El pollo al horno parece a priori una receta muy sencilla, y aunque lo es, necesitamos tener un par de cosas en cuenta para que el resultado final sea óptimo. Siempre que pensamos en el pollo asado ideal, se nos viene a la mente en una pieza con una piel crujiente y una carne jugosa y sabrosa.Conseguir que la carne del pollo no quede seca es el objetivo que tenemos hoy en Gastrópoli, y si sigues los pasos que te vamos a indicar a continuación te podemos asegurar que lo vas a conseguir.Al igual que en otras recetas, una de las claves para facilitarnos la elaboración de esta receta es comprar un pollo totalmente limpio. Podemos comprarlo en cualquier supermercado con sección de carne fresca o en nuestra carnicería de confianza, en la que le indicaremos al carnicero que nos quite todas las impurezas que pueda tener.Antes de empezar con la receta tenemos que tener en mente el tiempo de cocción del pollo. Como cada pollo tiene un tamaño diferente, no se puede indicar un tiempo de cocción concreto, pero sí existe una regla para calcularlo. En concreto, por cada medio kilo tenemos que cocinarlo media hora. Es decir, un pollo que pese dos kilos tendría que estar dos horas en el horno. Es un calculo sencillo pero que hay que seguir a rajatabla si queremos obtener ese deseado pollo asado muy jugoso.
Ingredientes
- Un pollo entero y limpio
- Media naranja
- Aceite
- Sal
- Pimienta
- Hierbas provenzales
- Perejil seco
- Ajo en polvo
- 200 mililitros de caldo de pollo
Receta de pollo al horno
- Lo primero que tenemos que hacer es comprobar que el pollo está totalmente limpio y retirar las impurezas que tenga. Tras ello, y antes de comenzar a esparcir las especias, vamos a realizar un paso fundamental para que nuestro pollo quede mucho más sabroso: hay que separar la piel del pollo de la carne, introduciendo la mano por la zona de las pechugas y separando ambas partes (no hace falta hacer mucha fuerza, ya que se separa solo). Es el momento de precalentar el horno a 180º.
- Esparcimos aceite por toda la superficie del pollo y también por dentro (entre la piel y la carne). En un vaso vamos a introducir todas las especias para facilitarnos el trabajo: sal al gusto, dos cucharaditas de pimienta, una cucharadita y media de ajo en polvo, una cucharadita de hierbas provenzales y otra de ajo en polvo. Removemos bien para que se mezclen las especies y las esparcimos por todo el pollo, tanto por fuera como por dentro (introduciendo la mano para que toda la carne por debajo de la piel quede especiada).
- Ponemos el pollo en una bandeja en la que se pueda acumular como unos tres dedos de líquido (va a ser el caldo que se va a producir durante la cocción). Exprimimos la media naranja y dejamos el zumo en un vaso mezclado con el caldo de pollo. La naranja podemos partirla en dos y meterla en el interior del pollo (se introduce por el trasero). Metemos el pollo en el horno.
- Cada 20 minutos vamos a sacar el pollo y a bañar el pollo con la mezcla del zumo con el caldo. Además, cuando veamos que la piel está dorada, le vamos a dar la vuelta para que se doren ambas partes por igual.
Claves para consigue que el pollo esté muy jugoso
El objetivo de esta receta es conseguir un pollo al horno muy jugoso, y para ello usamos un par de trucos para lograrlo. El primero es separar la carne de la piel e introducir aceite y especias en medio (aunque algunas recetas utilizan mantequilla, es mucho más sano hacerlo con aceite). Con esto logramos que la carne tenga más sabor y que las pechugas estén realmente jugosas.Además, el truco fundamental para conseguir esa jugosidad es el rociar con el líquido que hemos preparado (zumo de naranja con el caldo de pollo) cada 20 minutos. Esto lo hacemos para que el pollo se hidrate durante su cocción y así evitamos que quede seco.Si pruebas esta receta en casa vas a comprobar lo fácil que es conseguir un pollo asado al horno muy jugoso y sabroso. Una elaboración muy recomendable y que seguro gusta a todos los fans del pollo al horno.