El portavoz del Pentágono, John Kirby, ha confirmado este martes la salida de "varios cientos" de soldados estadounidenses tras cumplir su misión en el aeropuerto internacional de la capital de Afganistán, Kabul, y ha incidido en que el retiro de tropas no afectará a la evacuación que se espera concluir el 31 de agosto.
Kirby ha precisado que estos soldados han abandonado el país este martes, mismo día en el que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado que la fecha de retirada del 31 de agosto sigue en pie, pero depende de que los talibán continúen cooperando.
"Estas tropas representan una combinación de personal de la sede, mantenimiento y otras funciones habilitadoras que estaban programadas para partir y cuya misión en el aeropuerto se completó", ha señalado el portavoz.
Asimismo, ha calificado la marcha de estas unidades del país asiático como una gestión "prudente y eficiente" y ha asegurado que ello "no tendrá ningún impacto en la misión en cuestión", la evacuación, para cuyo cumplimiento se reforzó la presencia militar en la terminal la semana pasada.
"Se puede tener una unidad más pequeña y aun así llevar a cabo la misión", ha apuntado, por otro lado, un funcionario estadounidense, mientras el Pentágono ha reconocido las amenazas que suponen grupos terroristas como Estado Islámico que se encuentran en los alrededores del aeropuerto.
Agilizar las evacuaciones
El ritmo de las evacuaciones desde el aeropuerto internacional Hamid Karzai ha aumentado en los últimos días, mientras se acerca el plazo marcado por Washington para la retirada de tropas del país asiático que se encuentra sumergido en una importante crisis tras la toma del poder por parte de los talibán, que no quieren presencia militar estadounidense más allá de esta fecha.
En la última jornada, se ha evacuado a más de 12.000 personas de Kabul, 6.400 personas en 19 vuelos militares estadounidenses y 5.600 personas en 31 vuelos de la coalición. Desde el 14 de agosto, Estados Unidos ha facilitado la evacuación de cerca de 70.700 personas y ha reubicado a 75.900, según fuentes de la Casa Blanca.
Al respecto, Biden ha garantizado este martes frente a los líderes del G7 que Estados Unidos liderará los esfuerzos para apoyar a los refugiados afganos, mientras se ha denunciado las malas condiciones a las que se enfrentan estas personas en algunos puntos a los que llegan tras salir de territorio afgano.
Al respecto, Kirby ha reconocido este martes que ha habido "algunas condiciones terribles" en la base aérea de Al Udeid en Qatar, donde Washington ha trasladado temporalmente a miles de evacuados.
"Estamos tan preocupados como cualquiera por las terrible condiciones de saneamiento que han sido consecuencia de la cantidad de personas y la velocidad con la que han llegado allí (a la base)", ha dicho, para garantizar que se está "mejorando" la base en Qatar, país con el que ha acordado la acogida de 8.000 solicitantes de visados especiales y sus familias.
Estados Unidos continúa, asimismo, sus contactos para la gestión del proceso de evacuación, para lo que el secretario de Estado, Antony Blinken, ha hablado este martes con su homólogo alemán, Heiko Maas, con quien ha destacado la colaboración en el tránsito de miles de afganos a través de la base aérea de Ramstein y otros puntos del país europeo.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha conversado en la misma jornada como el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, para discutir la cooperación en Afganistán, así como los esfuerzos para una "evacuación segura y ordenada" de los connacionales, aliados y socios, ha destacado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price en un comunicado.
Visita de congresistas estadounidenses
Por otro lado, este martes se han generado críticas por la visita no anunciada de dos congresistas estadounidenses a Afganistán, el demócrata de Massachusetts Seth Moulton y el republicano de Michigan Peter Meijer.
En un comunicado conjunto, recogido por CNN, han informado de que han viajado a la capital afgana para "supervisar la misión de evacuar a los estadounidenses y aliados" y han ahondado en que el viaje se ha realizado en secreto para "reducir el riesgo".
También, han explicado que se han trasladado a Afganistán "en un avión con asientos vacíos, sentados en asientos exclusivos para la tripulación para asegurarse de que nadie que necesitara un asiento lo perdiera debido a nuestra presencia".
Los líderes de la Cámara y el Comité de Servicios armados de la misma, así como la Casa Blanca, se han sorprendido por el viaje, que ha sido considerado por un funcionario estadounidense como una "distracción inútil". Asimismo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, habría instado a los legisladores a no visitar el país al considerar que "desviaría innecesariamente los recursos", según ha afirmado una fuente familiarizada a la mencionada cadena estadounidense.