Hablemos de futuro

La orientación académica, clave para ayudar a los jóvenes a trazar su futuro laboral

La plataforma NextPlay Z ayuda a jóvenes de entre 14 a 25 años a escoger su futuro profesional mediante una combinación de tecnología y factor humano

  • La figura del orientador puede despejar muchas dudas a la hora de escoger un camino profesional.

¿Qué quieres ser de mayor? Es una pregunta que en algún momento de su vida se le hace a un niño de cualquier edad, pero que adquiere verdadera trascendencia cuando ellos mismos se la formulan. Ese momento, señala Jorge González de la Fuente, socio fundador de NextPlay Z, suele presentarse en torno a los 14 años. “Es cuando el perfil de intereses de los chicos, que se ha ido moldeando a lo largo de su infancia a través de experiencias, la educación y el entorno familiar, comienza realmente a cristalizar en unas determinadas preferencias”.

¿Qué sucede? Que a esa edad tan temprana no están lo suficientemente maduros para saber traducir esas inclinaciones en un posible camino profesional. Y, sin embargo, el trazado académico les exige que vayan tomando ya decisiones que pueden ser trascendentales y, a menudo, excluyentes y sin vuelta atrás. Por esa razón, apunta González, la figura del orientador profesional resulta decisiva. “Los orientadores desempeñamos un papel clave en este proceso, ya que proporcionamos información, apoyo emocional y recursos para que los estudiantes puedan tomar decisiones informadas y realistas sobre su futuro profesional que se ajusten a sus intereses y capacidades”.

Una plataforma a la medida

NextPlay Z nace, precisamente, con el objetivo de ayudar a los jóvenes a desenvolverse por los inciertos vericuetos de los itinerarios profesionales. El proyecto surge un poco por casualidad. Ingeniero de formación, tras pasar por varias multinacionales en sus primeros años de trayectoria laboral, Jorge González ocupó una posición en la que tuvo oportunidad de trabajar con muchos jóvenes becarios. “Hablaba mucho con ellos y me di cuenta de que estaban tan perdidos respecto a su carrera profesional como lo había estado yo a su edad. Sin un criterio claro y eligiendo un poco al azar. Aquello me animó a indagar en el mundo de la orientación educativa en España, y descubrí que no se había avanzado casi nada en los últimos 15 años”, explica.

NextPlay Z es una plataforma de orientación académica y vocacional temprana y acompañamiento para estudiantes de entre 14 y 25 años

Así fue tomando forma NextPlay Z, una plataforma de orientación académica y vocacional temprana y acompañamiento para estudiantes de entre 14 y 25 años. El proyecto combina la tecnología  con una atención personalizada en la que el factor humano ocupa un papel destacado. “El proceso arranca con una toma de contacto en la que explicamos a la familia cómo es nuestra metodología. Después viene una fase en la que los estudiantes completan una serie de pruebas que nos permiten identificar sus perfiles y habilidades. A continuación, llega el momento de explorar juntos las posibles opciones laborales que puedan encajar con esos intereses y con sus habilidades individuales. Finalmente resolvemos las preguntas que les surjan y les brindamos apoyo en sus pasos siguientes”, desgrana.

La plataforma tiene identificadas hasta 3.000 salidas profesionales distintas que, tras un exhaustivo proceso de exploración y test psicológicos, conectan con los intereses y habilidades del estudiante. NextPlay Z cuenta con distintos recursos que ayudan a los jóvenes a resolver todo tipo de dudas, desde cuáles son las titulaciones que tienen buenas perspectivas laborales, hasta qué carreras requieren mayor rendimiento o requisitos de acceso. Una vez introducidas todas las variables, ofrecemos a cada alumno una propuesta personalizada de hacia dónde podría dirigirse.

La orientación académica, clave para ayudar a los jóvenes a trazar su futuro laboral.
Jorge González, fundador de NextPlay Z, en una imagen promocional de su plataforma.

