Varapalo para los planes del Gobierno. La vicepresidenta y ministra de Asuntos económicos, Nadia Calviño, no será presidenta del Eurogrupo. Finalmente los ministros europeos han elegido al candidato irlandés. La elección ha tenido que ir a una segunda votación, después de que en la primera ronda ninguno de los candidatos consiguieran los diez votos necesarios.
A pesar de los mensajes optimistas que durante las últimas semanas habían transmitido varios miembros del Gobierno, el Eurogrupo ha optado por el candidato irlandés. La elección ha tenido que ir a una segunda votación, después de que en la primera ronda ninguno de los candidatos consiguieran los diez votos necesarios, y la española obtuviera nueve votos, a solo uno de la mayoría. En esta segunda votación, Gramegna se retiró y Calviño se enfrentó al irlandés por XXX votos a xxx. Se esfuman así las aspiraciones de Pedro Sánchez de situar al frente de una de las principales instituciones europeas.
El irlandés Paschal Donohone, de 45 años, es ministro de Finanzas de su país desde 2017, y miembro del partido conservador Fine Gael, que busca una coalición con el centristas Fianna Fail y el Partido Verde. Donohoe es graduado en Ciencias Políticas y Economía por el Trinity College.
Si el representante irlandés resulta elegido, ha afirmado que será una voz fuerte de Irlanda y Europa en el centro de la toma de decisiones sobre política económica de la Unión Europea, y que trabajará en estrecha colaboración con los Estados miembros y con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Parlamento Europeo, en Europa.
"Si soy elegido, trabajaré para trazar un camino común hacia adelante para construir la recuperación europea, fortalecer la economía de la zona euro y promover un crecimiento sostenible e inclusivo para los Estados miembros y sus ciudadanos"
Donohoe pertenece al Partido Popular Europeo, que tiene mayoría en el Eurogrupo. Sus apoyos son: Austria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia y Chipre. Confía en conseguir votos en base a su compromiso con las diferentes facciones del Eurogrupo al considerarse a Irlanda como un potencial intermediario en las desavenencias entre los miembros del Norte y Sur de la zona euro.
Calviño con una larga carrera funcionarial y con más de una década en puestos europeos había presentado esta experiencia como uno de sus principales credenciales. La vicepresidenta también había insistido en que atendería a las "diferentes sensibilidades" para generar "unidad" en una eurozona frecuentemente dividida entre norte y sur. Y se había mostrado favorable a una mayor integración económica, con medidas como apoyar un Fondo de Garantía de Depósitos, un reaseguro de desempleo o un mecanismo de estabilización fiscal común, aunque se ha esforzado también por subrayar el compromiso de España con el control del déficit y la deuda.
Calviño había abogado por un fondo ambicioso, financiado con deuda común y con gran peso de las subvenciones, encarnando así posiciones compartidas por los países meridionales, pero que generan recelos en el norte.
