para dar el último adiós al invierno y hacerlo de forma más suculenta posible, a ritmo de puchero.
Y es que en esa localidad, el hotel rural Las Baronas y su propietaria Nuria Leal proponen unas apetecibles Jornadas del Puchero que están teniendo lugar desde el pasado día 1 y hasta el 31 de marzo.
El menú que ha elaborado para esta edición combina legumbres de la tierra castellano-leonesa con elaboraciones tradicionales, como son las Crestas de Gallo a la Zamorana, Garbanzos de Vigilia, Alubias de Ibeas con Setas y Crujiente de Papada, Potaje de Bonito y algunas otras recetas procedentes de los tiempos de Miguel de Cervantes. Elaboraciones llenas de aromas y emociones que no dejarán indiferente a nadie.
El recorrido gustativo es corto, pero intenso y equilibrado. Un menú degustación de seis platos donde todas las posibilidades tienen cabida: la carne, el pescado, las verduras y las legumbres serán los verdaderos protagonistas. Básicamente, ese es el objetivo de su promotora quien expone, en sus platos, propuestas “de toda la vida” que perduran en la historia de nuestras familias, pero bien armonizadas. Una amplia y variada paleta de aromas y sabores que armonizan con vinos de la región y que quedarán en la retina gustativa del comensal desde el primer instante.
El hotel está ubicado dentro de una casona del siglo XVII y el restaurante tiene una apasionante historia. Fue propiedad de la familia Varona, descendientes de María Pérez, la legendaria mujer guerrera que hacia 1120 venció y apresó, disfrazada de hombre, al rey Alfonso I de Aragón (El Batallador) durante una contienda que le enfrentó con su hijastro Alfonso VII, rey de Castilla y León. Esa hazaña le valió a la intrépida castellana el título de “Varona”, que pasó a ser apellido familiar.
Asimismo, Nuria dirige el Museo de los Aromas, un escenario inédito en Europa donde quien lo visita recorre un camino dentro de las cualidades cognitivas que posee el sentido del olfato, de la capacidad que posee nuestra memoria de aprender y recordar momentos olvidados al cabo de los años y que este sentido los trae de nuevo a nuestros días de forma natural y donde Nuria ha hecho de este sentido una virtud, transportándolas al paladar.
Acudir a las Jornadas del Puchero de las Baronas es una oportunidad fascinante para hacer una inmersión en la Ribera del Duero, entrenando el olfato en el vasto mundo aromático del Museo y, posteriormente, visitando alguna de las muchas bodegas que rodean en el entorno.