Aportar luz

Desde NextPlay Z entienden que la toma de decisiones vocacionales es un proceso complejo que se relaciona con los intereses personales y con la comprensión del mercado laboral. Una comprensión que, advierte Jorge González, normalmente queda fuera del alcance de un adolescente. “Casi toda la información que reciben es la que les llega de su familia. Sus padres tienen una farmacia, son dentistas, son abogados, y animan a sus hijos a seguir por esos mismos caminos porque son los que conocen y consideran más seguros. Y lo hacen con la mejor intención”.

González recuerda que la presión que sienten los jóvenes ante esta decisión sobre su futuro es enorme. “Puede ser abrumadora, especialmente cuando están considerando carreras que son muy competitivas o muy caras. El desconocimiento y el miedo a tomar decisiones equivocadas pueden impactar en su autoestima y generarles mucho estrés”.

Modas, la presión social, las expectativas familiares o la necesidad de sentirse aceptado en su entorno están detrás de numerosas malas decisiones laborales. “El boom de las tecnologías hace que muchos estudiantes se decanten por esta clase de estudios, animados por sus altos niveles de empleabilidad. Sin embargo, los datos oficiales nos indican que uno de cada dos estudiantes de ingeniería informática acaba abandonando la carrera. Aunque en realidad ese porcentaje es mayor, porque son muchos los que, por diversas razones, continúan hasta el final a pesar tener claro, ya desde esa etapa de formación, que aquello no es lo suyo”, dice González. Para este experto, no hay razón para sufrir durante los estudios, y el mero hecho de hacerlo es ya un síntoma de que no se ha tomado la opción correcta.

No hay razón para sufrir durante los estudios, y el mero hecho de hacerlo es ya un síntoma de que no se ha tomado la opción correctaJorge González de la Fuente, socio fundador de NextPlay Z

El rol de la orientación académica

En ese contexto de carencia de información, emerge la figura del orientador. Eso sí, aclara González, “nuestra misión no es tomar la decisión por los estudiantes, sino empoderarles y aportarles luz acerca de la extensísima y compleja oferta educativa existente y sobre cómo conectarla con el mercado laboral”. En cierta forma, añade, “actuamos como mediadores entre el estudiante y su familia”.

En un mundo laboral que evoluciona a una velocidad vertiginosa y en el que se insiste en que muchas de las profesiones del futuro cercano ni siquiera existen aún, ¿cómo debería abordarse la orientación vocacional? Para Jorge González es esencial no cerrarse puertas. “Mantener abiertas las opciones profesionales, eligiendo carreras coherentes con los intereses individuales, es fundamental para no limitar las oportunidades futuras. Las profesiones evolucionarán, por supuesto, pero muchas de ellas mantendrán una base común. En ese marco, tener una base sólida en la que apoyarse y una diversidad de habilidades nos facilitará la adaptación a las futuras demandas laborales”, aconseja.

¿Hasta qué punto es recomendable seguir una vocación? El fundador de NextPlay Z lo tiene claro: “al 99,9%”. Por eso, asegura, la misión del orientador es “ayudar a los jóvenes a identificar qué es lo que les apasiona, porque ese descubrimiento puede tener un impacto muy significativo en su motivación y bienestar, y suele ser la clave para sentirse realizados profesionalmente”.

Estudios que dan trabajo

Una adecuada orientación es fundamental para ayudar a los estudiantes a acertar con las decisiones que toman en su trayectoria académica. Conscientes de esa importancia, entidades como Banco Santander, a través de Santander Universidades, en su compromiso con la educación, la empleabilidad y el emprendimiento, lleva más de 27 años prestando apoyo a miles de estudiantes para lograr que su talento y esfuerzo académico redunde en unos buenos niveles de empleabilidad y satisfacción profesional. A lo largo de este tiempo, el banco ha destinado más de 2.200 millones de euros y ha apoyado a más de un millón de personas y empresas a través de acuerdos con más de 1.300 universidades.

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