Madrid se convierte en el epicentro del pisco, una de las bebidas más representativas de Chile. Esta iniciativa, que reúne a doce establecimientos de la capital, no solo promueve el consumo de este destilado emblemático, sino que también es un homenaje a la tradición y a la cultura chilena.
La ruta ofrece una oportunidad única para que los madrileños disfruten de esta bebida en su máxima expresión, a través de cócteles elaborados por expertos mixólogos que pondrán en valor este producto de excepcional calidad a través de una serie de creaciones de autor.
¿Qué es el pisco?
El pisco chileno es un espirituoso aromático, transparente o de color ámbar. Se trata de un licor especialmente representativo en Chile y Perú. “El elemento más especial del pisco chileno es la ubicación. Se produce en un lugar único en el mundo, en unos valles muy cercanos al desierto. Esto hace que las uvas sufran cambios de temperatura brutales entre la noche y el día, y que tengan más de 300 días de sol al año”, explica a Vozpópuli Gabriel Guggisberg, agregado comercial de la embajada de Chile en España.
Chile produce 35 millones de litros de pisco en las regiones de Atacama y Coquimbo, al norte del país. La tradición de este destilado está estrechamente vinculada al cultivo de la vid, introducida en América por Hernán Cortés en 1525. Los primeros viñedos del continente se establecieron en el Valle de Elqui, al norte de Chile, donde prosperaron rápidamente gracias a unas condiciones climáticas excepcionales: la altitud, la aridez y las temperaturas extremas favorecieron la producción de uvas de alta calidad en abundancia. La destilación del vino comenzó en el siglo XVI como una solución económica y práctica para transportar y conservar los excedentes de alcohol. Los colonos españoles adoptaron el pisco como una alternativa al orujo, consolidando así su lugar en la tradición vitivinícola de la región.
Según las últimas investigaciones, la primera pisquera de América fue la Hacienda La Torre, ubicada en el Valle de Elqui, en el primer tercio del siglo XVIII.
¿Cómo se produce?
Su proceso productivo comienza con la selección de las uvas llamadas pisqueras, que tienen una gran carga aromática. Entre estas se encuentran la Moscatel de Alejandría, Moscatel Rosada, Moscatel de Austria, Torontel y Pedro Ximénez, principalmente. Las uvas se prensan para extraer el mosto, que luego se fermenta para convertir los azúcares en alcohol. Una vez fermentado, este líquido se destila en alambiques de cobre, un paso clave para concentrar sus aromas y sabores. “El azúcar tiene un rol muy relevante en lo que es el sabor final. Aunque el pisco chileno también es especial por su versatilidad. Es un producto con una alta capacidad para ser combinado con un innumerable número de ingredientes”, indica Guggisberg.
El proceso de elaboración del pisco ha ido evolucionando hasta consolidar una identidad propia. En 1931 se instauró la 'Denominación de Origen (DO) Pisco de Chile', convirtiéndose en la primera de América y en una de las más antiguas a nivel mundial, siendo la segunda más antigua para un destilado de uva, después de la de Cognac. Esta DO fue establecida mediante un decreto ley que protege la producción del pisco en regiones geográficas específicas del país
Tras la fermentación, comienza la destilación artesanal en alambiques de cobre discontinuos, donde el vino se calienta para extraer el alcohol, que se divide en tres partes: cabeza, corazón y cola. El corazón, que es la fracción más pura, se utiliza para la elaboración del pisco y se destila entre una y tres veces para alcanzar una mayor pureza. El contenido alcohólico se ajusta con agua desmineralizada, y luego el pisco reposa durante 60 días en barricas de acero o maderas nobles como el roble y el raulí (un tipo de madera nativa de Chile). Este proceso de reposo aporta al pisco su esencia, realza el sabor de la uva y le da un color ámbar que varía según el tiempo de envejecimiento. "El Pisco chileno, en particular, se define como un cóctel robusto y cálido, con toques aromáticos en un espectro muy amplio", señala Guggisberg.
Ruta del pisco en Madrid
Algunas de las mejores barras de la capital, desde coctelerías independientes hasta las coctelerías de los hoteles más lujosos y restaurantes con una potente oferta mixológica, se han sumado a la primera edición de la ruta del pisco chileno que pretende mostrar al público las bondades e infinitas posibilidades de este destilado que en Chile se toma de diferentes maneras: solo, en combinado, los más populares son el Piscola, el Piscotonic y el Pisco Punch, y en sofisticados cócteles que van desde versiones de tragos clásicos como el 'Pisco Mule' o el 'Serena Connection' hasta creaciones de autor. Entre los establecimientos que participan en esta ruta se encuentran: Pictura,Glass Bar, LobByto, The Principal, Bar 49, Gran Vía 18, Caracortada, Fat Cats y los restaurantes Ramses. Cada uno de estos establecimientos ha diseñado una propuesta especial y única.