La maraña judicial en la que se encuentra inmerso el presidente electo de Estados Unidos podría ver un desenlace más pronto que tarde. Tras ser declarado culpable por un jurado en la causa del soborno a una actriz de cine para adultos para ocultar una relación extramatrimonial, a día de hoy, Donald Trump, continúa pendiente de cuatro casos penales. Estos, podrían recibir un carpetazo definitivo tras ser elegido presidente.
Al salir victorioso en las urnas el pasado martes, 5 de noviembre, el Departamento de Justicia no podrá encausarlo de los cuatro juicios penales paralelos -dos federales y otros dos en cortes locales- que pesan sobre él una vez tome posesión, ceremonia prevista para el próximo 20 de enero.
En concreto, todo apunta a que los estancados casos de instigación del asalto al Capitolio de enero de 2021 y que la jueza decidió poner en pausa tras los resultados electorales, y el del hallazgo de documentos confidenciales y clasificados en su mansión de Mar-a-Lago (Florida), serán cerrados debido a las pocas probabilidades de que posperen. Más aún teniendo en cuenta la decisión del Tribunal Supremo a principios de julio de conceder la inmunidad parcial a Trump.
Evidentemente, el objetivo de la defensa del magnate es eliminar completamente todos los casos que le salpican.
El 'caso Stormy Daniels'
El caso más mediático y relevante tiene que ver con la condena del jurado de Nueva York a 34 delitos de falsificación de registros comerciales para ocultar durante su campaña electoral de 2016 un escándalo sexual con la actriz de cine para adultos 'Stormy Daniels'.
IMAGEN: Trump durante el juicio por el 'caso Stormy Daniels'. EFE
El 30 de mayo, el jurado declaró a Trump culpable de los cargos de falsificar documentos contables para silenciar su aventura con la actriz. Se le declara culpable de todos los cargos y ahora, es turno del juez, que dictará una sentencia. Trump ha calificado el proceso de "vergüenza", "amaño" o "estafa".
El juez Juan Merchan ya aplazó la sentencia para evaluar el fallo de inmunidad del Supremo. Estaba previsto que el magistrado dictase sentencia el pasado 18 de septiembre, es decir, poco antes de las elecciones presidenciales. Sin embargo, tomó la decisión de aplazarla y tiene fijada una audiencia este martes, 12 de noviembre, para responder a una moción de la defensa, que además alegaba interferencia electoral, para anular la condena.
Si Merchan decide continuar con el proceso, la fecha de sentencia está prevista para el martes 26 de noviembre. Trump se enfrenta a una pena máxima de cuatro años de cárcel, pero todo apunta a que su defensa tratará de seguir alargando el proceso, haciendo que la posibilidad de que el exmandatario entre en prisión sea ínfima.
IMAGEN: Montaje de Donald Trump junto a algunos de los documentos hallados en Mar-a-Lago. Lupe Carrasco
Documentos clasificados en Mar-a-Lago
En relación al caso de los documentos clasificados en su mansión, ya comenzaba con pocas perspectivas de prosperar después de que la jueza -nominada por el republicano- lo desestimara al considerar inconstitucional el nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, por parte del fiscal general, Merrick Garland. No fue designado por el presidente ni ratificado por el Congreso y la magistrada aplazó 'sine die' la fecha para retomar el juicio.
Además, ha sido el que más ha impulsado los casos federales contra el magnate y a quien el presidente electo ha prometido que despedirá de forma inmediata en cuanto llegue al Despacho Oval. "Debería ser expulsado del país", ha llegado a decir.
Donald Trump está en pleno diseño de su nueva Administración de cara a la toma de posesión del próximo mes de enero y, entre las decisiones más trascendentales, está el nombramiento del nuevo fiscal general.
El fiscal especial, Jack Smith, no ha solicitado de momento una pausa en el proceso en Florida, un caso que fue desestimado el 15 de julio pero que Smith reclamó el 26 agosto a un tribunal de apelaciones que fuera restaurado.
Intento de revertir los resultados de 2020
El cuarto caso penal, en Georgia, es el relacionado con la interferencia en las elecciones presidenciales de 2020, en las que se batió contra Joe Biden y perdió y trató de revertir. No obstante, parece que tampoco avanzará antes de la investidura tras verse obstaculizado por un escándalo personal entre los fiscales que provocó la dimisión de uno de ellos y a una denuncia de la defensa para que se retire la fiscal de distrito.
Según la Constitución de Estados Unidos, un presidente no puede quedar exento en una acusación estatal y, en el caso de Georgia, tampoco podría ser indultado. No obstante, la falta de casos similares previos hace que haya una laguna en este aspecto, también en la Carta Magna. Esta no prevé nada al respecto en un contexto como el actual.
Por ello, una sentencia de cárcel contra Trump no invalidaba su candidatura ni su próxima presidencia. La Constitución estadounidense solo exige a los presidentes que tengan al menos 35 años y que sean ciudadanos estadounidenses que hayan vivido en el país durante 14 años.
IMAGEN: Requisitos que recoge la Constitución de EEUU para ser presidente del país.
De esta manera, la Carta no prohíbe a los delincuentes presentarse a unas elecciones presidenciales y, como no hay antecedentes, no se conoce si podría ejercer como presidente desde la remota opción de que se encontrase en la cárcel. Eso sí, Trump no podría indultarse a sí mismo de ninguna condena, ya que se trata de un delito estatal.
Nombramiento del nuevo fiscal general
Donald Trump está en pleno diseño de su nueva Administración de cara a la toma de posesión del próximo mes de enero. Poco a poco se van desvelando nombres que formarán parte de su gobierno, como la estratega Susie Wiles, que será su jefa de gabinete, así como Tom Homan, que se encargará del control de las fronteras.
Además de estos, el magnate tiene que tomar decisiones tan trascendentales como el nombramiento del próximo fiscal general. Según Trump, el presidente debe poder interferir en las decisiones del Departamento de Justicia y buscar represalias contra sus rivales políticos.
Después de la experiencia de su primer mandato, en el que hubo notbales tensiones, es previsible que el republicano elija ahora a personas muy leales para remar siempre a su favor.
Así, una de las decisiones más relevantes que tomará será el nombre del fiscal general que dirigirá el Departamento de Justicia y cerrará los dos casos penales que pesan sobre el republicano.
Después de la experiencia de su primer mandato, en el que las tensiones fueron destacadas con Jeff Sessions y William Barr, es previsible que el republicano elija ahora a personas muy leales para remar siempre a su favor. Entre los rostros que se plantean para el cargo se encuentran Jeff Clark, ex fiscal general adjunto que fue imputado junto a Trump por injerencia electoral en el estado de Georgia, o el actual fiscal general de Texas, Ken Paxton.
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