El candidato republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a la Casa Blanca. El magnate regresa al Despacho Oval cuatro años después y será el próximo presidente del país tras una noche electoral que no ha dejado demasiado margen a las dudas. Recupera su sillón con una ventaja clara frente a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, desde, prácticamente, el primer momento. Así, el magnate regresa como el presidente número 47 de la primera potencia mundial. "Es un gran triunfo para el movimiento MAGA (...) Un momento histórico", han sido sus primeras palabras.
Trump ha tardado más de lo esperado en salir ante sus seguidores para celebrar su victoria. Se desconocía si saldría antes de tiempo, como ocurrió en los comicios de 2020 frente a Joe Biden. Sin embargo, los optimistas resultados le han atado antes de asegurar públicamente que había ganado pero, con 'God Bless the USA', de Lee Grenwood, como banda sonora, ha subido al atril acompañado de su compañero de fórmula, J. D. Vance, y casi toda su familia.
"Esta va a ser la época dorada de Estados Unidos. Es una victoria increíble para el pueblo de Estados Unidos", ha comenzado si discurso el exmandatario para tachar su gesta de "momento histórico". "Un movimiento como nadie ha visto nunca. El movimiento político más grande que se ha visto nunca en este país", ha declarado desde su cuartel electoral de West Palm Beach (Florida).
"Ha pasado dos semanas e Filadelfia y en Pensilvania, haciendo campaña. ¿No es increíble?", ha señalado Trump para alabar a Elon Musk, como presentación a alguien que parece que tendrá bastante protagonismo durante esta Administración: "Salvó muchas vidas", ha dicho el republicano en relación huracán Helene.
IMAGEN: Una mujer celebrando la victoria de Donald Trump. EFE
Asimismo, el expresidente de EEUU ha afirmado que se trata de "una victoria política" que el país "nunca antes ha visto" para después prometer que va a "curar el país" y "arreglar la frontera". "Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47º presidente y su 45º presidente", ha continuado.
IMAGEN: Donald Trump y su familia tras ganar las elecciones. EFE
"Hombres, mujeres, jóvenes y mayores, población rural y ciudades... Vienen de todas partes, razas y profesiones", ha dicho para asegurar que "es hermoso". "Somos el partido del sentido común. Decían que iba a empezar guerras y en mis cuatro años no fuimos a ninguna", ha expresado.
"Haremos a Estados Unidos grande otra vez" (su conocido, "Make America Great Again") (...) Haremos américa libre y fuerte de nuevo, dejando atrás las divisiones. Es la hora de unirnos y debemos poner nuestro país el primero", ha defendido el exmandatario ante los gritos de histeria que han inundado el lugar a lo largo de la noche.
Su discurso antiinmigración
Trump no ha tardado en reiterar sus intenciones respecto a su política migratoria cuando tome posesión del cargo -previsto para el próximo 20 de enero-. "Vamos a sellar nuestras fronteras y vamos a tener que dejar a la gente que entre en el país. Queremos que la gente regrese. Tenemos que dejarlos regresar, pero lo van a tener que hacer de manera legal. Tienen que venir, pero de manera legal", ha dicho.
"Tenemos que ayudar a que nuestro país cicatrice. Tenemos un país que necesita ayuda, y la necesita urgentemente. Vamos a arreglar nuestra fronteras", ha afirmado.
La debacle de Kamala Harris
Pese a que el candidato republicano se había cuestionado los resultados del estado de Florida a primera hora de la noche electoral, asegurando que se estaba produciendo fraude, pronto se calmaron los ánimos en las filas republicanas al ver que todo iba de cara. Desde primera hora, Trump comenzaba a ganar terreno a Harris. Pese a estar muy cerca de su contrincante, iba perdiendo un estado detrás de otro.
El mapa se teñía de rojo y los demócratas se lamentaban, no veían atisbo de esperanza en una velada cuya resolución no podían haber predicho. La desolación del partido llegaba a tal nivel, que la vicepresidenta cancelaba su discurso tras conocer los casi definitivos resultados. La situación era muy similar a la experimentada por Hillary Clinton en 2016, cuando Trump también arrebató la victoria a la demócrata y esta decidió no pronunciarse.
La derrota demócrata era casi inevitable cuando Trump se hacía con la victoria en cinco de los siete 'estados bisagra' determinantes. El expresidente ha ganado en Carolina del Norte y Georgia y ha encabezado en todo momento la intención de voto en las encuestas en el resot de 'Swing States': Pensilvania -que se conoció minutos antes de que saliese a hablar ante el público-, Arizona, Wisconsin y Míchigan. El primer miembro de su campaña en pronunciarse fue el multimillonario Elon Musk, que utilizó su red social, X, para manifestar: "Juego, set y partido".
Los demócratas también pierden el Senado
Además de acabar con Harris como candidata a la Presidencia, los demócratas han tenido que sufrir la pérdida del Senado, cuyo control ha recuperado el Partido Republicano. Los de Trump, asimismo, aspiran a preservarán su mayoría en la Cámara baja, la Cámara de Representantes.
El triunfo en el Senado obedece a tres victorias clave: la del gobernador por Virginia Occidental Jim Justice en la carrera a la vacante dejada por el senador independiente Joe Manchin; la del candidato republicano por el estado de Ohio al Senado de Estados Unidos, Bernie Moreno, quien ha derrotado al hasta ahora ocupante demócrata del asiento, Sherrod Brown, y finalmente la de la senadora Deb Fischer, que ha derrotado en Nebraska al independiente Dan Osborn.
Los resultados conceden así a los republicanos 51 escaños del Senado, la mitad más uno, y hacen innecesaria la hipotética posibilidad de que que un vicepresidente republicano -en este caso J.D. Vance- pudiera romper cualquier empate a su favor. "Una mayoría republicana en el Senado", ha aplaudido la bancada del partido.