El emir de Kuwait, Sabá al Ahmad al Jaber al Sabá, ha fallecido a los 91 años, según ha anunciado este martes la Casa Real kuwaití, que no ha dado detalles sobre las causas de su muerte.
La Casa Real kuwaití ha anunciado "con gran pesar" el fallecimiento de Al Sabá. "Rezamos a Dios todopoderoso para que el fallecido se vea cubierto por su misericordia y viva en su amplitud", ha agregado, según la agencia estatal kuwaití de noticias, KUNA.
Al Sabá fue trasladado en julio a Estados Unidos para recibir tratamiento médico después de someterse a una cirugía no especificada días antes. Las autoridades habían señalado desde entonces que su estado de salud había registrado mejoras.
Por su parte, el Gobierno kuwaití ha expresado su pesar por el fallecimiento del emir, al que ha descrito como "un padre virtuoso, patrón y líder del humanitarismo", al tiempo que ha hecho hincapié en su "glorioso legado de sacrificio, generosidad, éxitos y compromiso con los principios e ideales en servicio de su país y las naciones árabes e islámicas".
En este sentido, ha resaltado que Al Sabá "apoyó la justicia, la paz y la dignidad humana". "Con su fallecimiento, Kuwait, las regiones árabes e islámicas y la humanidad en su totalidad han perdido un icono distinguido", ha remachado.
Poco después, ha confirmado que el príncipe heredero, su hermanastro Nauaf al Ahmed al Jaber al Sabá, de 83 años, ha sido ya nombrado como emir y le ha deseado éxito en su nueva tarea, tal y como ha recogido KUNA.
Bajo los mandos del país desde 2006
El fallecido emir controlaba este país del Golfo rico en petróleo desde 2006. Aunque Kuwait tiene uno de los parlamentos más activos del mundo árabe, el emir conserva la mayor parte del poder, incluido el derecho a nombrar al Gobierno.
Al Sabá fue también primer ministro del emir Jaber al Ahmad al Jaber al Sabá, además de ministro de Exteriores entre 1963 y 1991 y desde 1992 y 2003.
El emir kuwaití ha sido reconocido durante los últimos años como uno de los principales diplomáticos de la región, donde ha actuado como mediador en las últimas disputas, incluido el conflicto diplomático entre Qatar y varios de sus vecinos.
Asimismo, ha estrechado sus lazos con Irak, a donde viajó en 2019 para una visita oficial. Los lazos entre ambos países han mejorado desde la caída en 2003 del dictador iraquí Sadam Husein, quien encabezó la invasión de Kuwait en 1990, que provocó la Guerra del Golfo.
La ONU expresa su "profundo pesar"
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado en un comunicado su "profundo pesar" por el fallecimiento de Al Sabá, al que ha descrito como "un distinguido hombre de Estado y un defensor de las causas humanitarias que contribuyó a tender puentes de entendimiento en la región del golfo Pérsico y más allá".
"Al hacer esto se ganó el reconocimiento internacional por su sabiduría, generosidad y logros en la construcción del Estado y la diplomacia preventiva", ha dicho, antes de incidir en que fue "un líder notable teniendo en alta estima por el pueblo de Kuwait".
"Como amigo cercano de la ONU, su alteza siempre buscó fortalecer las relaciones para el objetivo compartido de mantener la paz y la estabilidad en la región y en todo el mundo", ha remachado en su comunicado, firmado por su portavoz, Stéphane Dujarric.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le concedió el 18 de septiembre la Legión del Mérito y le describió como "un verdadero amigo y socio" de Washington y "un líder en Oriente Próximo desde hace décadas".
Trump recordó además que Al Sabá "dio un apoyo indispensable" a Estados Unidos durante la operación 'Libertad Iraquí', la operación 'Libertad Duradera' y la campaña para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico.
La operación 'Libertad Iraquí' hace referencia a la invasión de Irak por parte de tropas estadounidenses en 2003 para derrocar a Husein; mientras que 'Libertad Duradera' fue la ofensiva encabezada por Estados Unidos en Afganistán que acabó con el fin del régimen de los talibán.
